Un viaje a ninguna parte

La poeta Rosa Cuadrado.

La poeta Rosa Cuadrado. / porEduardoBoix

Eduardo Boix

La literatura es un viaje a ninguna parte. Si nos ponemos filosóficos, tal vez la literatura sea como la búsqueda de la excelencia de Aristóteles, en la que no importa la meta, el final, sino el camino que recorremos para alcanzarla. Siempre he creído en esto, porque, para mí, eso son los libros, un camino hacia un modelo de felicidad, los vehículos que nos conducen hacia ella. Pero estos objetos permanecen gracias a unos lugares que podrían ser declarados templos, lugares de culto repletos de historias, anécdotas y vida. Las librerías no dejan de tener alma, que se va forjando con cada visita, cada librero y, por supuesto, cada libro que entra y se cataloga dentro. Los que amamos los libros, la literatura y todo lo que ello conlleva, utilizamos las librerías como refugio. Es el lugar donde permanece la llama siempre encendida.

En cualquier otra parte, de Rosa Cuadrado, publicado por la editorial leonesa Ediciones Menguantes, es un libro prodigioso. No se trata de un manual de viajes al uso, es algo más. Rosa funde literatura, tradición oral y una sui generis guía de viajes. Nos sumerge en el corazón de la vieja Europa a través de sus librerías, esos lugares de culto que he mencionado antes. Si algo sorprende de Rosa es su alto nivel cultural. El prodigio de su literatura es que sabe hilvanar alta literatura con fluidez sin ser pedante, y eso es muy difícil de conseguir. Cuadrado no solo escribe literatura, además, nos contagia con su entusiasmo. El libro está dividido en diez capítulos que corresponden a diez ciudades: París, Bruselas, Lisboa, Viena, Londres, Dublín, Milán, Ankara, Estambul y Atenas. Mediante ellas nos zambulle en esas historias, grandes o pequeñas, de esos templos de la sabiduría, en cuyas paredes el tiempo ha dejado su impronta.

Un viaje a ninguna parte

La poeta Rosa Cuadrado. / porEduardoBoix

Rosa Cuadrado, cuya labor poética siempre ha sido notable, nos sumerge en una prosa sencilla pero, a la vez, compleja, que funciona claramente como un reloj suizo. Si digo que me ha sorprendido su prosa mentiría. Tal vez esperaba que, dentro de su poética, pudiera surgir una gran narradora. Rosa tiene una facilidad enorme para la fabulación, es una gran creadora de atmósferas, en las que envuelve al lector y te va llevando por donde ella quiere. La narración parece surgir de forma espontánea, sin orden aunque siguiendo una pauta, pero es una sensación totalmente falsa. Hay mucho trabajo en este libro. Rosa no deja nada a la improvisación, su literatura es como los tornillos de Ikea, si te sobra alguno es que no has hecho bien el trabajo.

En cualquier otra parte, como he dicho anteriormente, es un prodigio literario. Toda la pasión de Rosa la contiene este libro. Hay jazz, hay viajes, hay amor por el arte y, además, hay literatura. Es emocionante contemplar a Rosa desgranar anécdotas, situaciones, sensaciones, paisajes, con libros. Es como viajar con ella, a su lado y ver a través de sus ojos. Esta, que es su primera obra narrativa publicada, habla de Rosa, es un trocito importante de ella. Está tan llena de vida que nos trasmite esa vitalidad y nos hace partícipes de ella.

Rosa Cuadrado ha construido un ensayo novelado que, además, podría ser un análisis de cómo enfrentamos a la cultura los europeos, que no deja de ser la propia vida. Y es que, no en vano, lo que define a los pueblos es la cultura o cómo la enlazan con la vida cotidiana. Las librerías son testigos de esos ritos de paso y Rosa ejerce de notario de esto. Estamos ante la consagración de una voz narrativa con mucho que contar. Nosotros estamos aquí esperando esa voz.