Un informe hecho público este lunes por la patronal hotelera de la Costa Blanca, Hosbec, constata que el sector hotelero está todavía lejos de la recuperación pues los datos estadísticos revelan que un 30% de las plazas hoteleras que ni siquiera han podido abrir desde marzo de 2020 y con la pérdida del casi el 40% de los empleos del sector. Ningún destino se libra de los malos datos, pero el desastre turístico por covid se hace más evidente en la Costa Blanca con una pérdida del 55% de volumen de negocio, que sube hasta el 85% en Benidorm. Todos los indicadores económicos muestra que todavía queda mucho por recuperar para alcanzar niveles de 2019 tanto en precio medio como en ingresos.

Los hoteles de la Comunidad Valenciana perdieron el 48% de su producción (pernoctaciones hoteleras) durante 2021 respecto a 2019, siendo esta caída especialmente importante en el mercado internacional, en el que las pérdidas fueron del 70%. Esta importante caída del volumen de negocio ha afectado de forma importante tanto al empleo, con una pérdida de casi el 40% de los puestos de trabajo vinculados al sector (personal en ERTE o trabajadores temporales no llamados o fijos discontinuos que no se han podido incorporar a su puesto), como a la capacidad hotelera que pudo abrir sus puertas: de media un 30% de las plazas hoteleras tuvieron que permanecer cerradas por segundo año consecutivo.  Los indicadores económicos revelan caídas similares,  aunque se confirma que 2021 no fue un año de ofertas ni de precios a la baja en el sector, este esfuerzo por mantener el nivel de la hotelería valenciana no se ha podido materializar en los ingresos reales: el sector registra una caída anual del 40% en ingresos por habitación disponible.

Aunque la llegada del 2021 era esperanzadora, los resultados para Benidorm no fueron tan positivos como se esperaban. La ocupación hotelera según los datos recogidos por Hosbec se sitúa en un 61,3% dejando en el paso de estos 12 meses 22,9 puntos menos respecto a 2019. Bien es cierto que los datos de pernoctaciones y viajeros mejoran los registros de 2020. Sin embargo, no logran aproximarse a los niveles prepandemia, ya que a pesar de registrar casi el millón de viajeros en relación a 2019 el descenso es del 54,3%. Lo mismo ocurre con las pernoctaciones que sufren una bajada del 64,9%. Siendo la principal causa la pérdida de turistas extranjeros, con un 73,1% menos de viajeros y un 78,3% de pernoctaciones respecto a 2019. De media, 76 hoteles estuvieron abiertos de enero a diciembre, lo que supone un 38,3% menos que en 2019 y una reducción de plazas hoteleras disponibles del 43,5%. El descenso de los alojamientos afecta al total de personal empleado en activo que también se ve mermado en un 47,2%. Respecto a la estancia media, a pesar de ser el destino de los analizados con el dato más elevado (3,6 días) sigue perdiendo 1,7 días.

La Costa Blanca en su conjunto (incluyendo Benidorm) manifiesta una caída de la actividad en un 55,1%, ya que mientras que en 2021 se han recogido 7,9 millones de pernoctaciones en 2019 se superaron los 17,2 millones. Estos descensos se achacan principalmente a la ausencia del turismo internacional que registra un 63,6% menos de viajeros que en 2019. Por contraparte, el turismo nacional ha tenido mayor presencia llegando a los 1,8 millones de viajeros con un 23% menos que en el último año de normalidad. Se ha contado con un 36,8% menos de plazas, que no han estado ofertadas al público y que se han supuesto un 20,9% menos de alojamientos y una falta del 43,7% de empleados. En lo que hace a la ocupación, se encuentra en la misma línea que el destino de Benidorm con un 61,3%, siendo la estancia media la segunda más alta de los destinos y zonas analizadas (2,7días).