No escatimó elogios ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles, con los «boinas verdes» del Mando de Operaciones Especiales (MOE) con base en el cuartel alicantino de Rabasa. Lo hizo directamente con los miembros del equipo operativo que se desplegó este verano en Afganistán para ayudar a evacuar al personal afgano que ha colaborado con España, pero Robles ensalzó a todos los integrantes de esta unidad de élite. En una sociedad donde, según la ministra, prima «el individualismo y los personalismos, ustedes son todo lo contrario: generosidad, eficacia, entrega y, algo que es muy importante, humildad».
La ministra de Defensa estuvo acompañada en la visita a Rabasa por el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Javier Varela, y antes de rendir un pequeño homenaje a los miembros del equipo que se desplegó en Kabul pudo escuchar de boca del jefe del MOE y del mando que estuvo al frente de la unidad los detalles de la misión y el material utilizado el pasado agosto.
Al margen de los detalles operativos de la misión, Margarita Robles destacó la emoción sentida al conocer la dedicación y esfuerzo de los «boinas verdes». Uno de los miembros de la unidad destacó que «ha sido un orgullo desplegar en esta operación. Estábamos de vacaciones en la playa y en menos de 12 horas nos encontrábamos en Kabul. No era una operación de las más complicadas que hemos hecho, pero había mucho estrés y drama humanitario».
La ministra indicó que uno de los «boinas verdes» tuvo que irse por su cuenta porque estaba de vacaciones y otro dejó a su mujer dando a luz a su hija. No la vio nacer, pero Robles destacó que gracias a su servicio «tiene la satisfacción de haber ayudado a muchos niños, algunos recién nacidos, a que puedan venir a un mundo mejor».
Margarita Robles resaltó ante los guerrilleros que estuvieron en Kabul el trabajo diario que realizan los componentes del Mando de Operaciones Especiales. «Donde no llega nadie, llegan ustedes y los hacen con discreción y eficacia en los sitios más difíciles», indicó la responsable ministerial. Añadió que «tienen toda mi admiración y respeto» y señaló que la evacuación realizada en Afganistán es una demostración de que España no deja abandonada a la gente que ha colaborado con el país.
Reconoció la frustración sentida por lo ocurrido en Afganistán tras veinte años de trabajo en los que se consiguió que fuera un país con derechos y libertades y la ministra de Defensa reiteró que España sigue trabajando «con prudencia y discreción» para lograr la salida de más afganos que se quedaron atrapados en su país.
Aunque no fue una misión militar, la ministra destacó que no se habría podido realizar sin la colaboración del personal del MOE. Fue una evacuación con fecha límite y en la que se enfrentaron a «avalanchas humanas, temperaturas extremas y contaminación», indicó Robles.
La situación vivida en Kabul fue «bastante dramática» y con «mucho estrés e incertidumbre», según «Frigo», nombre de guerra de uno de los «boinas verdes» que ayudaron a evacuar a afganos en los accesos al aeropuerto de Kabul.
La ministra entregó al jefe de la unidad que participó en la evacuación una placa de homenaje para mostrar el agradecimiento y orgullo por el trabajo realzado. El oficial del MOE que recibió la placa afirmó en presencia de Margarita Robles que «es un orgullo que España cuente con nosotros» y quiso dedicar el homenaje recibido a los trece militares de Estados Unidos que murieron en el atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, en el que fallecieron cerca de 200 personas. Miembros del MOE estaban en la zona «diez minutos antes», según la ministra. «Seguramente nos salvó la vida a alguno de nosotros», concluyó el jefe del equipo operativo.
