Se califica a sí mismo como “tecnólogo” y admite la dificultad de elaborar unos presupuestos, más si cabe en el caso de los del Consell, con unas cuentas que multiplican por cinco las de la Universidad de Alicante, que son las que conoce. El vicerrector Ángel Sánchez recalca que habla por los cinco campus al afirmar que lo asignado hipoteca el ansiado Plan de Financiación antes de nacer, y que para ese viaje casi es preferible seguir como están, porque al menos se llegaba a lo básico: sueldos y gastos de funcionamiento.

¿Algún cambio en el presupuesto consignado por el Consell, que no llega para las nóminas?

Nos hemos reunido las cinco universidades con el IVIE, Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, que por encargo de la Generalitat elabora la propuesta de Plan Plurianual de Financiación para las universidades los próximos ocho años. Parte del volumen de recursos a repartir entre las cinco universidades, cifra que fija el Consell, Hacienda, además de unos criterios de reparto de forma equitativa.

¿Están en ese tira y afloja?

La idea es atenernos a criterios objetivos, claros y justos. Estamos en una fase muy temprana, discutiendo los criterios. Nuestra intención es consensuar el modelo entre las universidades y la conselleria.

¿Se concluirá este año?

Va a ser difícil. Vamos a intentar un acuerdo consensuado y si no diera tiempo continuaríamos a principios del año siguiente y lo antes posible consensuar el modelo de financiación.

¿Importa la cifra de partida que se consigne en los presupuestos del Consell para 2023?

Claro, porque en paralelo al diseño del modelo hay que fijar la financiación de las universidades para 2023 y lo ha hecho el Consell en el proyecto de ley de presupuestos.

¿Y cuál es su repercusión?

El volumen fijado de ingresos totales para 2023, que ya aparece repartido entre las universidades, es el volumen de partida el Plan de Financiación, que fijará como repartirlo y unas reglas de evolución de la cuantía cada año. Se fija el primero de los ocho años de plan y la propuesta es de 972 millones de euros.

¿La misma cantidad insuficiente de 2023 para las universidades?

En principio la cantidad fijada por el Consell en presupuestos para 2023 es de la que parte el Plan de Financiación, y a partir de ahí determinará la evolución de cada partida en años sucesivos, por ejemplo, la del coste del profesorado es lógico que lo haga en función de la subida salarial, la antigüedad, etc.

Pues empezamos mal si no llega a las nóminas ¿no?

Es crucial el volumen de partida porque si es insuficiente se va a arrastrar a lo largo de todo el periodo. Por eso nos preocupa, no solo por el impacto para ese ejercicio sino los próximos ocho años, ya que se supone que cubre las necesidades de las universidades.

Y ustedes entienden que no.

Claramente no. Es insuficiente para 2023 y lo será para el resto de vigencia del modelo de financiación. El origen, y hablo en nombre de las cinco universidades públicas porque es algo contrastado y consensuado, está en la famosa deuda histórica.

¿No estaba saldada?

Se acaba de saldar en 2022. Pero aunque no se haya pretendido, las transferencias ordinarias que recibimos del Consell para los costes básicos de nóminas y gastos de funcionamiento desde 2015 no se han ido actualizando al coste real, han crecido por debajo de los salarios y gastos generales. En nuestra opinión esa falta de actualización se ha ido compensando con el cobro de la deuda histórica, pero nos ha llevado a financiar con ese dinero los gastos corrientes. Entendíamos que la conselleria era consciente, había un consenso, de forma que se tendría en cuenta en el Plan de Financiación pero para nuestra sorpresa no ha sido así. Se incluye la cuota de 95 millones como financiación adicional, no de gastos corrientes, y la necesitamos para pagar nóminas.

¿Cómo arreglarlo?

Es tan sencillo como aportar recursos adicionales. La Generalitat ha hecho una primera propuesta pero está por debajo de lo necesario. Hemos probado que la deuda la usábamos para financiación corriente y la Generalitat no lo asume. Como mínimo llevamos cinco año en la UA con cero euros para inversiones, limitando a gestionar gastos fijos y poco más.

¿Cómo define la situación?

De difícil, si no se corrige puede poner en riesgo la viabilidad financiera de las universidades en el presente y en el futuro. Ya hay un déficit de 16 millones en la UA para cuadrar el presupuesto del próximo año y, lo que es peor, si el Plan de Financiación se aprueba así se arrastraría para el futuro esta insuficiencia y ahogo financiero. Nace sesgado, a la baja, cuando nuestras expectativas eran mejorar la financiación de las universidades.

¿No era mejor seguir como estaban?

Pues casi que sí, lo estábamos consiguiendo gracias a la deuda histórica. No me lo había planteado pero sobre la marcha preferiría quedarme con la situación previa a la que se deriva del plan de financiación tal y como se ha planteado.

¿No sería tan sencillo como hacer una modificación de crédito?

No es ni fácil ni difícil. No será ni la primera ni la última vez. Son cantidades asumibles para 28.000 millones de presupuesto que maneja la Generalitat, aunque no está exento de dificultad. Yo conozco el de la UA, quince veces menor.

En la peor de las situaciones el presupuesto habrá que aprobarlo, sí o sí.

La Universidad no se para, es verdad, pero confiamos sinceramente en que se resuelva y el Consell es dialogante. Si no es así, tendremos un problema serio que decidiremos llegado el momento, pero hago hincapié en que hablamos de necesidades mínimas, básicas, para las cinco universidades.