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Críticas en soledad

La mayor parte de las reacciones son favorables a la recuperación de la titulación por parte de la UA, entre ellas la del alcalde de Elche, quien considera que en la provincia caben dos facultades

Imagen de la Semana del Cerebro, que organiza la UMH de Elche. Jose Navarro

Pese a la fuerte oposición que la Universidad Miguel Hernández (UMH) lleva haciendo desde hace años a la recuperación de la titulación de Medicina por parte de la Universidad de Alicante (UA), la mayor parte de las reacciones se han mostrado favorables a la decisión adoptada por el Consell. Más allá del Colegio de Médicos de Alicante, que ha reclamado que los planes de estudios no respondan a intereses locales, sino que se desarrollen siguiendo un plan global y organizado, la institución académica ilicitana no tiene quien le escuche, ni siquiera el propio alcalde su ciudad, un Carlos González que en este asunto ha optado por ir de la mano de la Generalitat Valenciana.

«Respaldo la decisión del Consell. Entiendo que la era posterior a la pandemia supone un cambio de paradigma en la ordenación de los estudios sanitarios, el propio Ministerio de Sanidad ha pedido una ampliación del número de plazas. De ahí que la Generalitat se abra a que la UA pueda impartir Medicina. En una provincia dinámica y con casi dos millones de habitantes hay capacidad para dos facultades. Es una buena decisión para todos los actores implicados y, en especial, para la ciudadanía», asegura el socialista González, en unas declaraciones que a más de uno han pillado por sorpresa en el campus ilicitano.

Deuda histórica

En esta polémica el alcalde de Elche no ha barrido para casa y se ha alineado en la misma tesis que defiende su jefe en València, Ximo Puig. En cambio, en otras cuestiones sí que ha hecho públicas sus diferencias de criterio con el presidente de la Generalitat, como a la hora de reclamar la deuda histórica de 43 millones que tiene el Consell con la ciudad ilicitana a cargo, precisamente, de los terrenos que fueron expropiados para la construcción de la UMH.

Queda por ver la si la relación que mantiene la Universidad con el equipo de gobierno se resiente tras este nuevo episodio o sigue siendo tan buena como casi siempre han defendido González y el rector Juanjo Ruiz. Ambos dirigentes ya han superado otros capítulos espinosos, como el vivido a finales del pasado mes de noviembre, cuando el pleno municipal acordó en bloque instar a la institución académica a añadir el nombre de Elche y que, por lo tanto, sus siglas fueran UMHE. El rector no tardó en responder, al asegurar que se mostraba dolido con el Ayuntamiento al considerar que había hecho un mero «copia-pega» de la petición presentada por el catedrático, y exdecano de Medicina de la propia UMH, Justo Medrano, quien lleva años liderando esta reivindicación.

El intento por parte de la Universidad de vallar su campus, a lo que siempre se ha opuesto el alcalde, o las acusaciones de falta de implicación en la vida cultural y social de la ciudad también han generado revuelo. Para paliar esta última cuestión, la institución académica abrirá a partir de mayo una sede en pleno centro histórico ilicitano, en el local que hasta septiembre del año pasado ocupó el BBVA en la Plaça de Baix. «Con nuestra nueva sede estaremos enfrente del Ayuntamiento, así que la comunicación será más fluida, solo habrá que cruzar la plaza», comenta Ruiz al respecto.

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