Colegios e institutos de Alicante acogen más del doble de ucranianos que el curso pasado

Colegios e institutos de toda la provincia, y mayoritariamente en la Vega Baja, escolarizan este curso más del doble de alumnos ucranianos que el anterior, en que se produjo la primera llegada masiva de refugiados a consecuencia de la guerra iniciada por Rusia.

Los 2.300 estudiantes ucranianos de todas las edades que acogieron los centros educativos hasta el final del curso pasado se han incrementado hasta los 5.342, según los datos facilitados desde la Conselleria de Educación a preguntas de este diario.

Matrículas

Frente a lo que cabría suponer sobre una hipotética vuelta de estos niños y sus familias a su país de origen, lo cierto es que no solo se han quedado en su gran mayoría, sino que incluso han seguido viniendo hasta incrementar en un 130% las matrículas desde Infantil al Bachillerato.

Además, la mayoría se siguen concentrando en la Vega Baja que reúne a 1.973 alumnos ucranianos frente a los 784 que se escolarizaron el curso pasado.

Sólo la localidad de Torrevieja supera ya el millar de matrículados, hasta 1.210 alumnos frente a los 397 que había el curso pasado, en que también lideraba esta escolarización de refugiados ucranianos.

Auxiliares

A la vista de estas cifras, y dado que el conflicto bélico no presenta indicios de llegar a término en los próximos meses, los responsables educativos han solicitado formalmente al Ministerio de Educación que renueve el programa de auxiliares de conversación ucranianos que implantó el curso pasado y concluyó recientemente, el 31 de diciembre, porque siguen haciendo falta especialmente en esta comunidad.

Los centros educativos de la provincia empiezan a echar en falta a estos auxiliares desde que se han incorporado a las aulas esta semana tras las vacaciones de Navidad, pero el programa que dotaba de nativos ucranianos a colegios e institutos para favorecer la integración de los refugiados a partir de aprender nuestra lengua concluyó el 31 de diciembre.

El ministerio distribuyó dos centenares de auxiliares de conversación ucranianos por los centros con más demanda y la Comunidad se lleva la palma.

Top

“Continuamos siendo la autonomía con más alumnos de origen ucraniano. Incluyendo alumnado de colegios, institutos, escuelas de adultos y escuelas oficiales de idiomas sumamos 13.139 estudiantes”, subrayan desde Educación.

Tras la Comunidad, la siguiente autonomía con más alumnos ucranianos es Madrid con 6.160, menos de la mitad de los que hay aquí. A continuación, Cataluña arroja 5.000 y la que menos alumnado acoge es La Rioja, con un centenar.

Colegios e institutos son los centros donde hay mayor cantidad de alumnado ucraniano y en el conjunto de la Comunidad suman 10.341, por lo que los 5.342 matriculados en la provincia reúnen más del doble que en toda la autonomía.

Aulas

Aunque desde la conselleria ya no contemplan nuevas aulas por este motivo, tras las ya añadidas de modo extraordinario en Torrevieja a consecuencia de haber triplicado la matrícula de este alumnado, los responsables educativos aseguran que “si es necesario en algún momento puntual, se activarán nuevas unidades tal y como hemos hecho desde que Rusia invadió Ucrania”.

Asimismo recalcan que los dispositivos y protocolos puestos en marcha desde un principio para la acogida de estos niños en edad escolar, a consecuencia de su huida de la guerra, siguen vigentes en los colegios e institutos. “Creamos un protocolo de acogida escolar que se sigue aplicando, y no se nos han comunicado incidencias al respecto” señala.

Lo que sí lamentan en los centros consultados por este diario es la pérdida del auxiliar de conversación, aunque confían en que se acabará atendiendo una demanda que resulta especialmente acuciante en algunos de los centros de la provincia.

Refugiados

“Ya hemos solicitado al ministerio que renueve este programa especial, debido a que la crisis humanitaria surgida por la invasión rusa en territorio ucraniano se mantiene, así como la necesidad de atender a los refugiados ucranianos en edad escolar acogidos en España”, reiteran.

Y dado que la Comunidad es la que más población refugiada ucraniana en edad escolar concentra, “con más del doble que Madrid”, abundan.

Por su parte, desde el departamento que dirige la consellera, Raquel Tamarit, se ha decidido mantener “a todo el profesorado de refuerzo y las aulas creadas para atender esta escolarización sobrevenida por la guerra”.

No obstante, consideran “importante”, y así se lo han trasladado al Gobierno “dado que es el Ministerio de Educación quien tiene las competencias para convocar programas de auxiliares de conversación en lengua extranjera, que se mantenga también la figura del auxiliar en lengua ucraniana para ayudar a la integración de este alumnado”.

Integración

En general, desde los centros consultados destacan que estos estudiantes aprenden rápidamente nuestra lengua, pero que también ha sido fundamental para ello la presencia del referido auxiliar, que a un tiempo favorece también la integración de los niños al escuchar una voz reconocible desde su entrada a clase. De hecho, directores de centro coinciden en señalar que la integración emocional de este alumnado ha sido más complicada.

Y aunque más de una familia, entre los refugiados, habían mostrado interés por volver a su tierra este curso, finalmente se han visto impelidos a permanecer entre nosotros.

“Una de las familias de mi colegio, cuya padre combate por Ucrania y la madre es traductora de español, querían volver a su pueblo, cerca de Kiev, pero las noticias que les llegan referentes a que los niños van al colegio con mochilas naranjas para ser reconocidos desde el cielo y no ser atacados les han echado para atrás”, indican en uno de los centros de la provincia.

También destacan que son precisamente las familias rusas que hace tiempo que están escolarizadas en el centro, están colaborando de forma muy activa en la integración de los niños ucranianos desde el punto de vista tanto lingüístico como de las costumbres y la cultura.

Incluso apuntan en otro de los colegios que empieza a ser algo problemático concentrar a este alumnado en determinados centros porque acaban por buscarse entre ellos y se consigue todo lo contrario de lo que se persigue, porque de esta forma no se esfuerzan tanto por aprender nuestra lengua.