El padre de un bebé de siete meses investigado por causarle unas graves lesiones que propiciaron su ingreso en la UCI del Hospital General de Alicante el pasado mes de mayo se encuentra en libertad bajo fianza de 6.000 euros desde el pasado mes. Así lo acordó el juzgado de Instrucción número 9 de Alicante a petición del abogado defensor del padre, Francisco Miguel Galiana Botella. La Fiscalía no se opuso a la medida, pero sí exigió la retirada del pasaporte y prohibición de salir de España y de acercarse a su hijo. En el auto donde se decreta la libertad bajo fianza, el juzgado acuerda la retirada del pasaporte y confirma la prohibición ya existente de acercarse a su hijo.
La Policía Nacional detuvo en mayo al padre acusado de los delitos de presunto homicidio en grado de tentativa y omisión del deber del socorro, mientras que la madre fue arrestada por el segundo delito. El juzgado acordó a finales de mayor la libertad de la madre y la prisión del padre, quien ha estado recluido en la prisión alicantina de Fontcalent hasta el pasado mes de septiembre.
El juzgado también les retiró la patria potestad y el bebé, tutelado ahora por la Generalitat, se encuentra con una familia de acogida desde que se recuperó de las lesiones y recibió el alta en el Hospital General de Alicante.
El bebé estuvo ingresado grave en la UCI de Pediatría del Hospital General de Alicante con lesiones importantes, como rotura de costillas y órganos internos dañados. Sus padres le llevaron y alegaron que había sufrido un accidente doméstico, pero desde el Hospital General activaron el protocolo para estos casos y avisaron a la Policía al sospechar que las lesiones eran incompatibles con la versión de los progenitores.
Según el testimonio aportado por los progenitores tras su detención, el padre estaba con el bebé durmiendo en el sofá de su casa cuando el pequeño se cayó sobre un juguete. El padre afirma que en ese momento no notó que estuviera mal su hijo, pero cuando llegó luego su mujer de trabajar por la noche y le dio el pecho comenzó a vomitar, por lo que le llevaron a Urgencias.
Un pediatra del centro de salud que ha atendido al bebé desde que tenía dos semanas de vida declaró en el juzgado que investiga el caso que le extrañó lo ocurrido y que no notó nada anormal en las visitas de los padres a la consulta para pasar la revisión. Este médico señaló asimismo que el niño «iba bien» y que si hay maltrato el bebé llora enseguida.
Un segundo pediatra que examinó al bebé para un estudio nacional por tener diagnosticado cólico de lactante manifestó también en el juzgado que no vio ninguna actitud extraña en los progenitores.
