El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana inicia este lunes las obras para evitar el colapso que se produce casi a diario en la rotonda de acceso al campus de la Universidad de Alicante (UA), que también permite entrar a la ciudad por el barrio de Rabasa y a San Vicente del Raspeig. Los trabajos, tal y como han recordado fuentes del Ministerio, consistirán en la ampliación del carril de salida desde la A-70, así como en su prolongación, dando así mayor fluidez a la circulación. Esto no solo agilizará el tráfico en la propia rotonda, sino también en la autovía, ya que ahora la poca longitud del ramal de salida hace que la congestión llegue con mucha facilidad al tronco principal de la autovía.
Las obras, que se sacaron a licitación en diciembre de 2021, han sido finalmente adjudicadas por 1,1 millones de euros. La actuación permitirá dar solución a uno de los principales problemas que presenta ahora mismo el tráfico en el área metropolitana de Alicante. Este tramo de la A-70 es el más saturado de la provincia, con 101.617 vehículos diarios en el mes de julio de 2019, el mayor dato de circulación registrado hasta la fecha. La confluencia del flujo de tipo metropolitano con los tráficos de larga distancia hace que la congestión sea continua a lo largo de todo el año. Por ello, también la realización de obras va a resultar inevitablemente problemática, si bien es cierto que en verano las molestias pueden ser algo menores.
Los trabajos obligarán, a partir del próximo 11 de julio, a cortar totalmente la salida desde la autovía hasta finales del mes de agosto, por lo que los conductores que desde la A-70, en sentido Murcia, quieran acceder al campus de la UA, a San Vicente del Raspeig o a Alicante por el barrio de Rabasa tendrán que dar un rodeo. Así, tal y como han avanzado desde el Ministerio y desde la institución académica, será necesario seguir por la A-70 hasta la siguiente salida, la de la autovía que se dirige hacia Alcoy (A-77), desde la cual es posible también llegar al campus, a Alicante y a San Vicente. Serán unos tres kilómetros más de recorrido, entre la ida y la vuelta.
El desvío estará debidamente señalizado, según precisan las mismas fuentes. Es posible que la situación provoque que el atasco se traslade a la rotonda de la que parte la A-77, pero aun así conviene recalcar que, dado el elevado volumen de tráfico que hay en la zona durante todo el año, la congestión resulta inevitable y el verano es probablemente la época donde se produzcan menos inconvenientes, al haber menos circulación de tipo urbano y metropolitano. Además, será una situación transitoria y con el objetivo de solucionar una problemática.
Junto con la prolongación del carril de salida desde la A-70 hacia la rotonda, se rebajará la rasante del ramal, lo que mejorará la visibilidad a los conductores. Desde el Ministerio destacan que esto reducirá el riesgo de colisiones por alcance. Hay que recordar, en este sentido, que todo este tramo presenta una elevada siniestralidad; solo en 2019 se registraron 64 accidentes en esta zona, con el resultado de dos fallecidos y 101 heridos.
