El sótano de los horrores está en el centro de Alicante

Los residentes piden al Ayuntamiento que intervenga, asegurando que la propiedad no repara la inundación de aguas fecales pese a los reiterados requerimientos. Los vecinos denuncian un problema de salud pública y que puede afectar a la cimentación

El sótano de los horrores está en el centro de Alicante

Rafa Arjones

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Un sótano de los horrores en pleno centro de Alicante. Desde hace más de dos años, aguas fecales se están acumulando por un avería en el interior de un local comercial cerrado a cal y canto y del que es propietario un banco. Los vecinos han pedido al Ayuntamiento que intervenga por el grave riesgo sanitario así como losposibles problemas de cimentación del edificio, donde son constantes los malos olores, gases tóxicos y la aparición de mosquitos y cucarachas. La corporación ya intervino en su día llegando a proponer una sanción para los propietarios del local, que está a nombre del Banco de Santander. Esta entidad sostiene que se trata de un problema que afecta a conducciones que pertenecen a la comunidad y que ellos también son parte afectada.

La incidencia aparecía como solucionada en los archivos municipales, pero en una reciente inspección en el local se ha constatado que la situación lejos de estar solventada, es aún peor. El local ha estado cerrado a cal y canto durante este tiempo y no ha sido hasta ahora cuando se ha podido comprobar el alcance del vertido.

El local afectado se encuentra en los bajos de dos locales comerciales sitos en la calle Pintor Aparicio número 13 de Alicante y donde en su día funcionaba un local de karaoke, que cerró hace años y del que es propietario el Banco de Santander. Los hechos se remontan a enero de 2020 cuando apareció una fuga de aguas fecales en el zaguán de la entrada del edificio. La comunidad notificó el siniestro a su compañía de seguros, descubriendo que la causa era un atasco por toallitas. Sin embargo, se descubrió que había otro atasco similar en el interior del local, que también fue reparada. Desde la comunidad se comenzó a reclamar a la propiedad que limpiara y desinfectara el interior del local por su estado insalubre ante la acumulación de aguas fecales.

La falta de respuesta de la propiedad motivó que los vecinos presentaran una denuncia ante el Ayuntamiento el 25 de marzo de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia, una actuación que se saldó con la exigencia de los servicios sanitarios municipales exigiendo la limpieza del vertido. Los vecinos denunciaron que reclamaron en varias ocasiones que se les diera acceso al local, sin éxito. Les dieron unas llaves que no abrían.

Procedimiento sancionador

Finalmente en diciembre de 2021, el Ayuntamiento inició un procedimiento de expediente sancionador a la propiedad por incumplir el requerimiento sanitario y que se podía saldar con multas que iban entre los 3.000 y los 150.000 euros. No fue hasta enero de este año cuando la propiedad finalmente facilitó las llaves a los vecinos para que pudieran entrar en el local. En ese momento, descubrieron que había una fuga continuada de aguas fecales. Los vecinos se han vuelto a poner en contacto con el Ayuntamiento alertando de que es un aporte de aguas fecales de gran caudal y que están generando una situación de peligro por la acumulación de aguas fecales, cucarachas, moscas, mosquitos, gases y vapores tóxicos, y pérdidas de fluido que pueden afectar a la cimentación.

La corporación les respondió que para ellos figuraba el expediente como archivado, porque desde la propiedad se les había notificado que el problema se había resuelto e instó a presentar una nueva denuncia. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que inspectores municipales de sanidad y patrimonio han estado en el local y sus informes podrían ser inminentes. En todo este tiempo, la anterior compañía de seguros de la comunidad no quiso renovar la póliza y la nueva aseguradora rechaza hacerse cargo. La propuesta de la comunidad es acometer trabajos de saneamiento por la vía de urgencia y después reclamar judicialmente al banco para exigirle daños y perjuicios.

Fuentes del Banco de Santander indicaron a este diario que por el momento no tenían constancia de ninguna denuncia y de que se trataba de un problema en el que ellos también son afectados. Estas fuentes indicaron que se trata de un problema que afecta a las bajantes principales y comunitarias que discurren por el local comercial, conducciones que son un elemento común de la comunidad de propietarios y no sólo del local. Desde la entidad se recalcó que "nosotros también somos parte afectada" y que la comunidad de propietarios estaba en vías de solucionar el problema.