El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, sigue en su empeño de acaparar poder en el PSOE, el mismo partido que abandonó hace menos de tres años cuando fue declarado tránsfuga. Ya de nuevo con el carnet socialista en el bolsillo, Navarro logró el pasado domingo convertirse en el secretario general de la Marina Baixa y ahora va también a por el control de la agrupación local, que celebra una decisiva asamblea el próximo viernes. Lo hace al imponer como candidato alternativo al actual concejal de Seguridad Ciudadana, Conrado Hernández, un hombre de su total confianza que anunció ayer que batallará por la secretaría general de Benidorm contra el actual dueño de este cargo orgánico, el también concejal, en este caso de Educación, Rubén Martínez.

Así pues, el pulso no se circunscribe sólo al partido sino también al grupo municipal y por tanto al gobierno local: la presencia de dos listas lideradas por dos concejales tensa más un ejecutivo ya muy fragmentado por la presencia de varias sensibilidades internas y en situación apurada al gestionar la ciudad en minoría. El PSOE vuelve pues a astillarse. Una vez más.

Navarro y Hernández cuentan con el apoyo de la actual número dos del PSPV y exministra Leire Pajín y de su gente, y también con la complicidad del sector de Lorenzo Cervera, quien hace ya cuatro años se presentó sin éxito al cargo de secretario general y que ayer estuvo en la presentación de esta candidatura alternativa. Esta última está formada pues por una amalgama de familias que creen aglutinar de sobra a la mayoría de la militancia frente al sector de Martínez, que queda así un tanto aislado.

Conrado Hernández tomó su decisión horas después de que fracasaran las negociaciones con el actual secretario general, a quien le había propuesto que siguiera en su cargo, pero a cambio de que el resto de los puestos principales de la ejecutiva fueran ocupadas por miembros de las otras familias: la presidencia del partido para la senadora Encarna Llinares, afín a los Pajín, la secretaría de Organización para el propio Hernández y una vicesecretaría para Cervera. Los "navarristas" dejaban, no obstante, la puerta abierta a que el también concejal Pepe Marcet, número dos de la actual ejecutiva y por lo tanto afín a Martínez, siguiera ocupando otra vicesecretaría más.

Martínez dijo no. Fuentes de su entorno consideran que el líder del PSOE local ha de tener derecho a diseñar su propio equipo. Por su parte, el sector de Navarro sostiene que el actual secretario general ha fallado en su misión de integrar a todas las sensibilidades, que era el condicionante para apoyarlo. Ayer, en su puesta de largo y arropado por representantes de todas las corrientes que lo sustentan, Hernández ofreció a Martínez integrarse en su lista, pero el secretario general está dispuesto a mantener su propia candidatura al confiar en el criterio independiente de las bases del partido y hoy mismo presentará su proyecto a los militantes. El duelo está pues servido. De momento, claro. Esto es el PSOE y siempre cabe la posibilidad de reabrir negociaciones para pactar una candidatura única.

Hernández justificó su candidatura en que "en la actual situación del PSOE, que gobierna Benidorm en minoría, debe haber un canal abierto entre el gobierno local y el partido para explicar nuestros proyectos a la ciudadanía". Una forma muy suave de insinuar que a pesar de que Martínez y Marcet son concejales, su equipo no han cumplido con este cometido. Efectivamente, el núcleo duro de regidores del alcalde achacan al partido su falta de respaldo -o su retraso en mostrar ese apoyo- en algunas cuestiones controvertidas de la actual legislatura, desde el conflicto con la Policía Local hasta el plan de ajuste o las grandes reivindicaciones a las administraciones de Madrid y Valencia.

Como tocaba ser elegante -el acto se realizó en la sede del PSOE ante la lejana mirada del actual secretario de Organización, Bernardo Mira- Hernández dijo algunas cosas que despertaron sonrisas en la sala: por ejemplo, que Navarro, en su doble condición de alcalde y de secretario comarcal, "tutelará" la batalla de la asamblea del viernes sin decantarse por ninguno de los dos candidatos. O que el pulso orgánico no provocará fricciones en el Ayuntamiento porque "todos somos compañeros y el enemigo es el PP".

Perder militantes cuando se está gobernando la ciudad

Durante la mayor parte de su discurso, el ya nuevo candidato para dirigir al PSOE de Benidorm, Conrado Hernández, evitó criticar al que será su oponente en la asamblea del viernes, el actual secretario general Rubén Martínez. Es más, Hernández ofreció a Martínez integrarse en la lista "porque no voy a aceptar que se vete a ningún compañero". Pero sí que hubo algún momento aislado en el que el también concejal de Seguridad rompió esta prudencia: por ejemplo al señalar que si sale elegido uno de sus propósitos será "recuperar a los militantes que hemos perdido durante los últimos años". "¿Y cómo es posible que ocupando el gobierno de Benidorm hayan perdido militancia?", le preguntó un periodista. "Eso tendrán que analizarlo ustedes", dijo Hernández a los medios de comunicación en velada crítica al equipo de Martínez. El ya candidato agregó que en los últimos años el PSOE local ha perdido unos 180 militantes, si bien las cifras oficiales de la ejecutiva actual reducen ese número: en 2008 el PSOE tenía 503 militantes;en 2012, 419. La resta da 83 afiliados menos.