Hace 50 años

Alicante hace 50 años: del 18 al 24 de febrero de 1974

El 70 % de los juguetes españoles sale de la provincia

Alicante, kilómetro 0  de la diversión

Alicante, kilómetro 0 de la diversión / PERFECTO ARJONES

Ramón Pérez

Ramón Pérez

Los niños de los años setenta sabían que las muñecas de Famosa se dirigían al portal, pero nunca desde donde salían. Para ello, para darse a conocer aún más, multitud de jugueteros de la provincia marcharon aquel febrero de 1974 a Valencia, donde tenía lugar la XIII Feria Internacional del Juguete. La Foia de Castalla; formada por los municipios de Onil, Ibi, Biar, Tibi y Castalla -lo que hoy se conoce como Valle del Juguete-; ya era puntera en la fabricación y el 70% de la producción juguetera española salía de la provincia. En el primer día de feria se congregaron en torno a un millar de compradores, aunque los mismos fabricantes se quejaban de que se habían visto obligados a subir los precios por la escasez de las materias primas. Entonces, en 1974, el no va más eran los clicks de Famobil, que apenas tenían meses de vida, y pocos años después el juguete alicantino volvería a romper todas las normas del juego: en llegaría el bebé Nenuco y los Pinypon en 1983.

Sin salir de la Foia, el agua traía preocupación en el pantano de Tibi, donde había llovido en los últimos días, pero los números no salían. Don Vicente Gimeno Gisbert, jefe del Observatorio Meteorológico de Alicante (ubicado en Ciudad Jardín), explicaba que 1974 estaba siendo un año seco, principalmente porque en enero habían caído solo 2,8 litros por metro cuadrado. Una y otra vez los mismos problemas en sacrosanta provincia que, por cierto, seguía siendo protagonista en otros ámbitos. En el arqueológico lo era el pequeño municipio de Alcalalí por un importante hallazgo de origen medieval al construir unos cimientos para una casa en un área de 2.000 metros cuadrados. Los obreros encontraron lo que podían ser unos hornos con varias herramientas empleadas para la industria artesana. La cosa quedaba por analizar.

También quitaba el sueño a los mandamases de la provincia en aquella época la situación de la industria chocolatera alicantina. En los últimos 14 años se habían reducido a la mitad las fábricas, de 24 a 12. Las causas, dispares: mucha competencia, márgenes comerciales reducidos…

Aunque los expertos hablaban de que la industria alicantina era muy susceptible de mejorar, al menos, en su maquinaria, que se había quedado anticuada. No mejoraba mucho la situación de la prevención de riesgos laborales, entonces una auténtica quimera en las empresas de Alicante y de todo el país. Los datos arrojados en 1973 eran alarmantes: 32.000 accidentes laborales en la provincia, 50 muertos y 5.000 accidentes graves. Se tardaría décadas en mejorar y, sobre todo, en concienciar.

Culturalmente aquella fue una semana con posibilidades porque el Meliá acogía el I Festival de Bridge, para el que se habían inscrito 250 jugadores con el propósito de obtener algún pellizco de los 250 millones de pesetas que había en premios. Entre los ilustres participantes se encontraba la infanta Cristina de Borbón o el actor Omar Sharif, elevado al estrellato años antes por Lawrence de Arabia o Doctor Zhivago. Para los que rehuían el azar y querían disfrutar del séptimo arte aquellos días tenía lugar en el cine Casablanca la I Semana de Cine de Arte y Ensayo. Durante esa semana se proyectaron títulos como la japonesa El muchacho, la panameña Dulces cazadores, la británica Family life y la suiza La salamandra. Además, la actriz argentina de variedades Celia Gámez llegaba a Alicante para actuar en el Albany, una popular sala de fiestas de la calle San Fernando.

Por esos días el Ayuntamiento de Alicante daba luz verde a una petición para que una calle del norte de Alicante tuviera el nombre del periodista Francisco Bas Mingot, quien realizó durante más de 40 años la crítica y la información municipal. Otra solicitud, ésta de más laboriosa resolución, era la que encabezaba la Escuela de Magisterio, que había comunicado un paro parcial (asistencia a clase un día de cada tres) por un decreto a nivel nacional por el que se regulaba el acceso al cuerpo de profesores de EGB. Los motivos, muchos: reducción de salidas profesionales, frustración por condiciones diferentes respecto a las que había al empezar la carrera…

Enfrascado en el áspero día a día de la Segunda División, el portero paraguayo del Hércules, Humberto Núñez, afirmaba a este periódico que se retiraba si subían a Primera. No sólo no lo hizo, sino que aguantaría cuatro años más en activo. Del Hércules no se separaría nunca, hasta su último día estuvo de servicio. Aquella temporada, en Pamplona, Humberto saldría de rodillas del estadio, pero ésa ya es otra historia. Cada cosa a su tiempo.

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