La controversia está servida con las medidas aprobadas por el Gobierno de Sánchez para ahorrar energía tras el acuerdo a nivel europeo. Los sectores empresariales y hotelero y de la restauración y el ocio en la provincia de Alicante las califican de “extremas” y “alarmantes”, porque la obligación de que el aire acondicionado no baje de los 27 grados este verano no les parece ni siquiera factible, como tampoco los 19 grados como máximo para la calefacción cuando llegue el momento.
Empresas, hoteles, restaurantes, comercios y servicios de la administración, a excepción del sanitario y el educativo, tienen siete días para poner en marcha estas medidas que incluyen además cierres automáticos de puertas antes del 30 de septiembre, ajustes de los compresores de aire, carteles informativos sobre las acciones de ahorro emprendidas y termómetros que visibilicen la temperatura requerida, entre otras.
Hoteles
La secretaria general de la asociación de la empresa hotelera y turística Hosbec, Nuria Montes, sopesa que resulta “precipitado”, y que en concreto la limitación de los grados “excede de lo aconsejable”, porque son muchos los compresores de aire que ni siquiera se ponen en marcha a esa temperatura.
También indica, como igualmente hace ver Salvador Navarro desde la presidencia de la CEV, la confederación empresarial, que de motu propio no dejan de implementar medidas de ahorro porque va en el ADN de la gestión tratar de economizar, como pueden ser en el caso de la planta hotelera los controles de acceso para que el aire acondicionado se apague si no se usa, o sistemas se geotermia más sostenibles que los combustibles fósiles.
Montes reflexiona que ir más allá sin oír al sector puede provocar la huida del turistas a otras zonas como Turquía porque las vacaciones se equiparan siempre al confort y nadie va a un hotel para estar peor que en su casa.
Empresas
Navarro añade que todos y cada uno de los ciudadanos debemos estar dispuestos a contribuir al ahorro energético ante la incertidumbre de la guerra y el sobrecoste que supone depender del gas, pero advierte asimismo de que desde la patronal solo pueden hacer “recomendaciones”, y que fomentar el teletrabajo también obliga por otra parte a consumir aire acondicionado en casa si no vamos todos de la mano. “En cuestión de consumir menos energía tenemos que poner todos de nuestra parte”, recalca.
Empresarios del textil representados por José Serna indican al respecto que una orden gubernamental tampoco va a generar de por sí mayor eficiencia energética, que el sector ya es muy consciente de la crítica situación.
Serna abunda en el malestar del sector, que se encuentra en la cuerda floja por la incertidumbre de la guerra. “No hay garantía de nada y las empresas tienen que arriesgar, la alternativa al gas puede ser rentable en un momento dado, pero si cambia la situación ya no lo será”, alerta.
Comercios
Algo similar a lo que indican desde los comercios. Vicente Armengol, vicepresidene de Facpyme, en plena reforma de luces para incorporar el sistema led, concreta que el “apagón” de escaparates a las 22.00 horas que también preconiza el Real Decreto de ahorro energético, puede tener consecuencias sobre la seguridad ciudadana; amén de que la medida perjudica a negocios para los que la imagen es una parte muy importante de su existir.
Tampoco son partidarios de que las medidas sean obligatorias y mucho menos que conlleven multas de hasta 60.000 euros por infracciones leves, de hasta 6 millones por las graves y de hasta 100 millones de euros las muy graves.
Restauración
A César Anca, representante del sector de la restauración, le pesa que desde el Gobierno se haya generalizado sin tener en cuenta lo que significa tener una sala a 27 grados, que además las hay con la cocina a la vista y con cámaras de bodega que no pueden compararse con una tienda de ropa, precisa.
Lamenta que las nuevas medidas supongan una piedra más en el camino y propugna que se valoren otras "que no perjudiquen siempre a los mimos. Parecen una limitación más, lejos de intentar ayudar al sector productivo. Estamos alarmados y enfados”, concluye.
Puig y Barcala
A nivel político, mientras el presidente Ximo Puig tacha a su homóloga madrileña y del Partido Popular de “irresponsable”, por su negativa a poner en práctica las medidas aprobadas por el Gobierno socialista, sobre lo que apunta que “hay que ser conscientes de que el cambio climático es una realidad y la opción de la señora Ayuso es una irresponsabilidad”, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, reclama autonomía municipal a la hora de aplicarlas.
Pese a admitir que todo lo que implique una obligación legislativa lo va a acatar, el máximo mandatario en Alicante reivindica medidas mas “realistas para abordar de verdad soluciones” y no “ocurrencia tras ocurrencia”, y que se den opciones a cada municipio para adaptarse al entorno porque los “veranos e inviernos no son iguales en toda España”y tampoco es lo mismo “vivir en los Pirineos que en Alicante o la costa sur”. Concluye que Alicante ya consume un 26% menos que hace tres años por la medidas sostenibles puestas en marcha desde el Consistorio.
Elche y la calle
El portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche, Héctor Diez, coincide por su parte en haber implementado ya medidas de ahorro energético. “Los monumentos actualmente se apagan a la una de la madrugada, aunque tras las Fiestas de Agosto tenemos previsto que se apaguen a medianoche". Que "con las fuentes tenemos un horario reducido de mañana y tarde. Durante las noches y primeras horas de la tarde, coincidiendo con la siesta y el descenso de actividad en la ciudad, están apagadas”, y que tras las fiestas de agosto adaptarán lo que señale la normativa.
En la calle, mientras los mayores aplauden el ahorro que preconiza el Gobierno, y hasta afirman estar actuando ya de esa manera en sus casas sobre todo por cuestiones de ahorro, con el aire apagado y echando mano al abanico; los más jóvenes disienten de modo ostensible. No aceptan ni por asomo dejar de contar con el fresco extra que implica ir a un centro comercial, ni están dispuestos a sudar la gota gorda en un restaurante con cocina en vivo ni tampoco en la discoteca por haberse visto obligados a bailar a 27 grados.
Puntos verdes en los mercados municipales
En los mercados municipales de Alicante prevén ir un poco más allá en cuestión de ahorro, sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. El presidente de los concesionarios de los mercados, Francisco Alemañ, ha acordado con el Ayuntamiento a través de la Agencia Local de Desarrollo y la Conselleria de Economía una serie de medidas extra de ahorro pero a todos los niveles, aunque ya de entrada analiza que comprar en los mercados ahorra al consumidor desde el primer momento porque los productos son de proximidad. Los puestos, tras recibir el asesoramiento profesional correspondiente, están seguros de que van a ahorrar energía, agua, van a poder ajustar las temperaturas sin que el producto se resienta, a gestionar los residuos de forma sostenible y reutilizar materiales, entre otros extremos. Como estas acciones son voluntarias, para motivar a los concesionarios se identificará con un punto verde a los que cumplan con determinados requisitos, con los que contribuirán a reducir la huella de carbono y supondrán ahorro por todos lados, aseguran.
