En 2018 tuvo un accidente de moto que le causó una lesión en la muñeca y desde entonces las cosas se le han complicado mucho a Gonzalo del Valle. Este joven lleva año y medio en lista de espera para que le hagan una artroscopia en el Hospital General de Alicante; en la mutua de su empresa de vigilancia de seguridad no le consideran apto para trabajar y en la Seguridad Social no le quieren dar una incapacidad. La conclusión es que «temo perder mi trabajo».

Tras el accidente, Del Valle asegura que le hicieron una radiografía «y me diagnosticaron un golpe en la muñeca». En 2019 su médico de cabecera le dio el alta, pero los dolores y la inflamación continuaban. Entonces el médico de la mutua le pidió más pruebas «y salió que tenía una fractura en la muñeca, por lo que me volvieron a dar de baja en la empresa». En junio de ese año, Del Valle entra en lista de espera para una artroscopia y en enero de 2020 llegó a pasar un preoperatorio. Dos meses más tarde llegó la pandemia «y del hospital nunca más se supo». Durante todo este año de pandemia, Gonzalo ha agotado de nuevo la baja laboral y en agosto pasó a depender de la Seguridad Social, hasta que el pasado mes de enero el INSS «me denegó la incapacidad», al tiempo que la mutua de la empresa no le considera apto para volver al trabajo. «Soy vigilante de seguridad y no quieren correr el riesgo, ya que no puedo apoyar la mano ni hacer fuerza con ella».

Del Valle, quien teme perder su empleo por causas médicas sobrevenidas, tiene el caso en manos de abogados y está siendo asesorado por la Asociación Defensor del Paciente. Lamenta que durante este año y medio Sanidad no le ha ofrecido ni siquiera acudir al plan de choque para ser operado en una clínica privada. «He llamado muchas veces a Atención al Paciente sin resolver nada. No quiero que me cuelen por delante de personas que están peor que yo, pero tampoco me quiero ver afectado por sus retrasos».

Desde el Hospital General de Alicante explican que hasta el momento, y debido a la pandemia, «se ha estado interviniendo a los pacientes con procesos tumorales y patologías de prioridad 1». Sostienen que a diario «se hace una planificación quirúrgica, atendiendo a la disponibilidad de quirófano, camas de hospitalización y de críticos». No obstante, añaden que ante la bajada de casos covid, «se va a reactivar en breve la cirugía mayor ambulatoria, así como el autoconcierto, con el fin de agilizar las listas de espera, siguiendo un criterio de prioridad clínica».

Aumento de la espera

La tercera ola de la pandemia ya está teniendo su reflejo en las listas de espera, y concretamente en los pacientes que llevan esperando más de seis meses para pasar por quirófano, cuya cifra ha aumentado un 17% en el mes de enero. Según los datos publicados por la Conselleria de Sanidad, en la provincia de Alicante hay más de 7.700 enfermos que llevan más de 180 días a la espera de que su hospital les llame para pasar por quirófano. Son los que más tiempo llevan, porque la lista de espera en global suma más de 23.000 enfermos en total en la provincia.

En estos momentos, según la Conselleria de Sanidad, la demora media para una operación es de 115 días en la provincia, casi 20 días más que el mes anterior. Los hospitales de Sant Joan y el General de Alicante son, según estas cifras de Sanidad, los centros que más tiempo tardan en llamar a un paciente para ser operado, 163 días y 161 respectivamente. Las concesiones administrativas se encuentran en el extremo contrario, con 66 días en el caso del hospital del Vinalopó y 57 en el de Torrevieja.