Nuevo intento para impulsar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad del conjunto formado por el castillo de Santa Bárbara, las fortificaciones de la isla de Tabarca, las torres de la huerta, junto al pantano de Tibi. La subcomisión para armar la candidatura, que se constituye este viernes, estará formada por representantes de todos los grupos municipales (bajo la presidencia del concejal de Cultura, Antonio Manresa) y de entidades del ámbito cultural (como Alicante Vivo, Salvem el Patrimoni o y Pinthus), además de siete expertos, incluyendo a técnicos del Ayuntamiento de Alicante y de la Conselleria de Cultura.
Los plazos que maneja el bipartito de PP y Ciudadanos, y que se tendrán que debatir durante la sesión prevista para este viernes, pasan por dejar trabajar a los expertos para que a lo largo de este año elaboren el documento base de la candidatura. «Queremos que los profesionales se vayan reuniendo a lo largo de este 2022 y que a final de año nos presenten el documento», explica el edil Manresa, quien se muestra esperanzado de que este nuevo intento sea el definitivo para articular una candidatura: «Esta vez, queremos que los trabajos sean continuos, que no paren. Pero hay que tener en cuenta que es tan importante la meta como el camino, porque es el que permitirá que la ciudad avance en la puesta en valor de su patrimonio».
La aspiración de Alicante de que su patrimonio histórico defensivo pueda aspirar al reconocimiento de la Unesco surgió durante el gobierno del tripartito, en 2016. Entonces, tras una reunión en el Castillo de Santa Bárbara de especialistas en fortificaciones militares de carácter histórico, se puso sobre la mesa la posibilidad de que Alicante aspirase dada la importancia y relevancia de su patrimonio. A mediados de ese año, el pleno aprobó una moción de Guanyar -en esa época marca blanca de EU y socia del tripartito- para impulsar la candidatura. Con ese objetivo, se creó un grupo de trabajo que se reunió a mediados de 2017 para marcar una hoja de ruta y promover unas jornadas de «brainstorming», en colación con la Universidad de Alicante, que completaron con visitas a los monumentos. Sin embargo, los posteriores cambios de gobiernos en Alicante paralizaron el proceso, que se retoma ahora con la constitución de la subcomisión.
