La saturación de la autovía A-70, que circunvala la ciudad de Alicante y comunica la capital de la provincia con Elche, deja un centenar de víctimas en accidentes de tráfico en un año. En 2019, cuyas cifras acaban de hacerse públicas, en los 31 kilómetros de recorrido de esta vía se registraron 64 siniestros con víctimas, en los que perdieron la vida dos personas y otras 101 resultaron heridas. Aunque solo uno de los lesionados fue de gravedad, el número de damnificados y de percances pone de relieve la elevada peligrosidad de esta autovía.
Los datos se reflejan en el Estudio de Accidentes y en el Anuario con el que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana evalúa la siniestralidad de la Red de Carreteras del Estado. Aunque se refieran a 2019, tienen plena vigencia, no solo por habers difundido hace pocas semanas, sino porque los problemas de la concentración de accidentes y la densidad del tráfico que resulta decisiva para ello persisten tal cual hace dos años. La A-70 tiene una intensidad media diaria anual superior a los 50.000 vehículos diarios en todo su recorrido, pero en el tramo entre el acceso a San Vicente del Raspeig y la Universidad de Alicante y el enlace con la A-31, a la altura de Mercalicante, alcanza los 90.000.
La pandemia no ha hecho que la autovía deje de estar saturada. Como ya publicó este periódico, si en julio de 2019 se alcanzó la cifra de 101.617 vehículos diarios en el citado tramo entre la Universidad y Mercalicante, el mismo mes del año pasado fueron 88.915, pese a reducirse la movilidad por la crisis sanitaria. Por ello, tan alta siniestralidad con heridos leves es fácilmente achacable a continuas colisiones por alcance, y en menor medida a choques de tipo lateral. Los siniestros más graves ya se pueden deber más a vuelcos, salidas de vía o colisiones frontales o frontolaterales. También resulta obvio, por la misma densidad del tráfico, que los puntos más conflictivos sean los entornos de los accesos, tanto a la hora de entrar a la autovía como para salir de la misma, donde son más probables acciones como frenazos o cambios bruscos de carril.
Cruces y travesías copan el mayor riesgo de siniestralidad
Entre el kilómetro 6 (acceso norte a Alicante) y el 23 (salida hacia el aeropuerto de El Altet) se concentran 11 puntos de alta siniestralidad, con tres o más percances con víctimas al año. En el mismo kilómetro 6 se produjeron en 2019 uno de los fallecidos y 12 heridos. Destaca también la salida hacia Villafranqueza, en el kilómetro 9, con seis siniestros y ocho heridos, mientras que en todo el tramo entre la Universidad y la A-31 se registraron 20 accidentes y se lesionaron 31 personas. También en el entorno del acceso a El Altet (kilómetros 21 al 23) hubo 14 accidentes, con 18 heridos en total.