El cambio climático requiere la implicación de toda la sociedad. El encuentro «Climas para el cambio», organizado por Hidraqua y Aguas de Alicante, ha dejado claro que se trata de un problema transversal e interrelacionado, del cual existe una conciencia en la administración, en la sociedad y en las empresas.

Durante la mesa redonda se analizó cómo están abordando está problemática desde la administración pública y desde las empresas. En esta línea, el moderador del encuentro, Tomás Mayoral, director de INFORMACIÓN, lanzó la primera cuestión centrada en las iniciativas que se están llevando a cabo en esta lucha contra el cambio climático.

«La estrategia global viene ya definida en la Agenda 2030, se contienen 11 ejes en los que desde distintos puntos de vista se aborda lo que tiene que ser el futuro alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible», indicó el alcalde de Alicante, Luis Barcala. Pero además, el primer edil destacó que la Agenda Urbana Alicante 2030 es el documento más participativo que se ha elaborado en el Ayuntamiento de Alicante para definir un futuro enfocado en tener una ciudad más amable, más habitable, orientada hacia las personas, que sea respetuosa con el entorno y el medio ambiente. «Nosotros lo que hemos hecho es ‘alicantinizar’ esa agenda urbana desde el entorno que tenemos. Dentro de esa estrategia hay dos líneas muy claras: la reducción de las emisiones y la compensación», explicó Barcala.

Jordi Azorín, director general de Hidraqua; Tomás Mayoral, director de INFORMACIÓN; Arturo Navarro, vicepresidente de la Plataforma de Voluntariado de la CV; Luis Barcala, alcalde de Alicante; Javier Díez, director general de Aguas de Alicante y Fernando Móner, presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios.

En este sentido, se enumeraron las principales acciones que se están llevando a cabo en la ciudad como la peatonalización y la implantación de zonas de tráfico calmado en los principales ejes, una flota de 42 autobuses electrificados, la apuesta por el hidrógeno verde, la instalación de placas solares en colegios e instalaciones municipales, la optimización del agua con el proyecto Alicante agua circular o la nueva contrata para el tratamiento de residuos y el reciclaje. Con lo cual, se pretende una reducción de 75.000 toneladas de CO2 anuales en la ciudad de Alicante, se trata de un objetivo a alcanzar en el medio plazo.

Por su parte, Javier Díez, director general de Aguas de Alicante, expuso que desde esta entidad realizan acciones como la recuperación de acuíferos, trabajan en la reducción de combustibles fósiles, renuevan gradualmente la flota de vehículos para que sea eléctrica y están eliminando el uso de plásticos en todos sus procesos. «Hemos calculado nuestra huella de carbono y la hemos reducido, ahora tenemos un proyecto para compensarla y estamos trabajando con el Ayuntamiento de Alicante para plantar árboles que compensen esa huella de carbono», subrayó Díez.

La importancia de la colaboración público-privada

Para luchar contra esta problemática se hizo hincapié en la importancia de la colaboración público-privada. «Hoy en día la sociedad necesita la colaboración de todos para aunar esfuerzos y que los resultados supongan un éxito. La colaboración público-privada no es necesaria, es imprescindible», destacó el presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios, Fernando Móner.

Asimismo, añadió que ante esta gran problema ahora se trata de buscar soluciones que intenten revertir la situación en la que nos encontramos o por lo menos minimizar las consecuencias. «Desde la asociación estamos luchando contra el desperdicio alimenticio que incide en el cambio climático, está todo interrelacionado».

En este punto, el alcalde de Alicante también recalcó que «las administraciones no somos capaces de resolver los problemas en solitario. La responsabilidad social corporativa ya forma parte del ADN de todas las empresas y la sociedad civil es absolutamente imprescindible».

En esta misma línea, Arturo Navarro, vicepresidente de la Plataforma de Voluntariado de la Comunidad Valenciana resaltó que es esencial la concienciación de la sociedad, «hay que tener en cuenta que tenemos que implicarnos día a día y tenemos que fomentar continuamente la formación en valores de los empleados en las empresas, donde se pone encima de la mesa el voluntariado. Desde el ámbito de voluntariado educativo estamos trabajando en formación en toda la Comunidad Valenciana que tienen que ver con los ODS».

En esta problemática todos los agentes sociales deben estar implicados. «Desde Aguas de Alicante estamos aplicando criterios sociales y ambientales a todo el que quiera trabajar con nosotros, es importante que los que quieran trabajar con nosotros tengan esa conciencia interiorizada», recalcó Javier Díez.