Nuevo fracaso municipal, y ya son tres consecutivos, en el intento de dotar de servicios a la playa canina de Agua Amarga, que se proyectó en 2016 como un atractivo turístico más para la ciudad. El Patronato de Turismo, que dirige Mari Carmen Sánchez (Cs), no ha recibido ninguna oferta ante la licitación del servicio para la explotación de un «food truck» con terraza y el alquiler de sombrillas y tumbonas durante dos años (2021 y 2022). Todo apunta a que la playa acumulará tres veranos consecutivos sin servicios, salvo que el patronato lance de nuevo la adjudicación (lo que, en el mejor de los casos, retrasaría su puesta en marcha) o busque una fórmula alternativa. El pasado 2020 también quedó desierta la licitación después de tres intentos, mientras que en 2019 se intentó una vez con «food truck» y dos previas con chiringuito. Sin éxito.
Según la Plataforma de Contratación, la última licitación se anunció el pasado 6 de mayo. Las posibles empresas interesadas, que finalmente no ha sido ninguna, tenían de plazo hasta 18 de mayo para presentar sus ofertas. Sin embargo, el Patronato municipal ha tenido que dar por cerrado el procedimiento al no recibir ninguna propuesta. Ha quedado desierto.
El pliego de condiciones recogía que la concesión tendría una duración de dos años, con dos posibles prórrogas de una temporada cada una (es decir, podría estar en vigor hasta el verano de 2024). El periodo de explotación del servicio se pretendía extender desde el 1 de junio [hoy tendrían que estar en marcha los servicios] hasta el 30 de septiembre, tanto para el «food truck» como para el alquiler de sombrillas y tumbonas. El precio mínimo del canon que exigía el Patronato de Turismo era de 5.812 euros al año. Por su parte, los precios máximos de los servicios serían de 6 euros para las sombrillas fijas y portátiles (por unidad y día), 5 euros para las tumbonas (por unidad y día) y, por último, 2,5 euros para las sillas playeras (por unidad y día). El horario, por su parte, del «food truck», según el pliego de condiciones del contrato impulsado desde el Patronato, sería de 9 de la mañana a 1:30 horas de la madrugada.
Esta condiciones son similares a las incluidas en el pliego del pasado verano, que tampoco tuvo éxito. Entonces, el canon era de 4.359 euros al año, ya que el periodo del servicio era un mes menor (de 15 de julio a 15 de septiembre). En la práctica, mismas cifras. También era idéntico el precio máximo de los servicios y, en la práctica, era similar el periodo de concesión (tres fijos y uno variable). En cambio, el horario para este verano iba a ser más amplio (ya que la previsión en 2020 era cerrar a medianoche).
Sin embargo, todos estos datos se han quedado en poco más que un brindis al sol, porque por tercer año consecutivo no se esperan servicios en la playa canina de Agua Amarga. Esta situación dista mucho de la que se vivió en 2016, con el tripartito al frente del Ayuntamiento de Alicante. Entonces, la playa canina de Agua Amarga fue inaugurada con numerosos servicios pensados para animales. Había un chiringuito con una carta a medida de los canes, con latas de comida, pizzas para perros, helado a base de frutas y yogurt, y hasta una cerveza especial para las mascotas a base de proteína y ácido láctico. También ofrecía cremas solares, sombrillas y tumbonas para los animales. Servicios similares se fueron prestando hasta 2018.
Desde esa fecha, nada, y eso que el Patronato de Turismo, hace apenas cinco años, pretendía que esta playa se convirtiera en un reclamo para los turistas con mascotas.
