Consultas presenciales, consultas telefónicas, urgencias, seguimiento de enfermos de coronavirus, rastreo de casos, avisos domiciliarios... La situación en los centros de salud es prácticamente de colapso, en especial estas últimas dos semanas con una escalada de contagios y con la mitad de las plantillas cada semana de vacaciones por las fiestas navideñas.

Así lo advierten los médicos de Atención Primaria, a través del foro que aúna a los profesionales en la Comunidad Valenciana, y así se pone de manifiesto en el retraso con el que se están dando citas estos días en centros de salud de la provincia. Un ejemplo es la ciudad de Alicante, donde en algunas instalaciones como Cabo Huertas o San Blas, hay médicos que no tienen huecos libres hasta el próximo 19 de enero, como ha podido comprobar este periódico. Y eso para dar una cita telefónica en la que el médico valora si debe citar al paciente para verlo en la consulta. En el centro de salud de Benalúa las demoras llegan hasta el 18 de enero y en el centro de salud de Plaza América hay médicos con la agenda ya llena para las citas telefónicas hasta el 14 de enero.

Estos retrasos se producen pese a que el pasado mes de octubre, la Conselleria de Sanidad autorizó a los médicos y enfermeros de los centros de salud a que hicieran horas extras por las tardes para suplir bajas que no se pueden cubrir al no haber profesionales en bolsa y para poder descargar a los compañeros de la mañana de la tarea de seguimiento de pacientes covid. Según Sanidad, en este tiempo se han autorizado 68.520 horas extraordinarias. «Se habla más de UCIs y de ingresos en los hospitales, pero la Atención Primaria vuelve a estar desbordadísima», lamenta María Ángeles Medina, presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria.

Con la cantidad de trabajo que hay estos días y la mitad de las plantillas de vacaciones cada semana, Medina asegura que lo habitual es que cada profesional atienda a diario a una media de entre 50 y 60 pacientes. «Hay compañeros que se marchan llorando a sus casas por la sensación de no llegar todo. También médicos que se quedan en el centro de salud hasta las 5 de la tarde sin comer y sin que les haya dado tiempo a atender a todos los enfermos citados».

Medina también advierte de que el aumento de contagios de las últimas semanas está derivando también en fallos en el rastreo de los contactos estrechos. Salud Pública es la que elabora los censos con las personas que han estado en contacto estrecho y sin protección con un enfermo covid. Cada contacto estrecho es derivado a su médico de familia, que es el que le tiene que llamar para que inicie la cuarentena y controlar si aparecen síntomas. Una llamada que se tendría que hacer como máximo en un día, «se está demorando entre ocho y nueve días», advierte la portavoz de los médicos de familia.

En un momento en el que el virus acapara todos los esfuerzos, médicos de familia como Javier Blanquer advierten de que «se están volviendo a aparcar los problemas de salud que son más propios de la Atención Primaria». En la primera ola de la pandemia se tuvieron que suspender consultas de seguimiento con los enfermos crónicos y aún no se habían podido recuperar al cien por cien.

La situación en los centros de salud se puede complicar aún más cuando tengan que hacerse cargo de la vacunación frente al coronavirus. De momento, Sanidad ha comenzado a inmunizar a los residentes y trabajadores de geriátricos en las mismas residencias. La campaña seguirá con el personal sanitario, que recibirá la vacuna en su centro de trabajo. Antes de que finalice el mes de marzo le llegará el turno a los grandes dependientes que están en sus domicilios y en principio será el personal de los centros de salud el que administre la vacuna en las casas. Médicos de familia y sindicatos han criticado que de momento Sanidad no les ha trasladado ningún tipo de instrucción para esta campaña.

La Comunidad roza los 400 casos por 100.000 habitantes

Diciembre ha sido un mes negro en la Comunidad Valenciana en los datos del coronavirus, que ha dejado el récord de contagios de toda la pandemia, con más de 46.000; la segunda peor cifra de fallecidos, con más de 600, y la incidencia acumulada más alta desde el pasado mes de marzo. En estos momentos la tasa de contagios en la Comunidad Valenciana se acerca a los 391 casos por 100.000 habitantes, según la última actualización del Ministerio de Sanidad correspondiente al pasado jueves. La valenciana es la cuarta autonomía con peores cifras a nivel de toda España, sólo por detrás de las comunidades de Baleares, Extremadura y Madrid.