Los centros escolares concertados contarán a partir del próximo curso escolar con orientadores escolares financiados por la Conselleria de Educación. La figura de los orientadores escolares es clave, ya que son los profesionales que detectan las necesidades educativas y emocionales que tienen los alumnos para, de esta manera, prevenir el fracaso escolar o anticiparse a problemas psicológicos de los escolares, al alza en los últimos dos años a causa de la pandemia.

El acuerdo al que ha llegado el departamento de Raquel Tamarit con los sindicatos y las asociaciones empresariales que representan a estos centros es que en Infantil y Primaria, los centros que tengan entre 4 y 9 unidades tendrán 12 horas semanales de orientación. Entre 9 y 18 unidades habrá 18 horas semanales y los centros con más de 18 unidades tendrán asignadas 25 horas de orientación.

En Secundaria ya existe una dotación de una hora por cada unidad concertada y en Bachillerato y ciclos formativos, el acuerdo contempla que se habilite una hora por cada unidad concertada, hasta un máximo de 20.

En los centros de educación especial también se contempla una asignación de horas de orientación, que van de 10 a 25 semanales en función de las unidades que tenga el centro.

La implantación de la figura del orientador se hará en dos cursos escolares, según se recoge en este acuerdo. En el arranque de este curso escolar 2022-2023 se dotará el 50% de horas y al inicio del curso que viene se completará hasta la totalidad de las horas contempladas.

El pago de estas horas de educación irá incluido dentro del pago del concierto de Educación a los centros concertados.

Niños dan clase en el aula de un colegio, en imagen de archivo Antonio Amoros

Desde el Colegio Oficial de Pedagogos y Psicopedagogos, su presidente Enrique Castillejo aplaude el acuerdo entre Educación y los colegios concertados, aunque señala que las ratios de orientadores en los colegios públicos y concertados de la Comunidad Valenciana siguen estando a años luz de las necesidades de los centro, sobre todo en Secundaria, donde sólo hay una hora semanal por grupo, “lo que hace que un profesional solo tenga que ocuparse de hasta 120 alumnos que en esa etapa educativa tienen muchas necesidades”. Para prestar una atención óptima, Castillejo señala que se deberían duplicarse el número de orientadores en Infantil y Primaria, hasta que haya 25 horas semanales y multiplicar por seis los recursos actuales en Secundaria y Bachillerato, hasta situarlos también en 25 horas semanales.

Castillejo recuerda que los orientadores son los encargados de atender tanto a los alumnos como a los padres en los centros “y detectar trastornos o dificultades en el aprendizaje, así como trastornos de la conducta y problemas en la familia”. Los orientadores también son los encargados de atender las posibles dificultades que pueda tener el profesorado desde el punto de vista metodológico o didáctico.

El FSIE, el sindicato mayoritario en la enseñanza concertada, ha celebrado que la Conselleria de Educación, haya dado luz verde a que los centros concertados valencianos cuenten con un orientador escolar en las etapas de Infantil y Primaria.

Los orientadores, enfatizan desde este sindicato, “ayudan a detectar dificultades de aprendizaje, para poder intervenir y ayudar a superarlas, evitando así el fracaso escolar y por otro lado ayudan a detectar y prevenir problemas de salud mental, tan comunes entre el alumnado tras la pandemia”.

Así, la firma de este acuerdo, significa "un gran paso adelante porque entre todos hemos conseguido que se atienda una petición necesaria para el alumnado de nuestra comunidad”. Añade el sindicato que ahora hay que seguir trabajando para que esta partida presupuestaria "sea proporcional al peso de la enseñanza concertada en el sistema educativo valenciano".

En curso escolar que ahora termina, la Conselleria de Educación decidió integrar a los orientadores escolares dentro de las plantillas de los centros educativos. Con la incorporación de estos profesionales en el claustro de profesores de los centros escolares, se quiere incentivar la atención a los niños con dificultades, que será «más estrecha y directa». La provincia de Alicante ha concentrado el mayor aumento de profesionales orientadores o psicopedagogos que la Conselleria de Educación incluye desde este curso entre la plantilla docente en los colegios, con el objetivo de mejorar la atención a los alumnos que presentan alguna disfunción, así como favorecer con mayor agilidad su integración con los demás compañeros.