Las ventas de lotería de Navidad para el sorteo del próximo 22 de diciembre también se resienten por el covid. La Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal) cifra en un 40% la caída en este negocio en la provincia de Alicante, lastrado por la suspensión de las fiestas, que ha contribuido a que muchas asociaciones renuncien a la lotería, una de sus principales fuentes de ingresos. Si Alicante es la cuarta provincia del país que más juega, València es la tercera: a nivel de toda la Comunidad Valenciana el descenso de negocio es equivalente. La pasada Navidad las ventas subieron un 3,77 % hasta alcanzar los 343 millones y medio de euros, lo que supuso 69,22 euros por habitante.

Según una consulta realizada por la agrupación entre 400 loteros, las reservas de billetes para el sorteo del Gordo de colectivos festeros, clubes deportivos, organizaciones y empresas se ha reducido a la mitad con respecto a 2019; y se desploma en picado la venta en los bares al estar cerradas las barras por las medidas anticoronavirus que las autoridades sanitarias aplican a la hostelería. Otro agujero está en los municipios turísticos como Benidorm, donde la venta en ventanilla ha bajado un 60% por la falta de turismo y la paralización de los viajes del Imserso.

Una administración de lotería de Alicante, ayer.

«La caída de las reservas de los colectivos que celebraban festejos en verano ha sido brutal al suspenderse las Fallas, las Hogueras y otras celebraciones, y ahora no va mucho mejor», apuntó Josep Manuel Iborra, presidente del colectivo mayoritario de loteros del país. El sorteo de Navidad representa entre el 50% y el 70% de la facturación anual de los despachos de lotería, que se encuentran con que los sorteos semanales tampoco van mucho mejor: las ventas para el Euromillones son un 14% menores, y las de sorteos que habitualmente tenían mucho éxito como el del Día contra el Cáncer, de la Cruz Roja o el del Padre, el descenso está entre el 35 y el 40%.

La agrupación ha lanzado la campaña «Ilusiónate, todos ganamos» apelando a asociaciones y entidades a que completen su financiación con la venta de décimos. Además, pide a Loterías del Estado que convoque la comisión de seguimiento económico que se pactó para tomar medidas correctoras cuando estos negocios cerraron en el estado de alarma. «Al final todo esto son beneficios para el Estado. Si más de la mitad de la venta de lotería del año está en peligro, muchos millones de euros (2.700) se irán al traste».

César Mateos, que regenta la administración número 6 de Alicante, en la plaza de Gabriel Miró, dijo que la caída en ventas es «inasumible» y una «hecatombe». «Durante la crisis de 2008, el sector decreció a un ritmo del 2% anual. Esto está siendo 20 veces peor que entonces, y vamos a ir a peor porque está empezando a confinarse otra vez todo». Las pérdidas serán mayores, augura, si en las ciudades más pobladas, las que más juegan, sobre todo Madrid, Barcelona y València, el virus avanza. Mateos habla de datos devastadores, «las comisiones de Hogueras apenas compran porque piensan que para qué recaudar si igual no hay fiestas, y lo mismo los clubes deportivos por la suspensión de competiciones».

La venta online salva parte de la facturación a este despacho y a otros como el número 4 de Benidorm, en la calle Gambo, donde cifran en un 50% la caída en la venta de lotería para Navidad. «Se está notando muchísimo en Benidorm que no haya hoteles abiertos y que no viene el Imserso, a estas alturas la ciudad estaría llena de gente y estamos vacíos», dijo la lotera, Mar Álvarez Ruiz. «A nosotros que cierren Madrid nos afecta porque Benidorm se llenaba de madrileños los puentes y festivos. Teníamos grupos de viajes que venían todos los años, que se llevaban 30 décimos cada uno y que ahora compran por internet a lo sumo diez». También notan la ausencia del turismo extranjero, no solo porque movía la economía, sino porque gastaba mucho en sorteos como el Euromillones.