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Coronavirus: Un año de pandemia

Los testimonios de una paciente y dos médicos de los primeros en enfermar resumen doce meses de coronavirus en la provincia - El covid deja por ahora en Alicante 2.539 fallecidos y 146.000 contagiados - Los hospitales han atendido a más de 11.000 personas

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Con secuelas doce meses después de pasar el covid PILAR CORTÉS

Hace un año que La Torre de les Maçanes vivió uno de los días más intensos que se recuerdan en esta pequeña localidad. Una de sus vecinas era la primera paciente de la provincia en dar positivo en covid. Fue el punto de inicio de la mayor crisis sanitaria de la historia moderna provincial. Un año de toques de queda, restricciones, confinamientos y hospitales desbordados. La pandemia deja 2.539 fallecidos e historias personales difíciles de digerir.

Aún no se hablaba de pandemia, las mascarillas sólo se usaban dentro de los hospitales y la vida seguía como si tal cosa en las calles, bares y comercios. Esta semana se cumple un año de la llegada a la provincia de Alicante de una pandemia que ha cambiado nuestras vidas y que ha desembocado en una crisis económica y social sin precedentes. Un año de los primeros contagios cuando la mayoría pensaba que esto sería poco más que una mala temporada de gripe. A aquellos tres primeros casos, detectados en Torremanzanas, San Vicente y en la Vega Baja, han seguido 146.000 enfermos más, de los que han muerto 2.539. Una pandemia que ha puesto contra las cuerdas al sistema sanitario, con tres olas en las que han sido hospitalizadas 11.227 personas y 1.456 han necesitado cuidados intensivos.

Coronavirus: Un año de pandemia

Coronavirus: Un año de pandemia Informacion TV

Asunción Cartagena fue una de las primeras pacientes en infectarse e ingresar en la UCI. Recuerda exactamente cuándo contrajo la enfermedad. «Fue el 7 de marzo a raíz de una celebración en la que se contagió buena parte de la familia». A ella ni se le podía pasar por la cabeza que estuviera infectada de covid, pero a su hermana médico sí. «Me dijo que ni se me ocurriera moverme de casa y a los dos o tres días, en vista de que empeoraba, me llevó al hospital de Sant Joan». A las pocas horas, Cartagena era trasladada a la UCI porque no podía respirar. No abandonaría la unidad de críticos hasta 92 días más tarde y el hospital hasta cinco meses después. Allí cumplió los 63 años, «aunque de ese día no recuerdo nada porque era de los que peor estaba».

"Cumplí los 63 años en la UCI, pero no recuerdo nada porque era uno de los días que peor estaba"

ASUNCIÓN CARTAGENA - PACIENTE DE CORONAVIRUS

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Y es que el caso de Cartagena es de los que puede calificarse de milagro. «Estuve muy mal, me intentaron desintubar tres veces y en todas empeoraba. Parece ser que el plasma de paciente recuperado fue lo que me ayudó a remontar cuando los médicos ya lo daban todo por perdido». A mediados de julio abandonó el hospital, pero sólo como paciente ingresada, «porque sigue siendo como mi segunda casa». Y es que Cartagena aún tiene importantes secuelas que la llevan con regularidad al hospital de Sant Joan. «Acudo a rehabilitación y a cirugía porque me quedan escaras en un pie, tengo fibrosis en los pulmones y sólo ahora comienzo a caminar, pero para las distancias largas sigo usando la silla de ruedas». Las secuelas psicológicas, por contra, no han hecho mella en esta mujer de carácter alegre y positivo. «Tengo el oportunidad de volver a vivir y soy feliz con eso». Lo que no puede olvidar «es el cariño con el que me trataron en el hospital, todos sin excepción, como si fuera alguien más de su familia». También recuerda lo afectados que en esa primera ola se encontraban los médicos y enfermeros «porque los pacientes se les morían. Estaban hechos un trapo».

"Aún me fatigo mucho y me están curando una escara que me queda en el pie"

ASUNCIÓN CARTAGENA - PACIENTE DE CORONAVIRUS

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Joaquín Sánchez fue uno de los primeros médicos en contagiarse de coronavirus. Acabó ingresado 55 días, 15 de ellos en la UCI, bajo el cuidado de sus compañeros. JOSE NAVARRO

"Me asusté cuando no pude respirar. La sensación era la de estar bajo el agua y no poder salir"

JOAQUÍN SÁNCHEZ - MÉDICO CONTAGIADO DE COVID

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Asunción compartió estancia en la UCI con Joaquín Sánchez, médico del servicio de Digestivo del Hospital de Sant Joan. Sánchez fue uno de los primeros sanitarios en contagiarse de covid, un virus que ha golpeado con intensidad a las plantillas de hospitales y centros de salud. En su caso, desconoce cómo se contagió en torno al 19 de marzo, pero sí que inmediatamente sospechó qué había detrás de la fiebre que tenía. «Me encerré en una habitación de casa y me dejaban la comida en la puerta». El 30 de marzo empezó a encontrase peor. «Los compañeros me pidieron una placa y ya no me dejaron salir del hospital». Kaletra, cloroquina…. Sánchez fue tratado con todo el arsenal de medicamentos que en la primera ola se usaron, a la desesperada, para tratar a los enfermos de covid. «Me dio una diarrea terrible que me afectó al riñón, por lo que trasladaron a la UCI».

"A mis compañeros del Hospital de Sant Joan les debo estar aquí ahora"

JOAQUÍN SÁNCHEZ - MÉDICO CONTAGIADO DE COVID

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Allí vivió los momentos más duros. «Me dio la tormenta de citoquinas que sufren algunos enfermos y me ahogaba. Ahí pasé verdadero miedo, porque la sensación era la de estar debajo del agua y no poder salir a la superficie para respirar». El oxígeno a alto flujo le sacó adelante tras 55 días en el hospital, 15 de ellos en la UCI. Eso «y el cuidado de mis compañeros, a los que debo el estar aquí». Hoy Joaquín Sánchez no tiene secuelas y este viernes se jubila del hospital, «no porque me encuentre mal, sino porque esta no es mi medicina. La pandemia ha hecho que no me apetezca seguir».

Para Sergio Reus este año de pandemia deja logros muy significativos, aunque no se atreve a poner una fecha al fin de la pandemia.

"En este año hay más luces que sombras. Tenemos tratamientos y las vacunas"

SERGIO REUS - MÉDICO DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS

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En este año la pandemia ha dejado cifras e historias personales difíciles de digerir. Pero para los especialistas hay más luces que sombras en estos doce meses de carrera contrarreloj. «Aún nos faltan antivirales que reduzcan la mortalidad, pero sí tenemos varios tratamientos que mejoran el pronóstico del coronavirus», explica Sergio Reus, adjunto de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Alicante. Y es que Reus recuerda aquellos primeros meses de pandemia, «cuando usábamos tratamientos sin tener la certeza de que servirían, y eso era muy frustrante». Aunque no se atreve a pronosticar cómo será nuestra vida en verano, este especialista cree que las vacunas son también un elemento para la esperanza. «Es increíble que en menos de un año de pandemia tengamos varias vacunas tan eficaces.

"Me contagié y fue muy frustrante no poder ayudar a mis compañeros"

SERGIO REUS - MÉDICO DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS

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En el Hospital General, por ejemplo, los casos han desaparecido prácticamente desde que se vacunó al personal». Reus también fue uno de los profesionales que se contagió en la primera ola, a principios del mes de marzo. El covid le tuvo tres semanas de baja, con la frustración de no poder ayudar a sus compañeros y de perderse el poder estar en la primera línea de una pandemia. Reconoce que miedo no sitió en esas semanas de enfermedad. «Al principio pensábamos que sólo morían las personas mayores que tenían enfermedades previas, sólo cuando volví a trabajar me di cuenta de que había gente de mediana edad que estaba muy grave en la UCI». El Hospital General de Alicante, como el resto de centros de la provincia, va dejando atrás la tercera ola. Todo un tsunami de pacientes «que sólo ha sido posible atender porque todo el hospital nos hemos dedicado a atender coronavirus, algo sin precedentes hasta el momento».

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