Annie Leibovitz: Morir con una cámara en la mano

Rachel Weisz retratada por 
Leibovitz como Blancanieves. disney/EFE

Rachel Weisz retratada por Leibovitz como Blancanieves. disney/EFE / Annie Leibovitz

Pepe Calvo

Me considero una artista conceptual que se expresa a través de la fotografía. La vida entera es el tema. Mas que una memoria viva, mis fotos son una prueba de mi existencia. No creo tener un estilo propio, cada situación, cada retrato es diferente y debo encararlo por medio de las múltiples posibilidades existentes.

Annie LeibovitzToma una cámara y se enfrenta al modelo y a la situación, y persuade, engatusa, seduce. Dicen de ella que es la mejor pagada, pero, además es considerada la fotógrafa viva más importante del mundo. Famosa por sus imágenes a grandes figuras del mundo del cine, de la sociedad y de la política, sus retratos no configuran una suerte de simple instantánea que refleja el momento en que fue realizado, pues cada una de sus imágenes va mas allá de la pose, ofreciéndonos una narración de intenso calado, a veces dramática, a veces divertida, siempre interesante, encuadrada con la puntería de los grandes fotógrafos de la historia, aunque con dosis de conceptos personales, siendo totalmente fiel al personaje, creando impactantes situaciones. La expresión artística de un fotógrafo se basa en acentuar el momento despojándolo de adornos gratuitos, creando situaciones a través de la excelencia en la composición. Ella realza la circunstancia con formas magistrales, por medio de mensajes que constituyen narraciones. Su modo de trabajar es diferente de cualquier otro fotógrafo, aportando una nueva dimensión al medio fotográfico contemporáneo. Conocida principalmente por sus retratos de las celebridades de nuestro tiempo, ha practicado así mismo la fotografía documental y la paisajística. En el limite entre la fotografía profesional comercial y la foto de autor, su objetivo mira a la gente y al mismo tiempo nos esta diciendo cuál es la realidad en la que viven. Me doy por satisfecha si hago cinco buenas fotos en un año. Una frase que nos despierta una amplia sonrisa pues sabemos que su trabajo anual sobrepasa con creces esas cinco imágenes mencionadas. Actualmente como retratista no tiene rival.

Meryl Streep. annie leibovitz

Annie Leibovitz ante sus retratos de Isabel II. / andy rain/EFE

Toma una cámara y se enfrenta al modelo y a la situación, y persuade, engatusa, seduce. Dicen de ella que es la mejor pagada, pero, además es considerada la fotógrafa viva más importante del mundo. Famosa por sus imágenes a grandes figuras del mundo del cine, de la sociedad y de la política, sus retratos no configuran una suerte de simple instantánea que refleja el momento en que fue realizado, pues cada una de sus imágenes va mas allá de la pose, ofreciéndonos una narración de intenso calado, a veces dramática, a veces divertida, siempre interesante, encuadrada con la puntería de los grandes fotógrafos de la historia, aunque con dosis de conceptos personales, siendo totalmente fiel al personaje, creando impactantes situaciones. La expresión artística de un fotógrafo se basa en acentuar el momento despojándolo de adornos gratuitos, creando situaciones a través de la excelencia en la composición. Ella realza la circunstancia con formas magistrales, por medio de mensajes que constituyen narraciones. Su modo de trabajar es diferente de cualquier otro fotógrafo, aportando una nueva dimensión al medio fotográfico contemporáneo. Conocida principalmente por sus retratos de las celebridades de nuestro tiempo, ha practicado así mismo la fotografía documental y la paisajística. En el limite entre la fotografía profesional comercial y la foto de autor, su objetivo mira a la gente y al mismo tiempo nos esta diciendo cuál es la realidad en la que viven. Me doy por satisfecha si hago cinco buenas fotos en un año. Una frase que nos despierta una amplia sonrisa pues sabemos que su trabajo anual sobrepasa con creces esas cinco imágenes mencionadas. Actualmente como retratista no tiene rival.

Biografía

Anna Lou Leibovitz (Waterbury, Conneticut, octubre 1949) es la tercera hija de un matrimonio de origen judío. Vivió en varios estados de su país, debido a los diferentes destinos que tuvo su padre, el militar Samuel Leibovitz, teniente general de las Fuerzas Armadas. Su madre, bailarina profesional, trabajó con las grandes, Isadora Duncan en un principio, y después con Martha Graham; cuando se retiró, se dedicó a la enseñanza del ballet. Viendo bailar a su madre comprendió la gran dificultad existente en fotografiar la danza, pues solo es posible retratar el arte que flota en el aire.

De pequeña, solía viajar con sus padres y hermanos en el coche familiar.

De esos trayectos en el automóvil de mi padre recuerdo que solía mirar todo el rato por la ventanilla, pienso que observar a través de ese recuadro me convirtió en artista pues me enseño a componer imágenes.

Vivió en Filipinas donde su padre fue destinado durante la guerra de Vietnam. Su familia insistía en que debía asistir a la Universidad de Manila pero Annie les convenció para realizar sus estudios en EE UU.

Ingresó en el Instituto de Arte de San Francisco en 1967 porque deseaba ser profesora de Bellas Artes. Cuando le picó el gusanillo de la fotografía se puso a trabajar como ayudante de Ralph Gibson, uno de los grandes fotógrafos americanos. Al mismo tiempo asistía a clases en la Escuela de Fotografía de San Francisco, donde se seguían los pasos de Robert Frank, el padre de la fotografía en los Estados Unidos, y de Henri Cartier Bresson, que representa el mismo estilo en Europa. La primera obra que le enseñó a mirar fue un libro del fotógrafo francés titulado El mundo de Cartier Bresson.

Annie Leibovitz Morir con una cámara en la mano

Meryl Streep / Annie Leibovitz

Rolling Stone

Terminados sus estudios formó parte del grupo de fotógrafos de la revista cultural o más bien debo emplear el termino «contracultural», Rolling Stone, que comenzaba su andadura, y tres años más tarde se convirtió en jefa del departamento de fotografía. Creció con ella, era el gran magazine social y cultural de la época, iba más allá de lo musical, trataba todos los temas. Cualquier subcultura abría una ventana a un mundo desconocido. Fundada en San Francisco por el editor Jann Wenner, su primer número se puso a la venta el 9 de noviembre de 1967, con John Lennon en portada en un fotograma de la película Como gané la guerra, de Richard Lester. Tenía una periodicidad quincenal, vendiendo cerca de un millón y medio de ejemplares en cada edición. Con formato de periódico, solían colaborar grandes intelectuales como Tom Wolfe, David Dalton, Hunter S. Thompson, Paul Nelson, etc.

Annie Leibovitz llegó a ilustrar 142 portadas desde 1970 hasta 1983, con retratos de los protagonistas de los grandes acontecimientos sociales, artísticos y del rock and roll de aquellos años.

Cuando tuvo que cubrir la gira de los Rolling Stones de 1975, The American Tour, sus padres no lo vieron con buenos ojos y se negaron rotundamente. Era conocido que quien frecuentaba la banda de sus satánicas majestades, comenzaba a tener problemas de adicción a las drogas. Annie hizo caso omiso, pasar varias semanas con los Rolling suponía una oportunidad de oro para realizar un buen documento, y regresó con una gran dependencia a las sustancias psicotrópicas.

Para lograr un gran reportaje tuve que vivir todo el tiempo con el grupo y hacer todo lo que ellos hacían. Me fundí en el ambiente y saqué fotos de todos los instantes.

El tema pudo resolverse con la intervención materna que logró que fuera ingresada en una clínica donde el problema quedó zanjado. Annie Leibovitz se convirtió en la fotógrafa más importante del mundo del rock and roll.

Otro de sus grandes trabajos para la revista fue la dimisión del presidente Richard Nixon, fotografiando sus últimos momentos en la Casablanca, realizando magnificas imágenes, muy distintas de las que se esperaban. Un trabajo que cautivó a la redacción.

Asesinato

Realizó una intensa sesión fotográfica con John Lennon y Yoko Ono en el apartamento en que vivían en Nueva York, The Dakota, ubicado en el Upper West Side de Manhattan, calle 72, frente a Central Park, un edificio legendario en el que había vivido Leonard Bernstein, Boris Karloff, Judy Garland, Lauren Bacall, Jack Lemmon y otros personajes del mundo del celuloide, además había sido el escenario donde Roman Polansky rodó en 1968 su magnifica película La semilla del diablo.

Este trabajo con John y Yoko se extendió durante parte de la mañana, en el que destacó una foto en la que el ex Beatle desnudo se abrazaba a su esposa, echada en el suelo, besándola con los ojos cerrados. Esta imagen fue portada de Rolling Stone, siendo considerada como La Piedad de nuestra época.

Al termino de la sesión fotográfica, Lennon tuvo que salir y al regresar unas horas después fue asesinado en la misma puerta del edificio de cuatro balazos disparados por un admirador loco de nombre Mark David Chapman que fue condenado a cadena perpetua, suceso que estremeció al mundo.

Annie Leibovitz Morir con una cámara en la mano

Demi Moore para la revista Vanity Fair / Annie Leibovitz

The girls

Otra de sus imágenes destacadas fue el homenaje que hizo a la maravillosa película de Billy Wilder, Some like it hot, realizada en 1959, cuyo título español es Con faldas y a lo loco, posiblemente la mejor comedia de la historia del cine. En la imagen de Leibovitz, realizada en 1995, cuando los dos personajes masculinos del citado filme, encarnados por Jack Lemmon y Tony Curtis estaban al borde de convertirse en septuagenarios, aparecían con el rostro maquillado, Curtis en calzoncillos y Lemmom cubriendo su cuerpo con una enagua de encaje. Una deliciosa y jocosa composición, conocida como The girls, que pone de relieve la gran profesionalidad de los dos actores. Una imagen de gran fuerza expresiva que no necesitó de un encuadre singular para resultar visualmente atractiva.

La feria de la vanidad

Del papel de periódico de Rolling Stone, pasó al papel couché de Ediciones Condé Nast pues la revista Vanity Fair requirió sus servicios como retratista por dos millones de dólares anuales. Poco después lo hizo Vogue. Aunque no estaba muy interesada en la fotografía de modas, salió airosa del reto propuesto. Para Vanity realizó una de sus imágenes más icónicas con la actriz Demi Moore posando desnuda mostrando su voluminoso embarazo.

En 2008, se recopilaron sus fotos más destacadas para la exposición Retratos de Vanity Fair, que tuvo lugar en la National Gallerie of Portraits, de Londres.

Ganó el prestigioso premio Clio por una campaña publicitaria de la tarjeta de crédito American Express en 1988. En 1991, se convirtió en la primera mujer en exponer individualmente en una muestra que contó con más de doscientos retratos en la Galería Nacional de Retratos de Washington D.C.

Destacaremos entre sus trabajos más importantes la serie de imágenes que realizó en 1992 sobre personas enfermas de Sida, por encargo de la Fundación San Francisco AIDS.

En 1999 publicó su libro de imágenes fotográficas Women, acompañado de un ensayo de su pareja, Susan Sontag, en el que aparecían retratos de juezas, mineras, granjeras…

Desde finales de 2006 a inicios de 2007 tuvo lugar una retrospectiva de su obra en el Museo de Brooklin. Entre las fotografías expuestas se hallaba la imagen del cadáver de Sontag, quien había fallecido a causa de un cáncer en 2004.

Visita nuestro país para inaugurar su muestra en el marco de PhotoEspaña 2009 y regresa en 2013 para recoger el Premio Principe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Fotos reales

No tardará en estar nuevamente entre nosotros para realizar el encargo de fotografiar, en el Palacio de La Zarzuela, a los Reyes de España en dos retratos que pasarán a formar parte de la Colección de Arte del Banco de España en la que figuran las pinturas de Carlos III y Carlos IV, María Luisa de Parma. Alfonso XII y Alfonso XIII, y las fotografías de Juan Carlos I y Doña Sofía… Una labor por la que cobrará 135.000 €. Una vez más, Leibovitz trabajará para la realeza pues ocho años atrás ya inmortalizó a Isabel II del Reino Unido realizando el retrato oficial de la soberana con su familia en el castillo de Windsor. Anteriormente, en 2007, la citada Isabel II le pidió que realizara las fotografías oficiales de su visita a EE UU., en sesiones que fueron grabadas por la BBC para el documental Un año con la Reina.

Susan Sontag

Una fotografía no es solo una imagen como lo es la pintura. Es también una traza, un negativo, como una huella, una máscara.

Considerada una de las intelectuales más influyentes en la cultura americana de las últimas décadas. Dedicada principalmente a su carrera literaria como ensayista, filósofa y novelista, también fue guionista, directora cinematográfica y teatral. Vivió en Suecia donde fue considerada ciudadana adoptiva, allí realizó dos películas Duelo de caníbales (1969) y Hermano Carl (1971). De su matrimonio con Philip Rieff, profesor de sociología, cuando contaba diecisiete años de edad, nació su hijo David, escritor y editor. Junto a su marido realiza un estudio sobre Sigmund Freud, titulado La mente de un moralista (1955-1957). En 1963 aparece su primera novela, El benefactor, que le abrió las puertas de publicaciones importantes como Harper´s, The New York Review of Books y The Partisan Revue. Su novela El amante del volcán, publicada en 1992 fue un best seller, considerándose un bombazo editorial en nuestro país. Entre sus ensayos mas importantes destacan Contra la interpretación (1968), Estilos radicales (1969), y su libro más emblemático, Sobre la Fotografía, publicado por primera vez en 1973, supuso un trabajo revolucionario sobre la forma de mirar en este medio donde planea una pregunta clave por toda la obra ¿hasta qué punto se puede mentir con una cámara? La fotografía tiene la potestad de impactar, seducir, idealizar y provocar la nostalgia, a través de ella hemos confeccionado la realidad y las nociones de autoridad. No hay muchas fotografías que valgan más que mil palabras.

Dos mujeres

Con Susan Sontag, Annie Leibovitz estableció un vínculo sentimental que fue básico para ambas mujeres. Es imposible pasar por alto lo que significaban la una para la otra. Vivían en una sociedad machista, manteniendo un preclaro sentimiento feminista con conciencia de clase.

Susan era una persona de palabras mientras que Annie trabajaba en un ámbito visual. Dos conceptos que se complementaron. Aprendieron mucho la una de la otra. Se enfrentaron a esta relación en base a la grandeza de sus profesiones y sus impulsos personales de mentes intelectualmente privilegiadas. Juntas fueron a Sarajevo en 1993, al llegar les dijeron que visitaran la morgue, así entenderían lo que ocurría. El trabajo que Leibovitz realizó allí le recordó al de su primera época, alejado del glamour de Vanity y Vogue, sin grandes equipos ni ayudantes, volviendo a trabajar con cámaras pequeñas. Sontag desafió a las bombas pues en medio de la guerra civil dirigió y produjo la tragicomedia Esperando a Godot, de Samuel Becket, cuyo escenario era un teatro bombardeado, iluminado únicamente con velas, a causa de la falta de luz eléctrica. Esta obra se convirtió en un grito de protesta que favoreció la intervención de EE UU e incluso la paz en la ex Yugoslavia. Susan Sontag fue nombrada ciudadana honoraria de Sarajevo.

Annie pensaba que había vivido tan rápido que… Cumplidos los cincuenta años me di cuenta de que no había tenido hijos.

Así, en 2001 se convirtieron en madres de Sarah por medio de la fecundación en vitro. Un año después de la muerte de Sontag, Leibovitz volvió a ser madre de las gemelas Samuelle y Susan (2005).

Susan fue mi verdadero amor: vivió, estuvo con nosotros y se fue, yo necesito más tiempo. Quiero morir con una cámara en la mano.

(Fuente: Una vida a través de la cámara, documental realizado en 2006 por Barbara Leibovitz.)