La primavera es la estación en la que las alergias son las protagonistas. Muchas personas son alérgicas al polen y durante estos días habrán notado que los síntomas han sido mucho más fuertes: congestión nasal, rinitis o conjuntivitis. Esto se debe a que, según el modelo de Meteored, los niveles de polen de olivo y gramíneas han superado ampliamente los límites de riesgo en varias zonas de España, notándose especialmente en aquellas ciudades en las que la contaminación es mayor, explica Natacha Payà, experta de Meteored. Se espera que los próximos días el nivel de polen de las oleáceas sea muy alto, sobre todo en la mitad sur peninsular. En Andalucía, Extremadura el interior y norte de Comunidad Valenciana, Madrid y Castilla-La Mancha serán las zonas más afectadas, donde las concentraciones sobrepasarán los 200 granos por metro cúbico (granos/m3), considerado el umbral a partir del cual los alérgicos muestran síntomas evidentes.
Se elevan los niveles de polen de gramíneas
En los últimos días, el polen de las gramíneas, plantas herbáceas procedente de la familia de las Poaceae y causa principal de alergia en nuestro país, está afectando a la salud de muchas personas en la mitad sur peninsular.
En las comunidades de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha e han alcanzado niveles “muy altos” en estos últimos días, considerados como aquellos que superan los 50 granos/m3. Durante las jornadas de hoy y mañana se esperan concentraciones superiores a los 90 granos/m³ en estas regiones, mientras que durante el jueves y el viernes se acercarán a los 100 granos/m3 Andalucía, Castilla-La Mancha, el sur de Madrid y Extremadura.
El uso de la mascarilla puede ayudarnos a prevenir la alergia. Además, resulta aconsejable mantener las ventanas cerradas en la medida de lo posible y permanecer en casa cuando haya un mayor nivel de polen, normalmente entre las cinco y la diez de la mañana. También debemos evitar tender la ropa al aire libre y tomar medicamentos solo si lo indica un médico.
La cantidad de polen en el aire varía de un día para el otro, así como durante el día. Planificar las actividades al aire libre cuando el nivel de polen generalmente es bajo puede minimizar los síntomas de la fiebre del heno. En un día típico, los niveles de polen aumentan durante la mañana, alcanzan su punto más alto al mediodía y luego bajan de forma gradual. De modo que los niveles más bajos de polen ocurren usualmente antes del amanecer, al finalizar la tarde y temprano en la noche. Pero todo es relativo: si el nivel de polen es muy alto, una posterior disminución moderada durante el día puede dejar igualmente una alta concentración de polen en el aire.
El clima y los factores ambientales también influyen fuertemente en los niveles de polen durante todo el día. El viento agita el polen en el aire, manteniendo los niveles elevados, mientras que la lluvia disminuye significativamente el polen en el aire en cualquier momento del día. Y en las zonas urbanas, los niveles de polen tienden a subir y bajar más tarde que en los suburbios de la ciudad. Cuando conoces las horas con mayor probabilidad para un nivel de polen bajo, puedes planificar mejor tus días durante la temporada de fiebre del heno. El control de tu alergia al polen no debería quitarte todo tu tiempo.
