La llegada del otoño trae consigo los primeros constipados. El uso generalizado de mascarillas entre la población motivado por la pandemia de la covid-19 supuso un descenso de los resfriados, bronquitis y gripes en los meses de frío de 2020 y 2021. No obstante, esta tendencia no se prevé que continúe en 2022, ya que las medidas para combatir el coronavirus son cada vez menos restrictivas, limitándose la obligatoriedad de las mascarillas al transporte público, farmacias, centros de salud y hospitales.

Por lo que los virus y bacterias que entran en nuestro organismo principalmente por vía nasal se les ha dejado el camino libre. De esta forma, con el otoño de la nueva normalidad, las farmacias alicantinas -como las de plaza Calvo Sotelo y avenida Óscar Esplá- han registrado un repunte en las ventas de medicamentos para tratar las principales enfermedades respiratorias.

"Los descongestivos y anticatarrales son medicamentos de un grupo terapéutico que ahora se ha incrementado su consumo de cara a la eliminación de las mascarillas, pero también por el cambio estacional que se ha realizado. Ahora mismo es en lo que más se ha notado junto a los jarabes para la tos", explica el farmacéutico José Miguel Ruiz.

Antigripales y jarabes para la tos en la farmacia de plaza Calvo Sotelo en Alicante HECTOR FUENTES

Otros medicamentos y suplementos que aumenta su demanda en los meses de septiembre, octubre y noviembre son aquellos que aportan defensas y vitaminas de cara al invierno. Además, con la vuelta a la rutina, los alicantinos también acuden a la farmacia de Óscar Esplá para adquirir doxilamina puesto que, tiene propiedades sedantes y por tanto, ayuda a conciliar el sueño. "Durante el verano la gente se suele acostarse más tarde y tiene el cuerpo acostumbrado a dormirse a unas horas que, al volver de vacaciones necesitan dormir antes para compaginar el horario laboral", resalta el farmacéutico Borja Bosch.

Por otro lado, la salud capilar es otra de las afectadas cuando comienza el otoño siendo una de las peores épocas para el cabello ya que sufre una caída mayor de lo habitual. Este hecho, se ve reflejado en el aumento de la compra de medicamentos anticaída, señala Ruiz.

Asimismo, tanto la farmacia de plaza Calvo Sotelo como avenida Óscar Esplá coinciden en que los fármacos que más solicitan los ciudadanos de la capital de la provincia a lo largo de los 12 meses del año son el ibuprofeno y el paracetamol. Ambos son de venta libre, es decir, no necesitan receta médica.

La demanda estacional

Cada estación del año pide un fármaco. Durante los meses de invierno se refuerzan los solicitados en otoño, puesto que las afecciones respiratorias son más fuertes y afectan a un mayor porcentaje de la población alicantina. "En invierno se dispara la venta de antitérmicos y antipiréticos puesto que son los que nos ayudan a sobrellevar el día durante un proceso catarral, además se junta también ese aumento de los antigripales y bucofaríngeos para calmar los dolores de garganta", asegura el farmacéutico José Miguel Ruiz.

La peculiaridad del invierno reside en la campaña de navidad, asociada a las comidas copiosas que repercuten en la venta de antiácidos, comenta Borja Bosch. De esta forma, la llegada de la primavera trae consigo una mayor presencia de polen y ácaros en el ambiente y los alicantinos acuden a las farmacias para comprar antihistamínicos, descongestivos nasales y gotas para los ojos.

Con respecto a los meses de verano repuntan las ventas de antidiarreicos, ya que al perder líquido se producen más diarreas o la conocida diarrea del viajero. Además, aumentan también los antiácidos puesto que se tiende a salir más a lugares de hostelería. Las gotas para los oídos que disuelven el cerumen o un botiquín de primeros auxilios con antisépticos para curar heridas, está entre los productos estrella en la farmacia de la Plaza Calvo Sotelo.