Durante los años setenta y ochenta del pasado siglo XX la pirámide pudo haber sido la forma geométrica dominante, o la más repetida en arquitectura. Así ocurrió, por ejemplo, en el caso de la planta cuadrada utilizada el arquitecto I. M. Pei en el patio del Museo del Louvre, para proteger el acceso al amplio vestíbulo construido en la planta del sótano, situado debajo de aquel inmenso patio barroco, con la pretensión de agilizar y facilitar los accesos del público asistente a un museo estrella, quizás abocado a perecer de éxito, como otros muchos. En realidad la pirámide y las instalaciones comerciales existentes en el sótano constituyen, hasta la actualidad, la continuación de las ampliaciones realizadas en lo que es este enorme edificio, correspondiendo a etapas temporales sucesivas, acumuladas en diferentes épocas y estilos. Inmerso también en el eje simbólico de la ciudad que articula Louvre-Concordia-Arco del Triunfo, prolongado hasta La Defense, donde traspasa el arco cúbico de aquel lugar.
En la historia de la arquitectura la pirámide, también el obelisco, tienen sobre todo connotaciones simbólicas, así como significados de carácter funerario. En Egipto están asociadas a los enterramientos de los faraones. También en la Roma de la antigüedad con la pirámide de Cayo Cestio. Constituyen, en cualquier caso, formas e imágenes que, a su vez, resurgieron durante la Ilustración, a modo de representación geométrica elemental y sencilla. En especial su presencia queda patente en los proyectos para la Ciudad Ideal en las Salinas de Chaux, tal como la había planificado C. N. Ledoux, o bien en su imagen figurativa para la fábrica destinada a la forja de cañones. Más adelante, aquellas formas están presentes en las necrópolis occidentales, incluso como alusión explícita a un cierto paganismo a veces, quizás, exteriorizado de manera inconsciente y por completo ajeno a sus significados profundos.
Por otra parte, el cubo es una figura geométrica presente también en la naturaleza. Constituye una figura básica en los cristales de distintos elementos de los minerales. He contemplado en el Museo de Naturales de Harvard un cubo de pirita, cuya geometría perfecta responde a una pieza cuyas aristas miden unos diez centímetros, esa joya la ofrece la naturaleza, sirviendo de motivo de inspiración e interpretaciones diversas.
La imagen del cubo se encuentra en Platón con sus propuestas de la filosofía. Más tarde entre las figuras elementales en Leonardo da Vinci. También Le Corbusier hace referencia a las figuras geométricas básicas y sencillas, añadiendo la esfera a las dos citadas.
Por Apple ha sido adoptado como figura de referencia espacial de la firma, más allá de la manzana con representación plana utilizada como logo y símbolo por esta empresa de fabricación de componentes electrónicos y telefonía. En Manhattan dispone de varios comercios. El situado en la Quinta Avenida diseñada por Bohlin Cywinsky abrió en 2006. El cubo de vidrio transparente sirve de acceso a la tienda situada en sótano, debajo de aquella explana de incesante tránsito peatonal. La figura se recorta ante el edificio de la General Motors y la entrada de la juguetería de la firma FAO. Deja ver la arboleda sur de Central Park, siendo vecino el Museo de Arte y Diseño cuya remodelación del estudio Allied Woks Architecture quedó concluida en 2008, quienes recurren también a la imagen espacial por medio de varios cubos superpuestos en vertical.
Más reciente y próximo en la geografía es la actuación en Málaga, donde los arquitectos locales Javier Pérez de la Fuente y Juan Antonio María Malavé son los autores de la remodelación que acoge la franquicia abierta por el Centro Nacional de Arte y Cultura Pompidou en la ciudad mediterránea. El cubo sobre la cubierta de un antiguo edificio portuario alcanza la dimensión de icono, en un frente marítimo recuperado y transformado con acierto para el uso peatonal.
