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El Ayuntamiento modificará las obras de la Explanada para incluir un carril bici

Los hosteleros critican la gestión de los trabajos que se iniciaron ayer y exigen la retirada de la senda ciclista que ultima el bipartito para enlazar Urbanova y la Rambla. La tercera fase de renovación del paseo tendrá una fuente con lámina de agua a la altura de la calle Bilbao

Mesas en uno de los negocios de hostelería de la Explanada ayer, con material de obra y el vallado de la primera zona en que se actuará en esta nueva fase de obras.

El Ayuntamiento de Alicante ultima la modificación del proyecto de las obras de la Explanada que comenzaron ayer para incluir un carril bici entre el paseo central y el lateral con áreas ajardinadas que absorberá la circulación de ciclistas y patinetes entre la Rambla y Canalejas, y que en un futuro formará parte de la senda ciclista hasta Urbanova. Esta iniciativa de la Concejalía de Urbanismo que dirige el edil Adrián Santos Pérez (Ciudadanos) será posible cuando se completen tres proyectos que tiene entre manos el Ayuntamiento: el último tramo del Acceso Sur, que es inminente; la reurbanización de Ramón y Cajal prevista para el próximo año cofinanciada por la Diputación; y la segunda fase de la Explanada.

Esta modificación que quiere introducir el Ayuntamiento en los trabajos recién iniciados no satisface a los hosteleros afectados, los ubicados en el tramo entre la calle Bilbao y Canalejas, que pactaron el año pasado con el edil de Urbanismo aplazar las obras hasta octubre de 2020 para salvar las temporadas turísticas de Semana Santa y verano (después vendría la pandemia y sus efectos negativos en la restauración). Estos negocios, que llevan semanas apremiando al bipartito para que no se retrasaran las obras, critican la opacidad y la falta de información de las autoridades locales en lo que respecta al proyecto que se desarrollará a lo largo de seis meses en este tramo del paseo. La actuación arranca con la intervención de Aguas de Alicante.

Mesas en uno de los negocios de hostelería de la Explanada ayer, con material de obra y el vallado de la primera zona en que se actuará en esta nueva fase de obras. Manuel R. Sala

En un comunicado, los propietarios de los doce locales de hostelería afectados califican la actuación del Ayuntamiento de «desconsiderada» por la falta de información oficial puesto que la han ido recibiendo a través de representantes de asociaciones a las que no todos pertenecen, y la «irregularidad» con que consideran que se ha incluido en el proyecto un carril bici «no contemplado en los documentos sometidos a exposición pública», asunto que han puesto en manos de un abogado. Los hosteleros aseguran atravesar «una situación económica muy complicada» en la que deben hacer frente al pago de salarios, seguros sociales, alquileres, suministros y proveedores con unos ingresos que han experimentado caídas de hasta el 80% este año a causa de la crisis económica y la falta de turismo. Según indican en el comunicado, la falta de notificación e información oficial les ha impedido evitar la mayor cantidad posible de pérdidas y planificar una actividad que es «sustento directo de 50 familias y un recurso importante para las 70 empresas proveedoras que trabajan con nosotros». Afirman que la planificación es esencial ya que el levantamiento del suelo de la Explanada supone la pérdida de la actividad de terrazas, que concentra hasta el 95% de la facturación.

Los locales denuncian que el Ayuntamiento «sólo está agravando los problemas de la pandemia» y que afrontan las obras «sin indemnizaciones de ningún tipo y con todos los gastos fijos». Los negocios de restauración reclaman recibir información «por un canal oficial y con acuse de recibo», y la retirada del carril bici «incluido en el proyecto de forma opaca tras la exposición pública de la reforma del Paseo de la Explanada».

Escorrentías

A la renovación de la Explanada le queda una tercera fase de obras, cuyo anteproyecto ya está redactado con un presupuesto de 770.000 euros, que abarca desde la calle Bilbao hasta la Rambla y sus bocacalles hasta la calle San Fernando. La idea es instalar una fuente con lámina de agua que en momentos de lluvias torrenciales pasará a funcionar como un gran vaso de regulación y acumulación de escorrentías.

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