Cuatro nuevos órganos judiciales se han puesto en marcha esta semana en Alicante, Dénia y Benidorm, entre ellos el primer juzgado de lo Penal que estará especializado en casos de violencia machista. El juzgado de lo Penal número 10 de Alicante será el primero de la Comunidad Valenciana con competencia exclusiva en violencia sobre la mujer y el 33º de España, aunque aún se está pendiente de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) dé el visto bueno a esta especialización.
La especialización ha sido solicitada por la junta de jueces de lo Penal de Alicante y ha sido apoyada y pedida al Consejo del Poder Judicial por la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad. Por tanto, por el momento tramitará asuntos como el resto de juzgados de lo Penal, aunque fuentes judiciales afirman que puede ser «cuestión de días» la aprobación por parte del CGPJ. Un juez de adscripción territorial (JAT) se ha hecho cargo provisionalmente del juzgado de lo Penal número 10, ya que este mes se convocará un concurso para ocupar esta y otras plazas en diferentes órganos judiciales.
Además de este juzgado de lo Penal que se dedicará en exclusiva a los casos de malos tratos, este lunes se han puesto en marcha también los juzgados de Primera Instancia número 15 de Alicante y número 6 de Dénia y el juzgado de lo Social número 2 de Benidorm.
La planta judicial de la Comunidad Valenciana se ha ampliado desde este mes con estos cuatro juzgados de la provincia de Alicante y un quinto en Valencia. A estos órganos hay que sumar los tres juzgados dedicados a asuntos relacionados con el covid que se crearon la pasada primavera y las dos secciones de las audiencias provinciales de Alicante y Castellón.
En el caso de la Audiencia de Alicante se trata de una nueva sección penal con sede en Elche, donde se «arrastra desde hace mucho tiempo una sobrecarga considerable de trabajo», según la consellera de Justicia, Gabriela Bravo.
Bravo afirma que su departamento ha invertido más de dos millones de euros durante 2021 para ampliar la planta judicial de la Comunidad Valenciana. Este dinero se ha destinado a la adecuación de espacios para los juzgados y al personal que trabajará en estos nuevos órganos judiciales. Según la consellera, desde 2015 se han puesto en marcha 34 nuevos órganos judiciales en la Comunidad Valenciana y destaca que la entrada en servicio de los últimos diez en 2021 «reafirma la apuesta del Consell del Botànic en la Justicia como servicio público esencial y que, por tanto, ha de contar con juzgados suficientes para atender a toda la ciudadanía».
Una vez se cuente con la especialización aprobada por el CGPJ, el juzgado de lo Penal número 10 de Alicante enjuiciará inicialmente casos de malos tratos del partido judicial alicantino y por ahora no asumirá asuntos del resto de la provincia para evitar su colapso nada más ponerse en marcha. La idea es que para finales de este 2022 se apruebe un segundo juzgado de lo Penal con competencia exclusiva en violencia machista, órgano que rechazó crear el Gobierno central el pasado año.
Esta especialización en violencia machista ya existía en Instrucción y en la Audiencia, por lo que quedaba pendiente la puesta en marcha de la especialidad en los juzgados de lo Penal.
La competencia más habitual de estos juzgados de lo Penal especializados abarca los delitos contra la mujer o expareja referidos a lesiones, maltrato, contra la integridad moral, delitos sexuales, contra la intimidad, contra el honor o cualquier otro delito cometido con violencia o intimidación, siempre que la pena sea inferior a cinco años de prisión. También incluye los delitos de violencia de género cometidos sobre los descendientes, así como cualquier delito contra los derechos y deberes familiares, como puede ser el impago de pensiones, siempre que sea una víctima de malos tratos.
Asimismo, este nuevo juzgado enjuiciará los delitos de quebrantamiento de condena o medida cautelar cuando la víctima «sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, así como los descendientes».
