A comienzos del pasado mes de julio, RENFE aumentó un 20 por ciento la oferta de plazas para viajar de Alicante a Barcelona. El motivo fue la celebración en el Estadi Olímpic de un concierto del grupo musical británico One Direction.
Desde que en 2010 acabaran terceros en la versión inglesa del concurso televisivo Operación Triunfo, los cinco caballeros (ninguno de los cuales supera los 23 años) que forman One Direction han publicado tres discos, que han alcanzado los primeros puestos en las listas de éxitos estadounidenses.
Su servicio de publicidad trata de que One Direction alterne una imagen de confortable ortodoxia (los componentes del grupo se dicen felices ante la perspectiva de celebrar la Navidad en familia; su idea de un día perfecto en Madrid se resume en comer una paella, presenciar un partido de fútbol y salir con los amigos) con otra de juvenil indisciplina: uno de ellos (Harry Styles) apareció en YouTube desnudo (y profusamente tatuado) y otros (Zyan y Louis) fumando sustancias poco recomendables salvo prescripción facultativa («Sólo tenemos veinte y pico años y todos hacemos cosas estúpidas a esa edad», se excusaron compungidos).
Con la esperanza de verlos de cerca, decenas de seguidores (muchachas adolescentes en su mayoría) de estos caballeros ocuparon las aceras frente al hotel donde se alojaban en Barcelona. Quienes disponían de mayores recursos reservaron habitaciones (a razón de 500 euros la noche) o mesa en el restaurante del hotel.
El asedio del hotel provocó un fenómeno contradictorio: entre quienes montaban guardia frente a la entrada bajo la lluvia (en la fecha del concierto cayó sobre Barcelona un chaparrón) se advirtió la presencia de numerosas huérfanas súbitas, que interpelaban a cuantos huéspedes llegaban para que consintieran en adoptarlas durante unos minutos y presentarlas como sus hijas, a fin de que el personal del hotel no les cerrara el paso.
Contrastaba tan dickensiano escenario con la presencia en el lugar de una abnegada retaguardia, integrada por familiares directos de la tropa asaltante y aplicada a la intendencia del asedio: padres y madres atentos a proveer de bebidas, alimentos y toallas a sus hijas apostadas a la intemperie.
Tal vez el despliegue de semejante retaguardia naciera de la abnegación familiar, y sus integrantes fueran padres y madres resueltos a complacer sin más a sus hijas adolescentes. Pero cabe contemplar la posibilidad de que algunos hubiesen leído el libro de la profesora de la Universidad de Utah Anne Jamison, FIC: why fanfiction is taking over the world (Por que? las historias escritas por fans gustan en todo el mundo, Smart Pop, 304 pp.) y considerasen la posibilidad de que tanto entusiasmo ante One Direction proporcionara a sus hijas fama y fortuna. En suma, tal vez tenían en mente a la señorita Anna Todd.
La señorita Todd tiene 25 años y un título universitario; reside en Austin, Texas, y es acérrima entusiasta de One Direction -en particular de uno de sus componentes, el señor Harry Styles.
Admirar desde la distancia a su grupo musical favorito le sabía a poco a la señorita Todd. De modo que cierto día comenzó a teclear en su teléfono móvil una novela, protagonizada por ella misma y el antedicho señor Styles.
Aquellos tiempos en que los autores noveles guardaban sus obras en un cajón, desalentados de antemano ante la perspectiva de una ingrata peregrinación por distintas editoriales, son ya cosa del pasado: la señorita Todd comenzó a publicar su historia por entregas en Wattpad.
Fundada en 2006 por dos jóvenes canadienses, Ivan Yuen y Allen Lau, Wattpad es una red social que hoy da trabajo en su sede de Toronto a una plantilla de 70 personas. En torno a dos millones de usuarios suben con regularidad a Wattpad las historias que imaginan: cada día aparecen unos 100.000 textos nuevos, que con una extensión media de dos mil palabras -unos 10 minutos de lectura- atraen a más de 20 millones de lectores asiduos.
La novela de la señorita Todd lleva por título After (Despue?s) y en ella la autora aparece transfigurada como una colegiala llamada Tessa, enamorada de su apuesto, profusamente tatuado y un tanto engreído condiscípulo Harry (trasunto del señor Styles), quien corresponde a los ardores de Tessa dejándose querer.
Un millón de personas sigue de forma habitual en Wattpad la historia de Tessa y Harry; tras la publicación de cada nuevo capítulo (y van casi trescientos), 10.000 de ellas acostumbran a escribir su opinión sobre lo que han leído: entre la publicación de un nuevo episodio y la aparición de los primeros comentarios suelen transcurrir apenas 15 segundos.
Un millón de lectores fieles y un total de 800 millones de visitas atrajeron la atención de la editorial Simon & Schuster, que ha adquirido la novela de la señorita Todd por una cifra próxima al medio millón de dólares, según informa Publishers Weekly. La primera parte de After llegará a las librerías en noviembre; seguirán otras dos en enero y marzo de 2015. Entretanto, ha comenzado la puja por los derechos de adaptación al cine (Todd ha señalado su preferencia por la actriz australiana Indiana Evans).
«¿A qué atribuye el éxito de After?», le pregunta a Todd un periodista: «A que mis lectoras pueden identificarse con Tessa. La suya no es la mejor figura? Quiero decir que es guapa, pero no una supermodelo: tiene sus defectos. Mucha gente está acostumbrada a leer historias en que la chica es perfecta y el problemático es el chico. Tessa tiene tantos defectos como Harry, y creo que eso es lo que gusta».
