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UCI

Las UCI se vacían a un ritmo más lento en la tercera ola al ingresar gente más joven

Uno de cada cuatro hospitalizados en la provincia de Alicante está en las unidades de críticos - Los intensivistas alertan del riesgo de una cuarta ola

Las unidades de Cuidados Intensivos tienen un ritmo mucho menor de recuperación que el de los contagioso las hospitalizaciones generales. Así, mientras que la caída de los casos activos de coronavirus desde el pico alcanzado el 30 de enero hasta el 8 de marzo, cuando se registraron 75.444 y 5.604 casos respectivamente, ha sido de un 92% y los pacientes hospitalizados han caído un 80% en ese mismo periodo, el descenso de las UCI ha sido de 21 y 9 puntos menos, al producirse un 71% de bajada.

«La curva de las UCI suele ir algo más retrasada que la de hospitalizados porque la gente en críticos está más tiempo ingresada, si se acelera esa caída es porque no están yendo bien las cosas», explica la máxima responsable de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva, Marisa Blasco. La también responsable de UCI del Hospital Clínico de València cuenta que los pacientes que actualmente se encuentran en las unidades de críticos son «pacientes que están en fase crónica, que tienen una recuperación lenta».

Como ejemplo, basta con observar los últimos datos facilitados ayer por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública sobre los hospitales públicos de la provincia. De los 308 pacientes hospitalizados, 81 ocupan una cama UCI en los distintos centros de la provincia. O, dicho de otra manera, algo más de 1 de cada cuatro enfermos de covid-19 está hospitalizado en una cama de críticos. Y lo mismo ocurre con el descenso de la ocupación. El número de hospitalizados se redujo ayer en 30 personas, mientras que en la UCI se registraron ocho ingresos menos que en la jornada anterior.

Y es que, en términos generales, la curva de las UCI de la tercera ola está descendiendo también a un ritmo menor que la de la primera ola. Entre el 1 de abril de 2020, cuando la ocupación en las unidades de críticos alcanzó su máximo en la primera ola, y el 13 de mayo (cuarenta días después) las personas atendidas en críticos cayeron un 82%. Este descenso es 10 puntos más rápido que el ritmo que ha marcado la evolución de los cuidados intensivos en esta tercera ola, donde se superaron los registros de la primera: 670 a 386.

Los expertos indican que este freno a la velocidad de descenso se explica, en un primer lugar, porque mientras que en abril había un confinamiento prácticamente total, en el mes de febrero el cierre ha sido más suave, sin llegar a un encierro absoluto en casa, sino con unas fuertes restricciones a los contactos sociales que han sido clave para doblegar la curva. El otro punto que señalan es el cambio en el perfil del paciente atendido.

«Se ha ampliado el perfil, antes era más mayor, pero ahora se ha diluido, hay más gente sin patología previa y ha bajado la media de edad, lo que refleja que ha habido un contagio comunitario y más extendido entre la sociedad», detalla la doctora Blasco. En este sentido, recuerda que las personas más mayores no son las potenciales de ocupar camas UCI sino que lo hacen principalmente aquellas de mediana edad.

«Los casos se alargan»

Blasco sitúa la media de estancia en UCI en 15 días, pero hay casos que se alargan, como pasa con algunos de los que están hoy ingresados. De hecho, en otros hospitales tanto de la provincia como del conjunto de la Comunidad indican que de los pacientes que tienen en intensivos, la mayoría lleva más de 45 días de ingreso. «Las altas van muy lentas con intubación y ventilación mecánica», aseguran los sanitarios.

El nivel de ocupación de las UCI continúa alto. El porcentaje que facilita el Ministerio de Sanidad habla de un 17% de las camas de críticos ocupadas con un paciente covid, pero este cálculo está hecho sobre el máximo de camas que se pueden desplegar (unas 1.200) que es prácticamente el triple de las plazas de UCI con las que habitualmente trabaja la sanidad pública valenciana.

Por este motivo, los intensivistas apelan a la cautela ante una previsible cuarta ola. «El virus sigue estando ahí, los contagios han caído porque habíamos reducido los contactos sociales, pero una vez volvemos a ampliarlos, los casos volverán a subir», reiteran como mensaje. No en vano, el mantra se repite entre los expertos que aconsejan al Consell, que hoy decidirá si se dan nuevos pasos en la desescalada.

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