¿Son más virulentas o contagiosas? ¿Cuántas han llegado a España? y si la vacuna es efectiva para todas ellas son algunas de las cuestiones que se plantea la población con la aparición de nuevas cepas de la covid-19. José Miguel Sempere, licenciado en Medicina y Cirugía y catedrático del Área de Inmunología en la Universidad de Alicante, intenta resolver las principales dudas.
1- ¿Cuántas cepas nuevas hay?
En la actualidad son varias las cepas y variantes que están siendo objeto de estudio por parte de la comunidad científica, si bien, de momento son tres variantes las que más preocupan por su mayor transmisibilidad, letalidad y/o posibilidad de escapar a la acción neutralizante de los anticuerpos producidos por el sistema inmunitario. Se trata de las ya conocidas variantes británica (B.1.1.7), sudafricana (B.1.351) y brasileña (B.1.1. 28.1; también llamada P.1). Otras variantes como la danesa (Cluster 5), que en su momento también fue motivo de preocupación, parece estar bastante controlada. Sin embargo, otras como la nigeriana o la californiana, aunque todavía no se han extendido tanto como las tres anteriores, también están siendo objeto de estudio.
2- ¿Cuántas han llegado a España?
De las tres variantes que más preocupan en la actualidad, todas ellas han llegado ya a España, aunque la que más se ha extendido por el momento es la variante británica, que sigue diseminándose rápidamente, superando ya en algunas comunidades el 50% de los nuevos casos.
3- ¿Cuál es más agresiva y en qué se diferencian?
Las tres variantes comparten una mutación común (N501Y) en la zona de contacto íntimo de la proteína S (espícula) del virus con el receptor de la célula, que les proporciona una mayor transmisibilidad o capacidad de infectar. La sudafricana y la brasileña, comparten además otra mutación (E484K) que les proporciona una mayor facilidad para poder escapar a la acción neutralizante de parte de los anticuerpos. De las tres variantes, la británica parece ser la más virulenta y asociarse a una mayor letalidad.
4- ¿La vacuna sirve para todas?
Las vacunas de las que disponemos desencadenan una respuesta de distintos tipos de anticuerpos frente a la proteína S (espícula) del virus. Si tenemos en cuenta que el porcentaje de mutaciones que presentan las nuevas variantes para esa proteína no llega al 1% del total, podemos asumir que gran parte de los anticuerpos que se forman pueden seguir neutralizando correctamente al virus, por lo que en principio es de esperar que, aunque la respuesta inmunitaria frente a esas variantes se vea algo reducida, no desaparezca por completo, al menos por el momento.
5- ¿Se pueden contraer si ya se ha pasado el virus o se está vacunado?
Sí. Aunque todavía se necesitan más estudios al respecto, las vacunas que tenemos en la actualidad no son completamente esterilizantes, por lo que sobre todo parecen actuar impidiendo o disminuyendo la aparición de síntomas, pero no evitan que el virus se pueda seguir transmitiendo.
6- ¿Cómo se están controlando?
La comunidad científica tiene muy claro que es imprescindible realizar un correcto seguimiento y monitorización de las mutaciones y variantes, tanto de las actuales como de las que vayan surgiendo en el futuro. Por eso se están incrementando progresiva y diariamente las secuenciaciones del genoma de estas nuevas variantes en los laboratorios, con el objetivo de identificarlas con la mayor precisión y premura posibles.
7- ¿Cómo se podría evitar que lleguen a España?
En un mundo global es muy difícil evitar que las variantes puedan llegar a cualquier país. Cerrar fronteras puede ser una solución paliativa, porque para que fuese realmente eficaz quizás debería prolongarse durante bastante tiempo, lo que se antoja bastante complicado de compaginar con la economía. Creo que es fundamental que al menos se extremen las precauciones y las medidas de control en aeropuertos.
8- ¿Cómo se pueden frenar los contagios de estas nuevas cepas? ¿Sirven las mismas medidas?
Una de las mejores maneras de controlar/frenar las actuales variantes, y de intentar impedir la aparición de otras nuevas, es no parar de vacunar día y noche. El virus ha de empezar a sentirse incómodo, a entrar en un terreno que cada vez le sea menos propicio para infectar a nuevos huéspedes y para replicarse en el interior de las células. Cuanto menos pueda replicarse, menos riesgo hay de que aparezcan nuevas variantes, ya que los virus solo pueden mutar si se replican. Es básico pues que agilicemos la vacunación, sin olvidar, por supuesto, las medidas de protección habituales.
9- ¿Son realmente más contagiosas?
Los estudios llevados a cabo hasta ahora así lo confirman.
10- ¿Estamos preparados para que crezcan los contagios de nuevas cepas?
No tengo claro cuánto puede aguantar de nuevo el sistema sanitario del país sin volver a sufrir otro colapso, cuantos colapsos más es capaz de aguantar, o las fuerzas que puedan quedarles a muchos compañeros para poder seguir soportando nuevas oleadas descontroladas del virus. Por eso estoy más que convencido que lo que debemos hacer es todo lo posible por evitarlo o, al menos, por disminuir al máximo el riesgo.
11- La llegada de nuevas cepas, ¿alargará el fin de la pandemia?
Sin duda. Por eso es tan importante que mejoremos cuanto antes la estrategia de vacunación actual, no solo en España sino en Europa y en todo el mundo; y que la llevemos a cabo con el máximo rigor, con la máxima celeridad y de la manera más optima posible.
12- ¿Se esperaba que hubiese nuevas cepas tan rápido?
¿Son más virulentas o contagiosas? ¿Cuántas han llegado a España? y si la vacuna es efectiva para todas ellas son algunas de las cuestiones que se plantea la población con la aparición de nuevas cepas de la covid-19. José Miguel Sempere, licenciado en Medicina y Cirugía y catedrático del Área de Inmunología en la Universidad de Alicante, intenta resolver las principales dudas.
Todos los virus cambian con el tiempo. Es normal que suceda, por lo que también es normal que aparezcan nuevas variantes. Además, el SARS-CoV-2 contiene ARN, un ácido nucleico que comete más errores en sus replicaciones que el ADN presente en otros virus, por lo que puede mutar más. No obstante, los últimos estudios apuntan a que tiene una capacidad de mutar muy inferior a la de la gripe o el sarampión.
