Ayuda psicológica para menores con déficit de atención e hiperactividad

"Durante la pandemia no se atendieron los casos por falta de oportunidad. Para un niño cada año es una etapa fundamental de su desarrollo. En ese tiempo han sufrido una infraestimulación, no se les ha dado los recursos que necesitaban. Para una familia con menores con trastorno atencional la carga es mucho más grande, las familias están sobrepasadas y nadie se ha preocupado. Hay una necesidad de compensarlo de algún modo", afirma José Luis Camarasa, psicólogo sanitario de la Asociación para la Integración de Enfermos Mentales de Alicante y su provincia (A.I.E.M), que está ayudando con fondos propios a familias afectadas.

Ante el aumento de los problemas de salud mental entre niños y adolescentes, cualquier iniciativa ayuda. Esta entidad, que lleva 17 años prestando servicio en la provincia, desarrolla un programa de atención a menores que tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad. En el equipo hay también una trabajadora social y lo preside el padre de una joven que participó hace unos años en este programa que dejó de hacerse y que ahora se recupera para atender la demanda.

Atienden a niños entre 8 y 12 años que sufren, a causa de su trastorno, problemas académicos y de relación que les derivan los equipos profesionales de las Unidades de Salud Mental Infantojuvenil. Hay unos 457.000 menores afectados en España pero su condición arrastra también a sus familiares. La época de colegio e instituto es fundamental para el desarrollo y el niño con hiperactividad puede perder muchas oportunidades a la hora de aprender, establecer relaciones y desarrollar habilidades tanto emocionales como de aprendizaje.

El psicólogo realiza una atención individual y grupal con las familias, y se coordina con otros profesionales como psicopedagogos y profesores de estos menores. La atención se centra, entre otros objetivos en prevenir posibles conductas disfuncionales de estos chicos, y en apoyar a los familiares. El proyecto actualmente se desarrolla con financiación propia y está en proceso de aprobación para obtener recursos financieros y poder atender a más familias.

El equipo lleva mucho tiempo en el campo de la salud mental, "estamos en comunicación constante con los trabajadores sociales y los psiquiatras, lo que hace que se haya generado una confianza. Es una necesidad que no solo viene a nosotros sino que las propias unidades de salud mental vienen observando. Veíamos que podíamos complementar el trabajo".

"Estamos en comunicación constante con los trabajadores sociales y los psiquiatras, lo que hace que se haya generado una confianza. Es una necesidad que no solo viene a nosotros sino que las propias unidades de salud mental vienen observando"

José Luis Camarasa

— Psicólogo sanitario de la Asociación para la Integración de Enfermos Mentales de Alicante (A.I.E.M)

Desde la Asociación para la Integración de Enfermos Mentales de Alicante ponen en valor el trabajo de las escuelas con los menores, su esfuerzo por adaptar planes estudios y prestar ayuda con apoyo psicológico individualizado a unos niños que suelen tener problemas no solo académicos, también a la hora de relacionarse en el juego, dificultades para prestar atención, para controlar los impulsos y para frustrarse.

La intervención que realiza esta entidad comienza con una orientación a nivel individual con los padres en sesiones semanales de dos horas.

Con los menores la primera parte consiste en ejercicios de estimulación cognitiva ante los problemas de concentración y de memoria que sufren puntualmente, así como herramientas para controlar los impulsos. "En ese momento se ven los problemas conductuales que puedan surgir y se aprovecha para enseñarles habilidades de control emocional para que aprendan a reconocer lo que sienten".

La segunda mitad es lúdica y entran en juego otros factores como la competitividad para que sean capaces de disfrutar conjuntamente con otras personas de su edad solucionando los conflictos.

Se trata de programas de un año aunque existe la posibilidad de prolongar la intervención y de personalizar los objetivos pues se contacta con los trabajadores sociales de las unidades y los colegios para recoger información.

Los profesionales de AAIM destacan la voluntad de la sociedad de hacer cambios para atender a niños con trastorno de hiperactividad pese a lo cual creen que hacen falta más recursos y que siguen estando infradiagnosticados en un momento en que hay cierto deterioro de la atención del alumnado en general con dificultades para abarcar todos los casos. No diagnosticar "causa un daño tremendo porque se niega una atención en un momento crucial para el menor. No hay que desperdiciar recursos pero a la vez llevar un cuidado exquisito".

"No diagnosticar causa un daño tremendo porque se niega una atención en un momento crucial para el menor. No hay que desperdiciar recursos pero a la vez llevar un cuidado exquisito"

José Luis Camarasa

— Psicólogo sanitario de la Asociación para la Integración de Enfermos Mentales de Alicante (A.I.E.M)

En este sentido, opinan que no se puede decir que el ritmo de vida actual, el acceso a las nuevas tecnologías y la sobreexposición a estímulos constantes vaya a incrementar los trastornos de hiperactividad porque es un desequilibrio químico y una condición con la que el niño nace "pero es cierto que si se agudizan los problemas de atención ente los niños puede hacer que los que puedan tener un problema inevitable pasen desapercibidos".