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Cañas acumuladas en el Barranco de las Ovejas

El Ayuntamiento considera que la limpieza del barranco de las Ovejas es del Júcar

El Consistorio subraya que el cauce no es de su competencia porque está inundado, pero sí saneará los de Agua Amarga y Juncaret-Orgegia

El Ayuntamiento de Alicante optó por mantenerse de perfil en el problema que representa la falta de mantenimiento y suciedad en el Barranco de la Ovejas y trasladó la responsabilidad de su cuidado a la Confederación Hidrográfica del Júcar, al tratarse, según fuentes del Consistorio, de un cauce inundado. «En el caso del Barranco de las Ovejas, que está con agua, lo normal es que lo asuma la Confederación», subrayaron las mismas fuentes, que sí apuntaron que en el caso de los barranco de Agua Amarga y Juncaret-Orgegia, los desbroces y limpieza del cauce corren a cargo del presupuesto municipal. En el caso de Agua Amarga, se actúa cuando es necesario sobre un tramo de unos 800.000 metros desde el puente de la carretera de Elche hacia arriba (la parte del mar es de Costas), y en el barranco de Jucaret-Orgegia se hace desde la desembocadura hasta algo más arriba de Santa Faz (el tramo encauzado).

Sin embargo, el Ayuntamiento eludió cualquier responsabilidad en el Barranco de las Ovejas, un cauce muy polémico y que, si bien está inundado en la parte de la desembocadura por la entrada de agua del mar, tiene una zona seca, aguas arriba, en la que se también se acumula la basura, pero según el Consistorio la responsabilidad es de la Confederación del Júcar.

Una entidad, adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica, que tradicionalmente ha puesto pegas a la limpieza de los barrancos, aunque ella eludiera las labores, como sucedió en Agua Amarga al impedir que la fábrica Aludium asumiera la limpieza.

En este sentido, Compromís ha llevado hasta el Congreso el desastre ambientalque se puede producir en el Barranco de las Ovejas de Alicante por el abandono que sufre el cauce, ya que ni la Confederación Hidrográfica del Júcar ni el Ayuntamiento de Alicante lo limpian con periodicidad. El diputado de la coalición nacionalista, Joan Baldoví, ha trasladado el asunto a la Mesa del Congreso en forma de dos preguntas parlamentarias en las que reclama información sobre cuándo tiene previsto acometer la Confederación Hidrográfica del Júcar la limpieza del barranco y también del de Agua Amarga, que desemboca junto a la EUIPO y la fábrica Aludium.

Baldoví pregunta también de qué manera se va a coordinar con el Ayuntamiento de Alicante para garantizar el mantenimiento y estado óptimo de esos dos cauces urbanos. Baldoví recuerda que las lluvias que se han producido desde 2019 y la falta de limpieza ha provocado la colmatación del canal, generando grandes islas en el interior de su cauce, lo que reduce su capacidad de desagüe. «Además, las cañas han crecido y la vegetación a lo largo del cauce natural se ha vuelto mucho más frondosa. También hay muchos residuos sólidos en el cauce como carros de la compra, ruedas y muchos plásticos», denuncia el diputado de la coalición Compromís, que ha llevado el tema al Congreso.

Un peligro para el barrio de San Gabriel en caso de una gota fría

Geógrafos de la Universidad de Alicante exponen el preocupante estado de degradación

Un informe del geógrafo de la Universidad de AlicanteAntonio Oliva, ha constatado que el abandono en el que se encuentra el cauce del Barranco de las Ovejas, tanto en su tramo final en San Gabriel como aguas arriba, lo ha convertido en una auténtica bomba de relojería de cara al próximo episodio de lluvias torrenciales. La falta de conservación es tal, que Oliva, advierte de que en caso de una tromba podría producirse un desastre como el de 1982, cuando un gota fría y su posterior riada partieron en dos el barrio de San Gabriel. El catedrático Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología, coincide en la existencia de este riesgo.

Oliva y Olcina denuncian que la falta de coordinación de la Confederación Hidrográfica del Júcar y el Ayuntamiento de Alicante para acometer la limpieza del cauce bloquean la solución, que no es otra que un correcto mantenimiento. Desde que se hizo el encauzamiento del barranco, su tramo final no está teniendo mantenimiento y se acumulan vertidos y crecimiento de vegetación que suponen obstáculos ante una posible crecida del barranco, además de ofrecer una imagen de suciedad y degradación.

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