Llevan años implicándose en el empleo de sus alumnos, pero la próxima inclusión del nivel de empleabilidad del alumnado como nuevo requisito a la hora de recibir financiación por parte de la Generalitat, ha puesto las pilas a las universidades de la provincia, que ya prevén introducir desde el primer curso de carrera la actual formación extra en competencias que aportan los talleres prácticos, en contacto directo con las demandas empresariales y centrados, hasta ahora, en los últimos años de la titulación.
Los datos más recientes sobre inserción laboral del alumnado graduado en la provincia, recabados por los servicios de Calidad de las universidades de Alicante y Miguel Hernández de Elche, arrojan una media del 89% de empleo en el plazo del primer año, entre los titulados que buscan trabajo una vez que concluyen con éxito la carrera.
En concreto, la inserción laboral que presentan la UMH y la UA entre sus graduados, siempre según los datos aportados por las instituciones académicas tras la correspondiente encuesta entre los titulados que buscan empleo, asciende al 92,63% y el 88,1% respectivamente.
Entre las careras que superan el 95% de empleabilidad en ambos campus figuran Medicina, Enfermería o Fisioterapia en el sector de la salud; las ingenierías en general pero con mayores niveles de ocupación en Informática, Biomedicina, Robótica, Eléctrica, Telecomunicaciones y Arquitectura Técnica; así como Relaciones Laborales, Matemáticas, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Asimismo el grado de Bellas Artes de la UMH y el doble grado de Derecho y ADE y Filología Catalana en la UA presentan niveles óptimos de inserción laboral en relación siempre al volumen de estudiantes que titulan.
«La empleabilidad de los graduados la abordamos como un gran objetivo a través del Observatorio Ocupacional», subraya el vicerrector de Estudiantes de la UMH, José Juan López.
Al igual que la delegada de la rectora para el Empleo en la UA, Nuria Grané, hace hincapié en el impulso de un sin fin de cursos, talleres, seminarios y proyectos de prácticas extra curriculares con los que tratan de situar a los alumnos «en las mejores condiciones para el empleo», concreta Grané.
Y con este objetivo fomentan de igual forma la iniciativa emprendedora entre el alumnado, pero entendida desde el punto de partida de que «todos somos emprendedores, no solo el que va a trabajar por cuenta propia», aclara la delegada de la rectora. «Las actividades de emprendedurismo son tanto para generar trabajo como para buscarlo», coincide López.
En este paquete de competencias extra para sus graduados, las universidades tienen bien presente la demanda general de las empresas en cuestión de habilidades personales o soft skills a la hora de contratar nuevos empleados.
Imprescindible
El conocimiento que aportan las carreras universitarias puede ser más genérico de lo que precisa el empleador, de ahí que resulten imprescindibles determinadas competencias que aportan ese plus que, sumado al expediente académico y las prácticas, permite llevarse el gato al agua en cuestión de empleo.
«Si fallas en esas habilidades no vales para el empresario», advierte Víctor Tatay, director regional el grupo Addeco. Saber relacionarse, comunicar de forma eficaz, autorregularse las emociones, trabajar en equipo, ser flexibles y tener capacidad de adaptación a cambios continuos, que es el día a día de la empresa actual como matiza María Luz Pomares, experta en Recursos Humanos de MLP en la provincia, son algunos extra imprescindibles para el empleador.
Tatay y Pomares añaden además el liderazgo y la motivación para alcanzar una productividad óptima, sumadas a la planificación, la capacidad de resolver conflictos y, por descontado, el dominio tanto digital y tecnológico como de varios idiomas.
A este respecto el vicepresidente de Hosbec y CEO de Magic Costa Blanca, Javier García, valora el «gran trabajo» de las universidades a la hora de preparar a los jóvenes», tanto en la capacidad de abordar un aprendizaje continuo como en el pensamiento racional y crítico, pero echa de menos un mayor acercamiento a los conocimientos y capacidades que reclama la empresa privada.
«Las habilidades de tipo directivo, de liderazgo y de comunicación son aptitudes que habría que incluir en los contenidos formativos de las universidades», valora García, quien a su vez, y respecto al sector en el que se mueve, opina que a la hora de ponerlos en práctica, casi la mitad de los contenidos de algunas carreras «están obsoletos, haría falta actualizarlos abriendo nuevos puentes con la empresa turística para que mejore», puntualiza.
En esta misma dirección y entra la variedad de talleres y formación extra que promueven los campus, la UMH cuenta con un «certificado 5 estrellas» que incluye además de la nota media del expediente académico; la realización de prácticas en empresas en función del número de horas; el desarrollo de habilidades profesionales que contabiliza la formación complementaria; la proyección europea del currículo, con los mese de intercambio y el conocimiento de idiomas; la implicación en acciones de voluntariado social.
A su vez, desde la UA trabajan la «marca personal del alumno» en un plazo de seis meses a través el programa «Factoría de desarrollo», y prepara un portal web inteligente de salidas laborales que incluye tanto las competencias requeridas como el perfil de la empresa para que, a golpe de clic, los estudiantes conozcan de primera mano sus posibilidades.
Edgar Martorell, graduado en Economía y máster en Tributación, ex presidente del Consejo de Alumnos de la UA entre 2016 y 2019, valora de modo significativo la orientación extra académica que procura la universidad y que tan buenos resultados le ha dado. «No he estado desempleado ni un solo día», afirma.
Títulos con mayor nivel de empleo
Medicina
Relaciones Laborales
Ingeniería Informática
Ingeniería Biomédica
Ingeniería Robótica
Telecomunicaciones
Fisioterapia
Matemáticas
Ciencias del Deporte
Enfermería
Derecho y ADE
Arquitectura técnica
Habilidades que pide la empresa
Trabajo en equipo
Dominio digital
Liderazgo y motivación
Resolver conflictos
Comunicar y relaciones
Productividad
Capacidad de esfuerzo
Adaptación al cambio
Control emocional
Planificación
Aceptación de críticas
Manejo de idiomas
Inquietud profesional
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