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Coronavirus Alberto Acosta Médico de Atención Primaria en el Hospital Virgen de los Lírios de Alcoy

«Los pacientes crónicos están abandonados a su suerte porque todo lo que se hace es covid»

Alberto Acosta, a las puertas del centro de salud La Fábrica, en Alcoy. Juani Ruz

La situación en el Área de Salud de Alcoy es una de las más delicada debido a su alta incidencia desde el comienzo de la pandemia. A esto se han sumado otros factores, como la denuncia por la falta de profesionales que ocasionaban listas de espera.

Alcoy, según las cifras, suele estar a la cabeza en incidencia. ¿A qué se podría deber?

La verdad es que no lo sabemos. No sé si es que se hacen más tests, es una cosa para estudiar. Con la tercera ola, hará justamente un año, estábamos los primeros en incidencia, la semana pasada también.

Ana Barceló afirmó que no se puede hablar de caos.

Ana Barceló no sale a la calle, que pregunte. Sí que hay colapso, tal colapso hay que, por ejemplo, el autoconcierto que se estaba haciendo en Alcoy, con la demora que llevamos, se ha suspendido. Los profesionales están cayendo en todos los centros de salud. El sistema sanitario también está cayendo. Algunos están incluso ingresados gravemente.

¿Cuándo se empezó a notar esa saturación?

Aún llevamos mucho retraso, se apuntó en las agendas de covid a gente que los estamos declarando ahora, no dábamos abasto. El tema burocrático de los partes de baja ha saturado a la primaria, encima se ha tenido a los médicos como administrativos. Después de pedirlo en multitud de ocasiones, se dieron cuenta que se podía hacer en un mismo acto baja y alta. Eso también ha aligerado el tema administrativo, al igual que el curso de la pandemia y los tests en las farmacias y autotests.

¿A cuántas personas se están atendiendo ahora en el área?

Las consultas se están atendiendo. Se están doblando consultas de 50-60, entre telefónico y presencial. Las guardias de atención continuada dependen de los centros de salud. Por ejemplo, La Fábrica ha llegado días de ver casi a 250-300 un domingo. Los refuerzos somos nosotros mismos que lo estamos haciendo por compañerismo y por dar servicio, pero nosotros también somos seres humanos y también tenemos familia. Todo eso también repercute en todo.

Esta situación, ¿cómo está afectando a otros casos?

Los pacientes crónicos están abandonados a su suerte porque todo lo que se hace es covid. Estamos viendo controles de diabetes que están disparados. También hay gente que, por miedo, no quiere ir al centro de salud, hacerse analíticas. Había gente a la que no le podían dar cita porque estaba todo saturado e iban al hospital con covid a pedir su baja. Hasta cierto punto era comprensible, porque tienes un trabajo.

¿Entre la plantilla del centro también se han notado las bajas?

Tenemos bajas por covid, y bajas por depresión. La gente está agotada, física y psicológicamente. Hay gente que está mal y no se está hablando del éxodo de médicos y enfermeros que se están yendo a otros países donde hay mejores condiciones, ya no económicas, sino mejores condiciones laborales que aquí. La (atención) primaria es muy importante, y si está infradotada y no funciona, el resto no puede funcionar, es imposible.

¿Se puede comparar esta sexta ola con las anteriores?

La tercera ola fue brutal. Esto ha sido un tsunami. Todo el mundo que conozco está contagiado, estás esperando cuándo te toca. Es una situación tan catastrófica como lo fue la tercera.

Como profesional que está viviendo en primera línea la situación, ¿se tendrían que aumentar las medidas sanitarias?

Siempre se pueden tomar medidas. Lo que está claro es que la interacción social es lo que hace que el virus se extienda y se propague. Hay que buscar el equilibrio también de la actividad económica, pero la única manera es disminuir las interacciones sociales.

Hace unos días se conocía la sentencia que condena a Sanidad a indemnizar a médicos que trabajaron sin protección.

Es un reconocimiento, sobre todo moral, a lo que pasó. No teníamos medios para protegernos. Por el hecho de ser médicos no dejamos de ser personas que trabajamos para una empresa que es la Conselleria de Sanidad. La empresa es la que tiene que procurar los medios de protección a sus trabajadores. El tema económico es secundario.

La Generalitat anuncia que la recurrirá. ¿Cómo acabará la situación?

No sabemos en lo que quedará.

Un final parecido ha tenido el caso de los médicos de la sanidad privada que no fueron vacunados junto con los profesionales de la pública.

No se entiende que estuvieran vacunando a la población y los médicos que estaban en la privada, que también atendían pacientes, no. Muchos pacientes, incluso con covid, también eran atendidos y derivados a hospitales privados.

En Alcoy se han sumado militares para agilizar la vacunación. ¿Se tendría que reforzar la plantilla para no necesitar ayuda externa?

Toda la ayuda que hay es buena. Supongo que si han recurrido a los militares es porque no tendrán plantilla suficiente para hacerlo.

Según los pronósticos, el fin de la pandemia tal y como se conoce está cerca.

Esto no ha acabado, tenemos pacientes crónicos, el covid va a continuar y lo que va a venir después de esto hay que ver cómo se gestiona, porque (la postpandemia) va a ser muy difícil de gestionar. Tengo compañeros que están tomando antidrepesivos, gente que te llama llorando que no puede más. Podrían haber secuelas. Todos tenemos estrés postraumático.

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