La Policía Nacional ha detenido en Alicante a un hombre de 54 años acusado de amenazas graves, atentado y tentativa de homicidio tras protagonizar un grave altercado en un bar con seis personas heridas. Primero agredió sin motivo alguno al cliente de un bar y a su nieta, de 3 años, y luego a su hijastra cuando salió en su defensa. Tres agentes resultaron heridos al reducirlo y antes de su detención intentó apuñalar en el cuello a uno de los policías con una botella rota. El arrestado fue trasladado a un centro hospitalario con el fin de ser examinado para comprobar su estado de salud. Además de los tres agentes heridos leves, la menor también sufrió lesiones al ser empujada y caer al suelo de espaldas, mientras que su abuelo también se lesionó al ser agredido y su hijastra, que salió en su defensa, sufrió una herida incisa.
El incidente ocurrió poco después de las seis y media de la tarde en una cervecería de la calle Farmacéutico Agatángelo Soler, en el barrio Virgen del Remedio de Alicante.
Llamadas al 091
La sala del 091 recibió varias llamadas para denunciar que se estaba produciendo una pelea en un bar y de inmediato envió patrullas al lugar para comprobar qué estaba sucediendo.
Los testigos relataron a la Policía Nacional que un hombre accedió al bar y sin mediar palabra le dio un puñetazo a un cliente que se encontraba con su nieta, de tres años de edad.
La agresión ocurrió al mismo tiempo que el autor del puñetazo le gritaba que iba a matarlo, algo a lo que no daban crédito los presentes porque no se conocían de nada.
A continuación, el agresor comenzó a lanzar mesas, botellas y vasos de la cervecería. Pero no acabó ahí el altercado. Cogió entonces una botella de cristal rota y empezó a decirle de nuevo al agredido que le iba a matar. Otros clientes, entre ellos una hijastra del agredido, se levantaron para intentar mediar en el incidente y la menor de edad que estaba con su abuelo fue empujada y se cayó al suelo, lo que le provocó lesiones en la espalda.
El hombre se marchó del bar cuando comenzó a escuchar las sirenas de la Policía y mientras huía a la carrera chocó contra un grupo de personas y también se peleó con ellos.
El agresor, que fue hospitalizado, intentó tres veces clavar una botella rota a un agente en el cuello
Un testigo le indicó a los policías dónde se encontraba el agresor, que estaba en ese momento intentando entrar en un edificio, y uno de los agentes acudió al lugar. Tras identificarse el hombre reaccionó de forma violenta y le amenazó de muerte. Así, trató de alcanzarle con la botella rota y el policía no tuvo más remedio que desenfundar su arma reglamentaria para mantenerlo a una distancia de seguridad mientras pedía refuerzos.
El sospechoso se metió a continuación en un ascensor, por lo que el policía evitó que pulsara los botones y pudiera marcharse. En ese momento llegaron otros agentes de apoyo y el agresor trató en tres ocasiones de apuñalar a un policía en el cuello con la botella rota. Se lanzó contra el policía y aunque no logró apuñalarlo sí consiguió causarle arañazos en el cuello y un hombro.
Los policías se lanzaron hacia el autor de la agresión y lograron reducirlo, aunque sufrieron lesiones de carácter leve en la actuación.
Los agentes usaron un escudo antidisturbios en la intervención para reducirlo con garantías de no ser apuñalados con la botella que esgrimía. Para ello pusieron en práctica la técnica del escudo invertido, de tal forma que le dan la vuelta y con la parte ovalada bloquean e inmovilizan al sospechoso.
El detenido, que también tenía sangre de la pelea, fue trasladado al Hospital General de Alicante, donde quedó ingresado. Fuentes policiales indicaron que el arrestado debió sufrir algún trastorno porque no era normal el incidente que protagonizó.
