Alicante, una ciudad rodeada de escombros

Sillones, televisores, muebles, sanitarios, colchones... Todo ello en la misma parcela donde pretendía instalarse en su día un IKEA. Sin embargo, la imagen actual es otra: el área se ha convertido en una escombrera ilegal casi interminable, donde desde hace meses se acumulan toneladas de escombros y material de obra.

El espacio junto a las lagunas de Rabasa, un solar de titularidad privada donde antaño hubo una fábrica, ha dado paso a un vertedero improvisado que ya se extiende a lo largo de varios kilómetros cuadrados. Allí, los desechos se acumulan a montones generando una estampa insalubre a escasos metros de un suelo protegido.

Misma estampa que la que se puede contemplar a bordo de la L2 del Tram, que conecta Luceros con San Vicente del Raspeig. Al paso de la línea por Ciudad Jardín, un amplio solar situado junto a las gasolineras de bajo coste sirve también como «punto limpio» en el que arrojar los restos de demoliciones y demás materiales ya inservibles. A menos de cincuenta metros del improvisado vertedero, los niños y niñas del Colegio de Infantil y Primaria Emilio Varela acuden cada día a clase.

Al otro extremo de la ciudad, junto a la entrada a Santa Faz, la imagen se repite. En uno de los laterales de la avenida de Dénia también se ha ido formando un cúmulo de basura, ladrillos, madera y restos de poda. En esta ocasión, junto a una de las Torres de la Huerta: la Molineta, también protegida.

Junto a la Vía Parque la imagen tampoco es diferente, los terrenos ubicados frente a los PAU 1 y 2 también se utilizan como si de un basurero se tratase. Al abrir la ventana, los vecinos de la zona cuentan con vistas despejadas a los montones de desechos. Una situación que, además de la mala imagen asociada a estos espacios, supone un foco de insalubridad para quienes viven por la zona.

En San Antón, el problema con los solares viene de lejos. En uno de los barrios céntricos de la ciudad la falta de mantenimiento, desbroce y limpieza también ha supuesto un punto conflictivo para los vecinos, llegando a obligar al Ayuntamiento a emitir sanciones contra los propietarios por desentenderse de los citados terrenos.

No se libran del problema ni en las partidas rurales. En algunas zonas de El Moralet, un solo contenedor de basura se queda corto. Junto a él, más restos de vegetación, muebles, tuberías y todo tipo de desperdicios.

Hasta 3.000 euros

Esta situación, según apuntan desde Netial (la empresa responsable de la contrata de limpieza) puede conllevar multas económicas de hasta 3.000 euros. Por ello, recuerdan que es posible deshacerse, de manera gratuita, de hasta 500 kilos de material de obra y escombros en el Ecoparque o en el Centro de Tratamiento de Residuos de Alicante. Un camino de solo unos kilómetros que puede ser ahorrar a los incívicos una cantidad considerable.