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El cierre de la hostelería en España y resto de Europa hunde la campaña del limón en la provincia

Asaja-Alicante pide al Consell ayudas directas y exenciones fiscales para el sector agrícola como ha hecho con los restaurantes

Limones sin recoger en una explotación agrícola de la provincia

Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante alerta de la dramática situación de crisis que están atravesando los agricultores de limón de la provincia de Alicante, que han visto como desde mediados de noviembre empezaron a paralizarse las operaciones de compraventa de limón a causa de los continuos confinamientos de la población para tratar de contener el avance del covid. La estocada final a la campaña de la variedad Fino ha llegado con el cierre de la restauración en muchas partes de España y Europa, que ha terminado de hundir por completo las operaciones, además de provocar que los pocos contratos que se están firmando se hagan por “precio periódico”, que actualmente están por debajo de los costes de producción, vulnerando con ello la Ley de la Cadena Alimentaria y el Decreto 5/2020 del Ministerio de Agricultura. Por todo ello, ASAJA Alicante solicita que, igual que se han aprobado ayudas para la hostelería, se aprueben ayudas directas o beneficios fiscales para los sectores directamente afectados por el cierre de la restauración. 

Los agricultores de limón fino se encuentran en una grave crisis como hacía años que no recordaban y se enfrentan a pérdidas millonarias aún por cuantificar, que pueden ser dramáticas para un sector que ha sido el salvavidas de la balanza económica total del agro alicantino durante el año de la DANA (2019) y durante el año covid  La campaña comenzó a ralentizarse a mediados del mes de noviembre del 2020, cuando empezaron las restricciones y confinamientos de la población para tratar de contener el avance de la pandemia. A pesar de que tras el paso de la borrasca “Filomena” y con la llegada del frío parecía que las operaciones se reactivaban, esto no llegó a perdurar más que solo unos días y a mediados de enero, con el cierre de la restauración en muchas partes de España y Europa, las operaciones de compra-venta de la variedad Fino quedaron prácticamente paralizadas y las pocas que salen adelante se están llevando a cabo con contratos por debajo de los costes de producción, vulnerando con ello la Ley de la Cadena Alimentaria, que en su última reforma de febrero del 2020 estableció la prohibición expresa de la compra a pérdidas. 

 Todos estos factores han llevado a que la campaña del limón esté siendo desoladora y que los campos de limones de la comarca de la Vega Baja ofrezcan un escenario dantesco, donde los agricultores están arrancando el fruto y tirándolo al suelo porque no tiene precio y, a su vez, necesitan quitar el cítrico del árbol para que este pueda brotar para la siguiente cosecha. Ante una situación en la que no hay demanda y, además, hay una situación de venta a pérdidas, desde ASAJA Alicante reclamamos al Gobierno de la Comunitat Valenciana que, al igual que ha aprobado ayudas para la restauración por su cierre, también apruebe ayudas directas o compensación vía beneficios fiscales para los sectores que se ven afectados por este mismo motivo, en este caso los agricultores que están teniendo problemas para comercializar su producto como consecuencia de la caída del canal Horeca, subraya Asaja en un comunicado.

  

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