El viento y la falta de lluvia fulminan la temporada de setas en la provincia de Alicante

Los buscadores estimaban a principios de octubre que sería una buena campaña, ya que los níscalos brotaron de forma esporádica en varios montes de las Marinas, l'Alcoià-El Comtat y el Vinalopó

Un buscador cogiendo un rovellón en un monte de la provincia, en imagen de archivo.

Un buscador cogiendo un rovellón en un monte de la provincia, en imagen de archivo. / Juani Ruz

El viento y la falta de lluvia fulminan la temporada de setas en la provincia de Alicante. Los níscalos comenzaron a brotar a principios de octubre en los montes de las Marinas, l’Alcoià-El Comtat y el Vinalopó, lo que hizo prever a los expertos que la campaña sería igual de buena que la pasada. No obstante, el viento de poniente y la escasez de precipitaciones de los últimos días han hecho mella en estos hongos. 

Las mejores condiciones para que proliferen las setas se dan en los montes umbríos con orientación al mar. Los expertos confirman que en los primeros días de octubre hubo una brotada de setas en la provincia que hizo prever que la temporada iba a ser buena. «Las setas comenzaron a salir en sitios esporádicos, presumíamos que por las lluvias sería un buen año», cuenta el aficionado a la micología Jaume Pascual. 

Los buscadores lamentan que en vez de continuar las lluvias, que favorece la aparición de las setas, llegó el viento de poniente, el cual lo califican como «el enemigo público número uno» de las setas. El experto Jaume Pascual asegura que la micología en las montañas de la provincia se encuentra en un momento de incertidumbre: «En la zonas de umbría se da por hecho que ha acabado la temporada, mientras que en las zonas de solana debemos esperar unos 10 o 15 días en los que tendría que llover al menos de 20 a 30 litros por metro cuadrado para que se reactivase el terreno». 

Los meses de octubre y noviembre son ideales para encontrar setas en los montes.

Los meses de octubre y noviembre son ideales para encontrar setas en los montes. / Juani Ruz

Dándose estas condiciones, nos iríamos a primeros de diciembre para volver a encontrar setas en la provincia, teniendo que estar pendientes también de que no descendiese la temperatura a menos tres grados bajo cero, ya que estas condiciones congelarían la salida de los hongos. 

Tipos

En la provincia podemos encontrar distintos tipos de setas. Los rovellones (también conocidos bajo el nombre de níscalos, pebrazos o esclata sangs, depende de la zona) son comestibles y son los más conocidos, pues su color entre rojizo y naranja no deja lugar a dudas. Otro hongo comestible que brota en nuestros montes es el champiñón silvestre o la tricoloma.

Los expertos aseguran que las setas que crecen en la provincia tienen un sabor y un aroma difícil de igualar: «Estos montes tienen una calidad aromática muy buena por la existencia de hierbas aromáticas que otros territorios más faltos de vegetación no tienen. Además, la seta de la provincia es de secano. No tiene el mismo sabor una seta de solana que de umbría, esta primera esta mejor». En cuanto a setas venenosas en este territorio podemos encontrar la manita (roja con puntos blancos). 

La afición por la micología ha crecido en los últimos años en la provincia. La mejora de la accesibilidad a los montes ha sido uno de los factores que han propiciado que esta disciplina sea cada vez más practicada. Pascual indica que antes los recolectores eran en su mayoría gente de los pueblos. «La mayoría de los que recogemos setas somos gente que queremos al monte», aclara.

El buscador señala que la micología «mueve la economía» ya que los buscadores se trasladan de una zona a otra de España en busca de setas. La mala temporada en la provincia ha hecho que varios aficionados se marchen a Teruel o Cuenca en busca de estos hongos. 

Jaume Pascual cuenta como la afición de la micología se ha heredado siempre de padres a hijos. A su vez, explica que «la seta es caprichosa y no sale siempre en todos los sitios, sino que sale en rodales muy concretos donde la tierra es roja y no blanca». Pascual sostiene que hay zonas del monte que son más productivas que otras y que las ubicaciones donde suelen crecer es algo que no se desvela a cualquiera. «Los verdaderos aficionados somos muy recelosos. Ahora haces una foto con el móvil y ya sabes donde está la seta, antes era algo que se transmitía de palabra», revela. 

Precio

El precio de los rovellones se ha duplicado esta temporada debido a la escasez de los mismos. «El año pasado estaba en unos 10 euros y ahora este año se está vendiendo a 20», cuenta el trabajador de una frutería verdulería.

El representante de la Sociedad Micológica Valenciana confirma que los precios de las setas más demandas se han duplicado esta campaña ante la falta de oferta. Se espera que el precio caiga, ya que la producción en otras partes del país como Soria sí que ha sido buena gracias a las lluvias.