La música forma parte de la cultura de cada barrio y ciudad, suscita el interés por conocer las raíces del pueblo, su historia y su idiosincrasia. La Fiesta conlleva junto con el aspecto musical el conocimiento de las costumbres, los usos, el folklore, la indumentaria, la gastronomía, en definitiva, todos los aspectos relevantes que definen y delimitan un pueblo. Por ello, las bandas y collas son las máximas representantes de la tradición de cada barrio de Alicante, acompañando a cada una de las fiestas ya sean las tan queridas Hogueras de Sant Joan, los espectaculares Moros y Cristianos, las celebraciones populares o incluso la Semana Santa.

Ahora, a pesar de no poder celebrar en plenitud ninguna de estas festividades, los más de mil músicos del municipio siguen preparándose para cuando estas vuelvan, realizando ensayos y poniendo toda su ilusión y ganas. Después de este año tan complicado, debido a la pandemia, ahora la situación está mejorando y se empiezan a retomar actuaciones y conciertos, disfrutando así de algo de música en las calles.

Ensayo de la colla de San Blas. ALEX DOMÍNGUEZ

Este año, para celebrar de alguna manera las Hogueras de Sant Joan, se han llevado a cabo cuatro conciertos de música de hogueras en los que han participado las principales agrupaciones musicales de Alicante. Asimismo, este verano también se llevarán a cabo conciertos y actuaciones como una forma de apoyar la cultura segura, la música y la tradición que nos une a todos. «Con conciertos como el del día 22 de junio enganchamos a la gente a motivarse y seguir adelante. Fueron varios los que nos preguntaron al acabar, el año que viene comenzarán a dar clases con nosotros», indicó Rubén Urbán, presidente de la Colla de San Blas.

La banda de música l’Harmonia actualmente ensaya en la carpa de los Moros del Cordó de Mutxamel.

Representantes de la música

Cuatro bandas y cinco collas constituidas oficialmente son las principales representantes de la música de la ciudad. Pero, aparte de estas bandas y collas, Alicante cuenta con más agrupaciones musicales no constituidas oficialmente. Todas ellas se han convertido en elementos imprescindibles para la celebración de cualquiera de estos días especiales. Las bandas y collas de dolçaina i tabalet amenizan los desfiles, pasacalles, despertás, procesiones o mascletás tocando piezas tradicionales.

El sonido de la xirimita acompaña a cada rincón de la ciudad, como una auténtica seña de identidad. En los actos oficiales de las Hogueras más de dos mil músicos exhiben cada año su destreza técnica y fuelle de pulmones.

Las cuatro bandas de música constituidas en la ciudad de Alicante cuentan con una arraigada tradición y una extensa trayectoria. Una de las bandas más antiguas de la Comunidad Valenciana es la Sociedad Musical «La Amistad» de Villafranqueza. Tiene sus orígenes alrededor del año 1856, está compuesta por 200 socios, 90 músicos y 60 alumnos que dan clase en su escuela. «Durante la pandemia, se ha apreciado una bajada clara en la asistencia de los músicos a los ensayos y a los conciertos de esta etapa, asistiendo a los conciertos unos 50 músicos. En cuanto a número de socios y de alumnos ha habido una bajada pero no muy notable», explica, Iván Arques, presidente de la Sociedad Musical «La Amistad» de Villafranqueza.

También resalta que «la decisión más dolorosa fue la de adaptar nuestro auditorio, salón de actos que ha sido la sede de nuestra banda desde hace más de 35 años. Por fuerza mayor y para cumplir con la normativa de aforo y de separación entre músicos, tuvimos que desmontar parte de nuestro local. Nos vimos obligados a retirar 200 butacas para utilizar el propio patio de butacas junto con el escenario y poder seguir con los ensayos de la banda al completo».

Otra de las bandas más antiguas, cuyos orígenes se remontan al año 1958 es la Unión Musical de Ciudad de Asís. Esta banda se constituyó como asociación sin ánimo de lucro y se inscribió en el Registro Nacional de Asociaciones en 1992. La plantilla de la banda principal es de unos 80 músicos y cada año incorpora a varios alumnos que acaban el grado elemental en su escuela. «El covid nos ha afectado a todos por la suspensión de la actividad, la escuela sigue viva de manera semipresencial y ha sido un gran esfuerzo retomar las clases presenciales. Las condiciones de nuestro local no nos han permitido ensayar por lo que el ayuntamiento nos cedió un espacio al aire libre y ahora estamos ensayando en Mutxamel desde hace aproximadamente varias semanas», explica José Pascual Soler, presidente de la Sociedad Musical Ciudad de Asís.

Por su parte, Vicente José Navarro, presidente de la Agrupación Musical de Carolinas destaca que «la situación por el covid-19 nos ha afectado muy negativamente, aun así tenemos la gran suerte de tener el aula cultural para poder ensayar con las distancias de seguridad y las medidas sanitarias. Hay que seguir luchando para que no decaiga la música. Las fiestas son una manera de financiación para nosotros, aunque tengo que reconocer que hay mucha gente que nos ha ayudado este año organizando conciertos y diferentes actuaciones». La Agrupación Musical de Carolinas se fundó en 1975, fruto de la inquietud y la afición musical de un grupo de músicos . Esta agrupación encontró el ambiente cultural idóneo para la formación de una banda de música y ofreció su primer concierto en el Aula de Cultura de la entonces Caja de Ahorros de Alicante y Murcia. En el año 1976 se presentó al 9º Certamen de Pasodobles de Alicante, obteniendo el 2º premio. A partir de ese momento, el prestigio de la agrupación fue en aumento, participando en campañas culturales en colegios, fiestas oficiales de la ciudad y en diferentes fiestas y actos culturales de la mayoría de las poblaciones de la provincia.

Por otro lado, una de las bandas más jóvenes, l’Harmonia Sociedad Musical, se fundó en agosto de 2005 con dos objetivos: didáctico y divulgativo. Para el primero se creó la escuela de música con el propósito de ofrecer formación musical desde muy tempranas edades. Con respecto a su labor divulgativa, actualmente posee una banda sinfónica con 80 músicos federados, banda infantil, banda joven, ensemble de clarinetes, saxofones, y una big band. «Hay que destacar el gran interés y voluntad de los músicos y sus familiares por intentar mantener la chispa de la música encendida a pesar de la situación», remarca José Tomás Moñinos, director de l’Harmonia Sociedad Musical.

Al ritmo de la dolçaina i el tabalet

Actualmente, la música tradicional está en auge, sobre todo se ha visto una tendencia clara en los últimos 30 años, ya que se han ido institucionalizando las diferentes collas como asociaciones culturales. «La música tradicional es muy de calle y de interactuar con el que tienes delante y eso precisamente es lo que no hemos podido hacer este último año. Las actuaciones que ha habido durante este año han sido conciertos estáticos en escenario y la música tradicional no está preparada para eso, este estilo musical es para bailarlo, disfrutarlo y cantarlo a pie de calle en los barrios con la gente», recalca José Blas Herrero, presidente de la Federación de Folklore d’Alacant y presidente de la Colla de l’Embolic.

«Más que un resurgir en este estilo musical, ha habido un descubrimiento por parte de la sociedad que no ha dudado en integrarlo en sus tradiciones festeras y culturales y un creciente interés en aprender dicho ‘estilo’ ya que el número de alumnos en nuestra escuela y en la de otras collas no para de crecer, así como el número de collas existentes», resalta Carlos Cruzado, presidente Colla Dolçainers i Tabaleters Sant Antoni d´Alacant.

De esta forma, Ana Uroz, secretaria de la Colla d’Alacant afirma que los propios dolçainers i tabaleters han evolucionado hacia otros repertorios más actuales sin perder los tradicionales, fusionando. «También es muy importante un buen nivel de enseñanza musical, necesario para incrementar el nivel artístico y técnico para que la música siga creciendo y evolucionando».

Composiciones que dan vida a la música festera

La Fiesta necesita un tipo de música propio, específico, una música que el festero identifique, y exige un ritmo genuino y que esté de acuerdo al desfile. Esta ha sido clasificada como música festera, la cual ha sido escrita por y para la Fiesta, lo que ha dado lugar a distintas formas musicales que interpretan las diferentes bandas de música. Una de las obras más importantes es el himno «Fogueres de Sant Joan» del maestro Torregrosa, una composición de gran calidad que se toca en cada acto de la fiesta. En lo que se refiere a la Música de Moros y Cristianos o, lo que es lo mismo, la música festera para el desfile (pasodobles, marchas moras y cristianas) es un tipo de música unida al género militar, a la música de desfile que se relaciona con la soldadesca o milicia festera y con la fiesta patronal. Esta festividad ha desarrollado, además del pasodoble, la marcha mora y la marcha cristiana, otros subgéneros característicos como los pasodobles marxa, pas-moro, marchas de procesión, poemas sinfónicos, bailes, himnos de fiesta, himnos de filaes, himnos patronales, ballets o música incidental para boatos. Sin duda, la música festera se ha convertido en una auténtica seña de identidad.