Quien pase por el centro de Santa Pola se habrá dado cuenta de que uno de los símbolos turísticos de la villa marinera está ciertamente degradado por el paso del tiempo. El barco museo Esteban González, un arrastrero que se abrió a visitantes hace una década para divulgar la tradición marinera, necesita pasar por chapa y pintura después de que parte de su casco se haya oxidado.
Para que la embarcación luzca como el primer día, el Ayuntamiento ha conveniado con el alumnado del ciclo de Mantenimiento de Embarcaciones de Recreo del instituto Cap de l’Aljub se ha puesto manos a la obra para devolver la esencia a este icono y poner en práctica todos los conocimientos teóricos que están aprendiendo en este grado.
La intervención se está acometiendo bajo la dirección de un ingeniero naval y del propio Museo del Mar, que explica que los primeros pasos van dirigidos al casco, que se está lijando y después se masillará para repintarlo.
Las actuaciones comenzaron hace ya algunas semanas, aunque están paralizadas hasta que los alumnos no vuelvan de las vacaciones de Semana Santa. Tal y como explican a este diario, esta tarea rutinaria de mantenimiento se extenderá durante meses ya que se trata de una embarcación de grandes dimensiones y la idea es poner a punto el barco para su reapertura, ya que hasta la fecha sólo se abre para visitas guiadas puntuales.
Lo cierto es que estas actuaciones son bastante comunes dentro de los astilleros, pero para muchos visitantes y para los propios vecinos resulta curioso ver cómo se arregla el barco en plena vía pública, teniendo en cuenta que está ubicado en la Plaza de la Constitución, a escasos metros de la Playa de Levante y del Ayuntamiento.
Este navío de pesca de arrastre es de los años ochenta y un caso único en el Mediterráneo. Fue donado por sus propietarios al Ayuntamiento de Santa Pola en 2006 y a partir de convertirse en un bien público se destinaron varios años de restauración para prepararlo para la entrada de visitantes.
Ya en la inauguración se izó la bandera del buque «Esteban González» y se bendijo la imagen de la Virgen del Carmen para simbolizar que esta embarcación representa a todos los pescadores de la localidad. En el momento de la inauguración, en 2012, se explicó que la recuperación de este pesquero fue sido posible gracias al trabajo de una escuela taller y dos talleres de empleo, promovidos por el Ayuntamiento y cofinanciados por la Conselleria de Economía. Entonces 150 personas se formaron en distintos oficios para poner a punto el barco, que ya entonces tuvo una inversión municipal de 150.000 euros.