La edad de las madres para tener el primer hijo en la provincia de Alicante ya supera los 31 años

Las mujeres alicantinas son seis años más mayores en el momento de su primer embarazo que en la década de los ochenta

La matrona Teresa Martínez subraya que el incremento de la edad está relacionado con complicaciones en el embarazo

Marina Navarro, madre a los 28 años.

Marina Navarro, madre a los 28 años. / Áxel Álvarez

Alberto Losa

Alberto Losa

La edad del primer embarazo es cada vez más tardía. Una tendencia que se aprecia en los datos oficiales a nivel nacional y provincial. En Alicante, las mujeres tienen su primer embarazo con 31,09 años de media, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al año 2022.

La cifra aumenta década a década, como se puede apreciar en la evolución histórica que ofrece el INE, que comenzó a recopilar estos datos en el año 1975. Entonces, las mujeres alicantinas tenían a su primer descendiente con 24,94 años, pero fue en la década de los noventa cuando la edad de las madres primerizas se incrementó en casi un diez por ciento, llegando a los 27,21 años de media en 1992. Los años previos a la crisis inmobiliaria y financiera de 2008 estabilizaron esta cifra en unos 28 años, pero en la década de 2010 se superó por primera vez la barrera de los 30 años, hasta los 31,09 de la última actualización del INE.

Pese al incremento, la provincia de Alicante está por debajo de la media nacional en este sentido, ya que en España el primer hijo se tiene a los 31,57 años, siendo Vizcaya (32,7), A Coruña (32,64) y Pontevedra (32,56) las provincias en las que las mujeres esperan más hasta su primer embarazo, mientras que las madres primerizas más jóvenes son las de Almería (29,78), Ceuta (30,07) y Melilla (30,25).

Teresa Martínez, matrona del centro de salud Santa Faz de Alicante, apunta que, conforme se cumplen años, aparecen más dificultades en el embarazo: «En principio, a mayor edad hay más dificultad para quedarte embarazada. A medida que se alcanza más edad surgen más problemas en la evolución del embarazo, como pueden ser malformaciones o abortos», indica la matrona.

Martínez pone como ejemplo la actividad deportiva o la energía para salir por la noche a modo comparativo: «Hay que entender que igual que no se corre igual a los 25 años que a los 35, o que no se aguanta igual por la noche, tampoco es lo mismo un embarazo. Son ejemplos algo banales, pero que nos dicen que el cuerpo no está igual».

Entre las complicaciones médicas que pueden surgir con los embarazos tardíos hay problemas que afectan a la propia madre, mientras que otros pueden repercutir al hijo: «Entre las complicaciones que pueden surgir conforme hay más edad está el aumento de la incidencia de abortos, las malformaciones, la hipertensión arterial o la diabetes», subraya la matrona a este respecto.

Pese a ello, Martínez indica que ha habido una evolución médica, haciendo que este tipo de embarazos vean reducidos sus potenciales problemas: «A nivel médico han cambiado las cosas. Cuando empecé como matrona en el año 1986 se consideraba embarazo de riesgo cualquiera en el que la madre tuviera más de 30 años. Ahora hay recursos para que todos esos problemas se puedan solventar, se puede ayudar a nivel médico a limitar esas dificultades».

Otro de los aspectos que más preocupa a las madres es el impacto laboral. Seis de cada diez madres sufren penalización en el trabajo, bien sea por el tiempo que implica el cuidado de los niños, en el que se incluyen las reducciones de jornada, o la pérdida de ingresos al solicitar excedencias, según un estudio realizado por la asociación «Yo no renuncio», en el que se entrevistó a 50.000 madres de toda España.

Madres en los veinte

Algo que corroboran algunas madres alicantinas que han tenido a sus hijos en sus veinte: «Al ser enfermera, cuando me quedé embarazada no tenía trabajo fijo, acababa de dejar un trabajo porque me iba a estudiar la oposición y yo ese tiempo que tendría que haber estado trabajando y ganando puntos lo perdí porque estaba de baja y tampoco pude estudiar. Yo ahora debería de tener un puesto fijo y no lo tengo porque tengo menos puntos que la gente de mi edad por ese año que he estado sin trabajar. Lo de estudiar podría retomarlo, pero tengo poco tiempo y mucho que hacer. Profesionalmente hablando, afecta, aunque creo que te puedes recuperar», señala Sara Gómez, de Sant Joan d’Alacant, que tuvo a su primer hijo con 25 años.

Algo que también apunta Ana Trigueros, administrativa alicantina y madre de un niño de 2 años: «En parte sí siento que me haya perjudicado en el trabajo. No en el sentido de haber perdido mi empleo, porque yo mantengo el mismo puesto de trabajo que tenía antes de ser madre, pero sí que es verdad que he tenido que reducir mi jornada y he tenido que cambiar mis horarios y acabar cobrando menos para poder conciliar».

Otras mujeres de la provincia esperan a asegurarse una estabilidad laboral antes de dar el paso, como le sucedió a Marina Navarro, enfermera ilicitana de 28 años: «Hice el examen de la oposición en noviembre del 2022 y me quedé embarazada en febrero de 2023. Aún no es oficial mi plaza, pero es verdad que empecé a buscar el embarazo porque vi que tenía bastantes puntos en bolsa y que ya me estaban dando contratos largos», explica.

Marina Navarro reconoce que es difícil encontrar el momento ideal para dar el paso: «Si te pones a pensar en muchas cosas, nunca es el momento. Sabía que iba a tener estabilidad, pero no el contrato. Nunca era un buen momento, pero decidimos que fuera ahora».

Pese a ello, las tres coinciden en que tener un hijo antes de llegar a los treinta años les ha facilitado la maternidad a nivel físico: «No me arrepiento, estoy contenta de haber sido madre joven. Tienes más energía y lo llevas de otra manera», considera Sara Gómez. Algo que también apunta Ana Trigueros: « Creo que lo estoy disfrutando precisamente por haber sido madre joven».

Marina Navarro apunta además que otro aspecto al que enfrentarse es el de los comentarios sobre cuándo es el momento adecuado: «Hay gente que me ha dicho eres muy joven y otra que es la edad ideal. Para mí, la experiencia está siendo muy bonita».