El parque El Palmeral, un oasis en el acceso sur de Alicante muy frecuentado por vecinos y deportistas que van allí a correr, sufre sin embargo tal estado de abandono que preocupa en el barrio de San Gabriel, donde está enclavado, porque no tiene freno. Desde hace dos años no funciona una de las principales actividades lúdicas que ofrecía, el servicio de barcas en los lagos de agua salina, que era muy demandado por las familias y, como en general todo el parque, escenario de sesiones fotográficas de presentaciones de Hogueras, bodas y comuniones.

Aunque el pasado año un cartel explicaba que estos servicios lúdicos estaban cerrados temporalmente hasta nuevo aviso, ya no hay ninguna indicación. Solo queda la caseta y ni rastro de las barcas. Llaman la atención las farolas de estilo romántico, casi todas con los cristales rotos, y las fuentes de hierro oxidadas y fracturadas, algunas en funcionamiento, otras secas. Hay palmeras enfermas, tocones de las taladas, otras sin podar, y las pérgolas que adornan varios puntos del parque están desconchadas o semiderruidas por la falta de cuidados. En cuanto al riego, falta en algunos puntos y es excesivo en otro, con la instalación agujereada y pérdida de agua que moja el suelo de albero de este amplio parque.

El Palmeral, un oasis de abandono

A esta decadencia se suma el acceso de grupos de jóvenes por el vallado caído en algunos puntos para hacer botellón, «dejándonos su inmundicia para que la contemplemos el resto de ciudadanos», señalan los vecinos, que opinan que ir a pasear los domingos por la mañana al parque El Palmeral equivale a encontrar cristales, vasos, botellas y otros desperdicios, que les toca retirar a los servicios de limpieza aunque siempre quedan residuos en las zonas del parque menos transitadas. Las pintadas abundan y también hay personas que alimentan a los gatos, que proliferan en este paraje, pese a que el Ayuntamiento advierte de lo contrario con carteles en los árboles.

«Parece mentira que pasando agua depurada por el parque no esté bien regado», apuntó el presidente de la asociación de vecinos de San Gabriel, Francisco Hernández. «El conjunto no está bien cuidado, con lo que costó conseguirlo», dijo sobre este oasis de palmeras, que fue inaugurado en 1997. También alertó de la suciedad en el talud de la carretera.

Desde el Ayuntamiento señalan que el embarcadero permanecerá cerrado hasta que las condiciones mejoren en cuanto a la gestión del parque y la situación sanitaria, aunque baraja soluciones. Al tiempo, indicaron que el nuevo contrato, pendiente de adjudicar al estar recurrido, contempla muchas mejoras en el mantenimiento de zonas verdes.