Hasta 25 alumnos por aula en tercer curso de Primaria, y un mínimo de 26 niños y un máximo de 50 en el caso de que haya dos aulas de ese mismo curso, son algunas de las novedades que introduce Educación en la organización del próximo curso. El covid no es óbice para seguir disminuyendo progresivamente el número de alumnos por aula, a curso por año, como muestran las instrucciones previstas para la organización de la aulas y profesorado que los responsables educativos presentan mañana a los representantes sindicales.
Junto a esta medida, en esta ocasión la conselleria incluye expresamente en dichas instrucciones la potestad que ya le han arrogado definitivamente los tribunales, tras sucesivos pleitos con la patronal de los centros concertados, para reducir la ratio en todos los colegios, públicos y concertados, de determinadas localidades donde se quedan libres plazas por la disminución de la natalidad.
Tanto el conseller, Vicent Marzà, como el secretario autonómico, Miguel Soler, han recalcado recientemente que esta vez cuentan directamente con el visto bueno de los magistrados sobre una iniciativa de cuyos beneficios para las arcas públicas siguen convencidos ya que «si hay oferta suficiente no debe duplicarse con los mismos fondos públicos», como concreta el titular del departamento. «Podemos reducirla tanto en centros públicos como concertados de un mismo municipio y la medida, que se aplicará en más de 27 centros, supondrá una buena noticia porque tendremos ratios más reducidas», abunda Soler.
Por contra, para la atención del alumnado escolarizado en centros de Educación Especial, el número de niños que se concreta para el curso próximo por cada especialista en Audición y Lenguaje se incrementa de entre 3 y 5 niños a entre 5 y 8 niños. El delegado de CC OO en l’Alacantí-Les Marines, Alfonso Terol, subraya que este cambio es «una barbaridad» y explica que aunque estaba previsto adecuar estas ratios a partir de la inclusión educativa, «el coronavirus lo ha parado todo», lamenta.
En los colegios de educación singular o Caes, porque escolarizan más de un 25% de alumnos con necesidades de compensación educativa por las dificultades familiares y sociales en las que viven, el número máximo de estudiantes por cada aula para el curso actual es de entre 15 a 20, y pasará el curso que viene a ser directamente de «un máximo de 20 alumnos». Se mantiene la preferencia de este tipo específico de centros a la hora de añadir más profesorado.
EL EXAMEN DE VALENCIANO PARA PODER OPOSITAR SERÁ EN EL MES DE FEBRERO
Si la pandemia impide empezar las pruebas el 27 de marzo, Educación baraja desplazarlas a junio
La Conselleria de Educación va a seguir adelante con la fecha prevista para celebrar las oposiciones para docentes de Secundaria, siempre que no exista una contraorden por parte de la Conselleria de Sanidad. De hecho, y para poder cumplir los plazos que se requieren para poder realizar el primer ejercicio el 27 de marzo, se ha previsto publicar la convocatoria en el DOCV como muy tarde durante los primeros días de la segunda semana de noviembre. Si la pandemia no permite empezar en marzo se prevé desplazar las pruebas a junio.
Así lo propondrá mañana la conselleria a los representantes sindicales, que estos días convocan a sus afiliados para que se pronuncien sobre la conveniencia o no tanto de las fechas como sobre los ejercicios, cuestionados desde el STEPV en un curso en el que los interinos están «especialmente atareados», lo que les resta tiempo para preparar las pruebas.
Los aspirantes dispondrían de plazo hasta la primera semana de diciembre para solicitar su participación, y que la lista de admitidos se publique con suficiente antelación como para organizar la prueba de Valenciano, que es obligatoria para acceder a la enseñanza, en el mes de febrero, previsiblemente el mismo día 1.
