La Concejalía de Urbanismo ya dispone del anteproyecto para la musealización de La Británica. Este documento técnico es clave para lograr que el Ministerio de Hacienda ceda el uso del complejo industrial situado en la Serra Grossa, que el bipartito pretende poner en valor, para dar a conocer tanto a los alicantinos como a los turistas, con una iniciativa dividida en tres fases (recintos exteriores e interiores y la integración paisajística y urbana) y con un periodo de ejecución que rondar los dos o tres años. El presupuesto estimado para el conjunto del proyecto supera los 14 millones, que el Ayuntamiento aspira a conseguir a través de los fondos europeos «Next Generation».
El anteproyecto, elaborado por dos arquitectos contratados por el área de Urbanismo, presenta las intervenciones necesarias para permitir la visita y el uso de estos espacios por los ciudadanos en condiciones de seguridad y salubridad, así como para recuperar el patrimonio arquitectónico e industrial, consolidando estructuras y facilitando su continuidad en el tiempo mediante su actualización. «Después de casi medio siglo de abandono y olvido, de expolio y destrucción de este lugar, de desconocimiento acerca de la antigua refinería, es el momento de que el espacio sea el protagonista», inciden los responsables del documento que se enviará al Ministerio para agilizar la cesión de un recinto con siglo y medio de vida.
Entre los espacios que se pretenden habilitar destaca el auditorio exterior, que se buscar «adecuar como zona polivalente, permitiendo crear un marco singular y único donde generar contenido exclusivo que dote a la ciudad de un espacio único para actuaciones, presentaciones o eventos cuyas características respeten el lugar donde se implanta y sus restricciones de uso, accesos y aforos». Las bóvedas, por su parte, deberán permitir «comprender la magnitud del espacio con un control lumínico y unos recorridos que faciliten el tránsito por el espacio pudiendo disfrutar de la escala, la roca, el sonido y las atmósferas que se generan en el interior de La Británica». La sala polivalente, por su lado, podrá funcionar «como espacio singular, para albergar pequeños eventos donde el protagonista sea el espacio de la roca, su temperatura y su oscuridad».
Miradores y una cafetería
El pabellón de acceso estará conformado por una «edificación ligera que acotará y regulará la entrada al conjunto, facilitando salvar la diferencia de cota con la primera galería, creando un acceso visible e identificable y englobando el corte de la roca como un patio interior monumental». También se proyectan miradores y una cafetería, entre otras dependencias. En total, se pretenden habilitar 10.700 metros cuadrados, en los que la iluminación tendrá un peso fundamental para realzar un referente singular y único en el mundo por sus características, al disponer de un conjunto de galerías y bóvedas excavadas en la roca de la Serra Grossa, en un enclave privilegiado, al estar situado frente al mar.
Según los arquitectos que han redactado el anteproyecto, «el conjunto de bóvedas y galerías permanecen intacto y en buen estado», pese a que se han detectados «asentamientos de infravivienda y un incremento de pintadas exteriores e interiores», entre otras muestras de un «total abandono de un elemento protegido y de alto valor patrimonial». La iniciativa en la que trabaja el área de Urbanismo persigue «consolidar, rehabilitar y acondicionar ese espacio».
