El campo de Alicante prevé pérdidas de más de diez millones por la sequía y las olas de calor

Los agricultores alertan de pérdidas de más de 100.000 toneladas de cítricos en la provincia, 5.000 toneladas de una en el Vinalopó y una reducción de un 40 % en la granada

Cultivos de granada daños por las elevadas temperaturas en el campo de Elche.

Cultivos de granada daños por las elevadas temperaturas en el campo de Elche. / Matías Segarra

J. A. Martínez

J. A. Martínez

El campo se abrasa. La falta de lluvias y las sucesivas olas de calor que ha padecido la provincia de Alicante durante los últimos meses están causando efectos devastadores en la agricultura. Tras una campaña nefasta el año pasado, los agricultores confiaban en que la situación remontara esta temporada y las previsiones apuntaban a que se iban a lograr cosechas muy superiores. Sin embargo, como consecuencia de la inestable situación meteorológica ya se están empezando a constatar los perniciosos efectos en el campo. En el Vinalopó se estima que hasta más de cinco millones de kilos de uva se pueden haber echado a perder, la producción de granada mollar que se ha empezado a recoger esta semana puede haber caído en torno a un cuarenta por ciento, mientras que los cítricos están alcanzando unos volúmenes muy por debajo de lo deseado que en algunos casos impide su salida al mercado. Para redondear la situación, el granizo ha afectado a la cosecha de limones, que quedará muy por debajo de las previsiones.

Aunque desde la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja) se considera que es pronto todavía para hacer estimaciones de posibles pérdidas, algunas estimaciones del sector agrícola apuntan a que podrían ser muy superiores a los diez millones de euros. La situación de sequía ha hecho subir más los costes de producción porque se ha tenido que usar más agua de riego. 

El presidente de Asaja, José Vicente Andreu, señaló a este diario que "estamos sufriendo ahora las consecuencias de las sucesivas olas de calor de este verano. Hay mucha uva quemada y mucha granada quemada. Es normal que otros años se pierda algo de la cosecha por el calor, pero este año es un volumen muy superior al de otros años", aseguró. Mientras que lo habitual se sitúa en torno a un diez por ciento, este año se están alcanzando cifras de entre un treinta y un cuarenta por ciento. "Se trata de frutas que no se pueden comercializar a causa de su mal aspecto, aunque están perfectamente. Por eso se le suelen dar otras salidas como destinarla a la industria o categorías inferiores", explicó Andreu.

Uva

"En estos momentos, en esta zona tenemos una reducción de entre cuatro y cinco millones de kilos de uva", explicó a este diario José Antonio Martínez Cazorla, responsable de una empresa agrícola de Novelda. De una cosecha que en circunstancias normales alcanzaría los 35 millones de kilos de uva, se están tirando del orden de cinco millones (5.000 toneladas). «Entre lo que se están estropeado y las superficies que se han dejado de cultivar por el abandono de agricultores que lo dejan porque ya no les es rentable, vamos a tener este año menos cosecha», explicó.

La combinación de la humedad a primera hora de la mañana con las altas temperaturas a lo largo del día están haciendo que estos cultivos de uvas sean más propensas a estar afectadas por plagas. "Tenemos Denominación de Origen y ofrecemos unos estándares de calidad, por lo que una buena parte del trabajo de los agricultores consiste también en estar clasificando uvas para determinar si tienen o no la calidad suficiente", explicó.

Los limones están alcanzando menos calibre del previsto y hay pérdidas por el pedrisco.

Los limones están alcanzando menos calibre del previsto y hay pérdidas por el pedrisco. / Tony Sevilla

En parecidos términos, se expresa Esther Díaz, productora de uva de Agost. "La falta de lluvia y el calor han hecho que salgan menos uvas de las que esperábamos. El precio ha subido un poco más, pero hay menos kilos", aseguró.  "Las altas temperaturas nos ha obligado a regar más", dijo, circunstancia que encarecía los costes de producción. Aun no se ha sacado la media de la campaña, gastos en agua y de producción. A su juicio, todo apunta a que esta campaña puede ser tan mala como la del año pasado, que fue una de las peores que se recuerdan. Aunque en aquella temporada los costes de producción se dispararon más del doble, este año los precios han subido un poco algo que podría compensar, aunque todavía faltan por hacer los cálculos. "No hay agua y para traerla cuesta mucho dinero. El campo necesita más ayudas. Se trata de un trabajo muy manual y necesitamos gente. Pero hay a quien no le compensa tanto trabajo para estos beneficios", aseguró. Otro de los problemas que están padeciendo viene derivado de las restricciones que desde Europa se les están imponiendo a los productos fitosanitarios para combatir las plagas, que se han visto reemplazados por otro menos eficaces. "Se está perdiendo mucha uva porque con los productos que nos sirven son menos eficaces", aseguró.

Granada y cítricos

El calor de las últimas semanas también está afectando a los cultivos de granada . Esta semana ha comenzado en Elche la campaña de recogida de la granada mollar. Roque Bru, productor de la zona, aseguró que "hay mucho estría en la fruta por golpes de sol». Aunque la producción es mayor que el año pasado, hay mermas en la calidad que está obligando a descartar frutas porque no sirve. La campaña de la granada mollar ha empezado esta semana llevamos mes y medio con otras variedades", momento en que se están encontrando con que el 40 % se está teniendo que descartar. Lo habitual es que esas frutas se destinen a zumos, pero señaló que se pagan a precio de coste y el agricultor no obtiene beneficios por ellas. Otra dificultad añadida es que el consumo de agua ha sido mayor por el calor, que está obligando a aportar más agua. A su juicio, no habrá problemas de abastecimiento en los mercados pero esta situación se va a traducir en menos ganancias para el campo. 

El presidente de Asaja alertó de que los efectos del calor en las cosechas se han dejado sentir en todas las variedades de cítricos, que están saliendo con calibres muy por debajo de lo normal. Un menor tamaño que se va a traducir en un menor volumen de kilos recogidos y por tanto con efectos en los mercados de encarecimiento de precios. Las naranjas, los limones y las mandarinas podrían sufrir importantes incrementos de precios y sin perspectivas de que puedan bajar. A esta situación se añade, la de los limones donde las últimas granizadas en el temporal causaron daños en las cosechas La merma de cultivos puede situarse en torno a loas 1000.00 toneladas en la provincia de Alicante donde la previsión era de más de 300.000.

Regantes

Desde la perspectiva de los regantes, para el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l’Alacantí y el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Ángel Urbina, la situación del Vinalopó es distinta a la de la Vega Baja. "En el Vinalopó afortunadamente podemos contar con agua y estamos muy ilusionados con esos aportes que vamos a recibir del Júcar", dijo. El martes de esta semana se firmará en Aspe el convenio que regulará el trasvase Júcar-Vinalopó durante los próximos diez años. A su juicio, se ha hecho una buena gestión con el agua a pesar de la escasez de recursos y los principales problemas de la zona del Vinalopó han venido derivados de las altas temperaturas.

En cambio consideró muy preocupante la situación en la Vega Baja donde aseguró que "estamos extremadamente preocupados", donde aunque valoró que se ha hecho una buena gestió de los recursos, desde febrero empezaron los recortes con el agua del trasvase Tajo-Segura, situaicón que se ha agravado por la falta de lluvias y consideró que hay que plantearse poner en marcha los pozos de sequía. Estas misma semana, los regantes y comunidades del PP sumaban votos en la Confederación Hidrográfica del Segura para rechazar los recortes al agua de riego que proponía la CHS como dentro de las medidas de choque para tratar de paliar la sequía.

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