Los trabajadores del histórico Peret de Alicante, en pie de guerra por impagos acumulados

Personal del establecimiento denuncia que el propietario les debe más de 200.000 euros de salarios atrasados

El dueño del quiosco ha manifestado su intención de abonar la deuda contraída con el Ayuntamiento y SUMA para no perder la concesión de la heladería

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Cualquiera que haya visitado alguna vez la Explanada de Alicante ha podido ver uno de sus negocios más icónicos: el quiosco Peret. Una emblemática heladería situada frente a la casa Carbonell que, actualmente, se encuentra al borde de su cierre definitivo por problemas económicos. Mientras sus empleados denuncian atrasos e impagos por más de 200.000 euros, el dueño del establecimiento ha manifestado la intención de abonar su otra deuda (130.000 euros que debe al Ayuntamiento) para no perder la concesión de la heladería.

Por su parte, media decena de trabajadores de la empresa han acudido este lunes al Consistorio para denunciar ante el gobierno local la situación laboral en la que se encuentran. Los exempleados del Peret llevaron al propietario del negocio a los tribunales por atrasos e impagos en las nóminas durante varios meses entre los años 2022 y 2023.

En su escrito, la plantilla alude a diferentes sentencias firmes emitidas por los juzgados de lo Social 3 y 5 de Alicante, en las que se reconoce una deuda superior a los 210.000 euros, lo que a su juicio "constata un claro incumplimiento del pliego de condiciones económicas y administrativas en perjuicio de los derechos de los trabajadores". Además, señalan que el importe impagado sería aún mayor, al haber varios procedimientos en marcha iniciados por otros de sus excompañeros, que todavía están pendientes de sentencia.

La situación, apuntan, no es exclusiva de algunos trabajadores en concreto, sino que afecta al 100% de la plantilla: empleados con contrato indefinido, fijos-discontinuos y personal eventual.

Sin renunciar a la contrata

La propiedad del Peret acumula deudas con la administración desde el año 2021 por impagos de obligaciones como el canon trimestral desde finales de dicho año, así como la tasa de veladores (del 2022) y de recogida de residuos (también desde 2021). En total, gastos que superan los 130.000 euros por los que el Ayuntamiento de Alicante decidió en octubre del pasado 2023 iniciar el procedimiento para rescindir el contrato de la concesión.

Sin embargo, en enero de 2024, el gobierno local dio un balón de oxígeno al Peret, después de que el dueño del negocio manifestase su intención de ponerse al corriente de pago. La Junta de Gobierno Local aprobó suspender los trámites para resolver el contrato porque, según explicó el vicealcalde y portavoz del gobierno local, Manuel Villar, parte de la deuda se encuentra en fase ejecutiva (es decir, que ya ha concluido el periodo de pago voluntario) por lo que deberá tramitarse su pago con Suma. Para ello, el Ayuntamiento ha optado por detener el procedimiento, a la espera de que afronte la deuda acumulada.

Pese a la intención de la propiedad de regular la situación del negocio, el vicealcalde también confirmó que la decisión final sobre la continuidad o no del histórico comercio se tomará en los próximos meses, en el caso de que finalmente se regularice la situación financiera que atraviesa Peret. Un problema que, de acuerdo con lo defendido por su dueño, se debió en parte a las pérdidas económicas a consecuencia de las obras ejecutadas en el paseo.

Una intención que choca con la situación de los exempleados, ya que los afectados aseguran que se les ha comunicado que el dinero de sus nóminas atrasadas lo va a asumir, parcialmente, el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), por lo que no se explican cómo es posible que el dueño del establecimiento pueda asumir la deuda con el Ayuntamiento mientras elude pagar su deuda con ellos.

Refugio de personas sin hogar

Por el momento, el establecimiento permanece en estado de aparente abandono, con parte de su mobiliario de terraza "abandonado" a la intemperie.

Varios extrabajadores del Peret, junto al icónico establecimiento.

Varios extrabajadores del Peret, junto al icónico establecimiento. / Alex Domínguez

Una situación que ha propiciado que algunas personas sin hogar que duermen habitualmente en las calles de la ciudad lo aprovechen como "refugio" improvisado, ante la falta de alternativas habitacionales.

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