El propietario del complejo hotelero Atriun Beach de la Vila Joiosa, Francisco García, explicó ayer que grabó un momento de la extorsión que, según él padecía, con un bolígrafo grabador que llevaba en el bolsillo y con un móvil con un micro que captaba la señal a través de un maletín situado a doce metros de donde se produjo la conversación y que estaba controlada por un detective de Sevilla al que recurrió para registrar los hechos. García, que es el denunciante de la presunta extorsión, declaró ayer ante la magistrada, el fiscal Anticorrupción y las defensas del empresario imputado en la causa y del exedil de la Vila, Pedro Lloret, quien supuestamente mandó al citado empresario como mediador. Asimismo, también declaró a petición de una de las partes Lloret, quien dijo no conocer al presunto mediador del soborno, y el abogado de la formación política a la que pertenecía el exconcejal -Iniciativa Independiente de la Vila-, que justificó que los contenciosos contra el Atrium estaban justificados.

La magistrada que instruye el caso validó recientemente las escuchas tras transformar esta investigación en una causa con jurado popular y a instancias de la Fiscalía Anticorrupción. En la misma están imputados el exedil Pedro Lloret y el citado empresario. Ambos presuntamente habrían pedido seis millones de euros al propietario del hotel a cambio de que el concejal retirara los numerosos contenciosos que tenía presentados contra la tramitación urbanística del proyecto. La petición del dinero se habría realizado a través del empresario imputado que actuaría como intermediario en varias reuniones en julio 2004 en cafeterías de hoteles de la Playa de San Juan en Alicante.