Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han desarticulado un punto negro de venta de droga al menudeo y han detenido a seis personas de un mismo clan familiar: un matrimonio formado por dos personas de 58 y 57, integrantes de una clan familiar conocidos como «los abuelos», y a otros miembros de la misma familia, entre ellos su hija, el marido de ésta y su suegra, así como otra persona cercana. Todos ellos están acusados de un presunto delito de tráfico de drogas.

Las operación se realizó en dos fases, en la primera de las cuales se desarrolló en una casa abandonada de la partida Armanello en la que residía ilegalmente el matrimonio. En el registro domiciliario, los agentes intervinieron 19 papelinas de heroína, multitud de bolsas de plástico con autocierre, un vehículo, 1.295 euros, 60 libras esterlinas, diversas joyas y relojes, dos televisores, una tablet y herramientas de construcción, entre ellas dos motosierras, varias máquinas radiales, taladros percutores, sierras o lijadoras eléctricas.

Posteriormente, los agentes realizaron un segundo registro en otro domicilio de esta misma partida, donde fueron detenidos el resto de los acusados. En la vivienda, la Policía se incautó de 30 papelinas de heroína, dos bolsas de la misma droga de 23 gramos de peso, otra papelina de cocaína, un revólver plateado del calibre 32, sin munición y con la numeración limada; además de 949 euros en billetes, herramientas de construcción, un tablet, varios teléfonos móviles, dos relojes y otros efectos.

Fuentes de la Comisaría local explicaron ayer que ésta es la tercera actuación llevada a cabo por la Policía Judicial de Benidorm contra este mismo clan en los últimos tres años. Los detenidos, además, tenían en su haber diversas detenciones por tráfico de drogas y otros motivos, excepto uno de ellos, que carecía de antecedentes policiales, y todos ellos han pasado a disposición del juzgado de instrucción de la localidad, tras prestar declaración policial.

La Policía también destacó que la «situación estratégica» en la que se encuentran estas casas abandonadas, asentadas sobre un terreno relativamente llano y con amplia visibilidad, permite detectar presencia policial. Y también se da la circunstancia de su cercanía con la avenida Comunidad Valenciana, lo que «favorece» la llegada al lugar de personas toxicómanas para buscar su dosis diaria y también de jóvenes que acuden a las discotecas de esta carretera y que consumen la droga que compran, la mayoría de las veces, allí mismo para evitar una posible incautación posterior en algún control policial establecido por las inmediaciones.