De París a Alicante: rendidas al encanto del Mediterráneo

Tres generaciones de la familia francesa Perreau han convertido el Cabo de las Huertas en su hogar durante el último año

El teletrabajo, la conexión aérea y el precio son factores clave para la venta de viviendas a extranjeros, según agentes inmobiliarios

Marléne Perreau junto a su madre, Jill Perreau, en su casa en el Cabo de las Huertas.

Marléne Perreau junto a su madre, Jill Perreau, en su casa en el Cabo de las Huertas. / Rafa Arjones

Rendidas al encanto del Mediterráneo, así sucumbieron Marléne (45 años) y Jil Perreau hace diez años cuando compraron un apartamento en Altea para pasar las vacaciones. La familia, buscando escapar del bullicio de la agitada París, encontró en Alicante su oasis perfecto.

Por ello, el año pasado decidieron dar un paso adelante y cambiar por completo su vida, comprando una vivienda en Cabo de las Huertas con la que establecerían su lugar residencial en España. Marléne puede teletrabajar, mientras que Jil está disfrutando de una jubilación «maravillosa».

Tres generaciones, abuela, madre y nieto conviven en un mismo hogar en el que aseguran haber ganado en «calidad de vida». Marléne Perreau sostiene que una de las razones que la impulsaron a escoger Alicante como lugar de residencia fue la oferta educativa, pensando en su hijo: «Hay buenos colegios en los que mi hijo podía seguir con su formación. Está en una escuela de inglés y ahora habla tres idiomas. También ha hecho muchos amigos de todas las nacionalidades», explica Marléne sobre la adaptación de su hijo Alexandre. 

Marléne, en el balcón de su vivienda.

Marléne, en el balcón de su vivienda. / Rafa Arjones

La posibilidad de teletrabajar como terapeuta de Reiki, una técnica japonesa del siglo XX que utiliza la relajación y la meditación para mejorar el bienestar, también fue uno de los factores por los cuales Marléne pudo mudarse a la capital de la provincia. «La vida es más dulce, la gente es más acogedora y el trabajo que realizo como terapeuta de Reiki es mucho más eficaz aquí, ya que las energías son mucho más altas y mejores que en París», cuenta. 

Para Marléne cada uno de los miembros de su familia, incluida su perrita Rubí, «ha encontrado su felicidad». Por su parte, Jil Perreau confiesa que vivir en Alicante es «muy agradable». Además, añade que «las playas son muy hermosas y hay mucho entretenimiento. La gente es cercana».

¿Qué buscan?

Cuando los extranjeros muestran interés por la provincia de Alicante para adquirir una casa, ya sea para establecerse en ella de forma permanente o para convertirla en segunda residencia, tienen en cuenta varios factores como la conexión aérea con su país de origen, el precio de la vivienda, la posibilidad de teletrabajar y el clima mediterráneo. Según agentes inmobiliarios, esta serie de circunstancias son las que motivan a ingleses, franceses, belgas, alemanes, noruegos y holandeses a comprar una propiedad en la terreta.

El experto inmobiliario, Georges Sánchez, explica que, pese a que los extranjeros podrían optar por países como Italia o Grecia, eligen España y en concreto Alicante debido al buen enlace en avión. «Calculan que desde sus domicilios, por ejemplo en Bélgica, son aproximadamente cuatro horas en avión, lo cual es un punto muy importante, ya que les permite comprar una casa y disfrutarla con frecuencia. Una vez que aterrizan, lo que les interesa es tener menos de una hora de trayecto para llegar a su lugar de residencia», sostiene Sánchez. 

El teletrabajo, en crecimiento desde la pandemia, es otro de los factores que ha propiciado que cada vez más foráneos compren una vivienda en Alicante. «Pasan un gran parte del tiempo aquí y luego se desplazan a su país de origen para reuniones que necesitan estar in situ», cuenta el agente inmobiliario. Por supuesto, la oferta gastronómica, de entretenimiento y los precios, bajos en comparación con sus países, también son un reclamo para los extranjeros, según el experto.

En lo referente a la edad de los foráneos, están entre los 55 y 60 años. «Se trata de perfiles de gente que está jubilada o que bien está preparando su jubilación en esta zona. Prevén una jubilación compartida entre Alicante y su país de origen». 

Sánchez hace balance y recuerda que hace 10 o 15 años atrás no existían los factores que hoy en día impulsan a los extranjeros a buscar una vivienda en Alicante. «Compran buenas casas y matriculan a sus hijos en colegios como el Liceo Francés, mientras ellos hacen viajes de ida y vuelta a su país», concluye.

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