Las rentas bajas y las familias numerosas y monoparentales tendrán más puntos para elegir centro con el distrito único

El pleno del Consell aprobará este martes el decreto que regulará el sistema para elegir centro educativo sin limitación por la zona de residencia

La medida desata rechazo de directores, AMPAS y oposición

Primer día de colegio en Alicante

Primer día de colegio en Alicante / Pilar Cortés

A. Fajardo

A. Fajardo

Las familias con rentas bajas, las numerosas y las monoparentales tendrán el próximo curso más puntos que en los últimos años para elegir centro escolar para sus hijos dentro el modelo de distrito único que va a recuperar el Gobierno valenciano de PP y Vox. Es una de las novedades del decreto que este martes aprobará el pleno del Consell para activar el sistema que permitirá a las familias elegir colegio e instituto independientemente de la zona del municipio en la que residan, y no en función del barrio, con lo que la proximidad de la vivienda al centro dejará de ser un condicionante prioritario para la admisión del alumnado. 

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, destacó este lunes que el distrito único «devuelve a los padres y las madres la capacidad de seleccionar el centro escolar que consideren más adecuado para la educación a sus hijos» porque ya no tendrán que escoger solo entre los que estén más cerca de sus casas o trabajos, sino que podrán elegir entre los que hay en toda la ciudad y recalcó la apuesta por «acabar con la segregación», así como el compromiso con la «libertad educativa». 

No obstante, la medida incluida en el programa de Gobierno de PP y de Vox genera opiniones enfrentadas en el seno de la comunidad educativa: desde el apoyo firme por dar más opciones para escoger, especialmente, centros concertados, al rechazo frontal por vaticinar que habrá una segregación.

Las novedades

A falta de dar a conocer los detalles de la baremación para admitir a un niño en un centro, previsiblemente tras su luz verde en el pleno de este martes, las «novedades importantes» anunciadas por el jefe del Consell para los escolares se van a traducir en el incremento de la puntuación asignada a la Renta en función de las circunstancias económicas de la unidad familiar, para dar prioridad a las familias de entornos más desfavorecidos. En el caso de las rentas más bajas se pasa de 3,5 puntos a 7 y en el caso de que una persona acredite su condición como destinataria de la Renta Valenciana de Inclusión se pasa de 4 a 7 puntos. Asimismo, bajo el argumento de reforzar las medidas de fomento de la natalidad, se dará una mayor puntuación a las familias numerosas y monoparentales, pasando de 5 a 7 puntos. También se incrementa la puntuación asignada a los trabajadores del centro docente de 5 a 7 puntos para favorecer a la conciliación familiar y laboral.

Primer día de clase en un instituto de Elche

Primer día de clase en un instituto de Elche / Antonio Amorós

Hasta este curso, los criterios de baremación que han determinado si un alumno entra o no en el colegio o instituto elegido por sus progenitores eran tener a hermanos en el centro (15 puntos), padre o madre trabajadores del centro (5 puntos), proximidad del domicilio familiar o laboral (de 10 a 5 puntos si está dentro del área de influencia o limítrofe), Renta Valenciana de Inclusión (4 puntos), renta anual de la unidad familiar (de 3,5 puntos a 2 puntos), discapacidad del alumnado (4 o 7 puntos), discapacidad de los padres (3 y 5 puntos), familia numerosa (3 y 5 puntos) y familia monoparental (3 y 5).

Otra de las novedades que habrá el próximo curso, y que está por detallar, es que cada centro podrá asignar un punto extra al alumnado por circunstancias específicas determinadas por el consejo escolar «para poder también gestionar la capacidad de elección en función de la línea educativa de cada centro público o concertado en la Comunidad Valenciana», destacó Mazón. Un punto clave que los centros ya vaticinan que será determinante y decisivo para la admisión de los alumnos porque en la anterior etapa del distrito único se daba a antiguos alumnos.

A favor y en contra

Con todo ello, mientras el presidente de la Generalitat ha puesto en valor la «cultura de la calidad de la educación junto a la ley de libertad educativa, además de la gratuidad de los cero a tres años para 72.000 escolares el próximo curso, no existe un consenso con la comunidad educativa y mucho menos político. 

El presidente de la Generalitat y el conseller de Educación en Alicante

El presidente de la Generalitat y el conseller de Educación en Alicante / Alex Domínguez

La asociación de directores de colegios públicos de Infantil y Primaria de la provincia considera negativa la implantación del distrito único. «La mayoría de la población prioriza la cercanía al domicilio familiar, por lo que en el caso de centros demandados, las familias no podrían optar al centro más cercano a su domicilio o lugar de trabajo. Este hecho implica dificultades y barreras de acceso a la educación», indica el colectivo, que cree, además que se favorece el absentismo, en el caso de estar escolarizados en centros más lejanos al domicilio familiar, y sostiene que no se favorecería ni habría previsión en el reparto equidistante del alumnado. 

También temen los directores de la enseñanza pública el cierre de centros por la reubicación de la población escolar, que los centros más demandados cubrirían toda su matrícula, con lo cual, vaticinan que los centros menos demandados queden para el alumnado de nueva incorporación y que se favorezcan «guetos» y por ende las carencias y empobrecimiento en la socialización del alumnado. Asimismo, descartan que las familias con rentas más bajas vayan a tener más opciones porque no van a poder hacer frente a las donaciones que se hacen en los concertados.

Desde la Confederación Valenciana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Covapa) y la FAPA Gabriel Miró aplauden la libertad de elección del centro de cada progenitor, pero admitieron que no estén de acuerdo con la puntuación favorable que se dará a los docentes para que tengan prioridad y puedan restarle la plaza a familia que las necesiten más. A partir de ahí, recomiendan a los padres y madres que se fijen a la hora de decidir en el proyecto lingüístico y educativo del centro, si tiene los recursos que van a necesitar las familias, algo que no en todos los centros lo llevan de la misma manera.

 La FAPA Enric Valor mostró a priori su rechazo al distrito único por creer que el próximo curso se producirá una segregación del alumnado y de los colegios. Además, desde el colectivo de familias advirtieron de que la planificación llega «muy tarde» y defendieron tanto el actual sistema como la necesidad de que se generen centros con igualdad de infraestructuras en lugar de apostar por esta medida.

Completamente a favor de la libertad para elegir colegio o instituto se mostró Concapa (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos) al estar convencidos de que el cambio será muy positivo para que los padres y madres puedan elegir sin tener limitaciones por la zona en la que residan, algo que hasta ahora era un lastre, según el colectivo que representa, en su mayoría a las familias de la concertada, porque «había alumnos que simplemente por una calle se quedaban fuera del centro que querían» Desde el sindicato Stepv avisaron de que con la elección por barrio más del 90% de las familias obtenían el centro elegido, además de alertar de una «extorsión no justificada» que solo favorecerá a la concertada. El sindicato puso el foco en que se garantice el transporte a todo el alumnado, al igual que incidió UGT, también con las becas de comedor. Esta fuerza sindical también auguró un sistema segregador que favorecerá a los colegios con excesiva demanda y tildó de falacia las novedades anunciadas «con el objeto de compensar o modular las desigualdades». 

Este diario trató de recabar una valoración del FSIE, el sindicato mayoritario de enseñanza privada concertada, sin éxito.

Valoración política

Tanto PSOE, como Compromís, que recuperaron hace dos legislaturas el sistema de zonas para escoger centro, cargaron contra la decisión del Ejecutivo de Mazón. El portavoz socialista de Educación en las Cortes, José Luis Lorenz, aseguró que «el distrito único es un paso más para crear una sociedad desigual, es la consecuencia de aplicar poli ticas que van en contra de la inclusión y la equidad», además de alertar de que «se generarán centros educativos de primera y de segunda» y de rechazar que vaya a haber «libertad de la familia sino de los centros que podrán elegir al alumnado».

El portavoz de los valencianistas, Gerard Fullana, coincidió en que el nuevo modelo «fomenta un distrito segregador, guetos educativos y que los centros eligen el alumnado y no al revés, con 1 punto discrecional». Además, lamentó que a estas alturas la Conselleria ya tendría que estar informando sobre fechas de admisión en los centros educativos. «Muchos centros han tenido que suspender reuniones informativas y puertas abiertas para las familias que matriculan por primera vez, porque no sabían qué contarles. Es muy grave y una muestra de dejadez absoluta por parte del Gobierno de PP y Vox», criticó.